No hay consenso sobre qué prestación cubrir y con qué impuestos se soportaría el gasto.
EP, MADRID
Los expertos y think tanks consultados por Europa Press dan por hecho a estas alturas que en el futuro habrá que sufragar parte de las pensiones por la vía de los Presupuestos, aunque las opiniones sobre qué prestaciones cubrir y con qué impuestos soportar este gasto son diversas.
Dos datos han dado la voz de alarma en las últimas semanas sobre el riesgo de que el sistema de pensiones no sea sostenible en el medio y largo plazo. Por un lado, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que en 2015 las muertes superaron a los nacimientos por primera vez en España desde 1941. Por otro, el Gobierno volvió a echar mano en junio del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extraordinaria de las pensiones, hasta un total de 8.700 millones y, pese a que desde el Ministerio de Empleo se siguen lanzando mensajes tranquilizadores, el titular de Economía en funciones, Luis de Guindos, ya avisó de que la hucha de las pensiones se agotará sin crecimiento económico.
Funcas cree que la reforma del sistema de pensiones de 2011 supondrá una rebaja media en la pensión vitalicia en torno al 20%, mientras la reforma del 2013 añadirá una pérdida adicional del 15% por la reducción de la pensión media nominal tras la jubilación. El propio Gobierno de Mariano Rajoy anunció que enviaría una carta anual a los mayores de 50 años para informarles de cuál sería su pensión en el momento de la jubilación por si querían empezar a complementarla con ahorro privado. Esa carta, conocida como sobre naranja, no llegó a enviarse para enfado del sector asegurador.
Una de la soluciones que se plantean para lograr nuevas fuentes de financiación de la Seguridad Social en el Pacto de Toledo es la de pasar el pago de las llamadas pensiones no contributivas de muerte y supervivencia -orfandad, viudedad y en favor de familiares-, que actualmente sufraga la Seguridad Social, del ámbito contributivo a los Presupuestos y culminar así la separación de fuentes en el sistema, lo que ya es una forma de pagar las pensiones por la vía de los impuestos.
Sin embargo, el economista de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde Ruiz, explica que ello solo subsanaría una cuarta parte del desfase que hay entre ingresos y gastos de la Seguridad Social.
Otra vía es vincular pensiones e impuestos y dejar de cargar todo el peso del sistema sobre unas cotizaciones insuficientes. Es la tesis del Tribunal de Cuentas, según consta en la Declaración sobre la Cuenta General del Estado de 2014.
Desde la aseguradora Mapfre se indica que España no tendrá la capacidad de crear el empleo que se necesita para sufragar con cotizaciones las pensiones de los millones de jubilados que vienen. BBVA Research estima que para sostener las pensiones del futuro habrá que alcanzar los 27 millones de cotizantes en 2027, unos 10 millones más que en la actualidad.
El economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, apuesta por separar completamente el debate de las cotizaciones y el de las pensiones, de forma que se puedan plantear rebajas de las cuotas que pagan las empresas, con la idea de crear márgenes con los que aumentar la contratación, sin condicionarlo al impacto que pueda tener sobre las pensiones. Por su parte, el catedrático de la Universidad de Zaragoza e Investigador de Funcas Eduardo Bandrés no recomienda aumentar las cotizaciones sociales , "porque actúan como un impuesto sobre el trabajo y penalizan la creación de empleo".
Pero hay voces discordantes. Conde-Ruiz sigue rechazando que se paguen prestaciones contributivas como las pensiones de jubilación por la vía de los impuestos.
Dos datos han dado la voz de alarma en las últimas semanas sobre el riesgo de que el sistema de pensiones no sea sostenible en el medio y largo plazo. Por un lado, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que en 2015 las muertes superaron a los nacimientos por primera vez en España desde 1941. Por otro, el Gobierno volvió a echar mano en junio del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extraordinaria de las pensiones, hasta un total de 8.700 millones y, pese a que desde el Ministerio de Empleo se siguen lanzando mensajes tranquilizadores, el titular de Economía en funciones, Luis de Guindos, ya avisó de que la hucha de las pensiones se agotará sin crecimiento económico.
Funcas cree que la reforma del sistema de pensiones de 2011 supondrá una rebaja media en la pensión vitalicia en torno al 20%, mientras la reforma del 2013 añadirá una pérdida adicional del 15% por la reducción de la pensión media nominal tras la jubilación. El propio Gobierno de Mariano Rajoy anunció que enviaría una carta anual a los mayores de 50 años para informarles de cuál sería su pensión en el momento de la jubilación por si querían empezar a complementarla con ahorro privado. Esa carta, conocida como sobre naranja, no llegó a enviarse para enfado del sector asegurador.
Una de la soluciones que se plantean para lograr nuevas fuentes de financiación de la Seguridad Social en el Pacto de Toledo es la de pasar el pago de las llamadas pensiones no contributivas de muerte y supervivencia -orfandad, viudedad y en favor de familiares-, que actualmente sufraga la Seguridad Social, del ámbito contributivo a los Presupuestos y culminar así la separación de fuentes en el sistema, lo que ya es una forma de pagar las pensiones por la vía de los impuestos.
Sin embargo, el economista de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde Ruiz, explica que ello solo subsanaría una cuarta parte del desfase que hay entre ingresos y gastos de la Seguridad Social.
Otra vía es vincular pensiones e impuestos y dejar de cargar todo el peso del sistema sobre unas cotizaciones insuficientes. Es la tesis del Tribunal de Cuentas, según consta en la Declaración sobre la Cuenta General del Estado de 2014.
Desde la aseguradora Mapfre se indica que España no tendrá la capacidad de crear el empleo que se necesita para sufragar con cotizaciones las pensiones de los millones de jubilados que vienen. BBVA Research estima que para sostener las pensiones del futuro habrá que alcanzar los 27 millones de cotizantes en 2027, unos 10 millones más que en la actualidad.
El economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, apuesta por separar completamente el debate de las cotizaciones y el de las pensiones, de forma que se puedan plantear rebajas de las cuotas que pagan las empresas, con la idea de crear márgenes con los que aumentar la contratación, sin condicionarlo al impacto que pueda tener sobre las pensiones. Por su parte, el catedrático de la Universidad de Zaragoza e Investigador de Funcas Eduardo Bandrés no recomienda aumentar las cotizaciones sociales , "porque actúan como un impuesto sobre el trabajo y penalizan la creación de empleo".
Pero hay voces discordantes. Conde-Ruiz sigue rechazando que se paguen prestaciones contributivas como las pensiones de jubilación por la vía de los impuestos.
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