Hablamos con dermatólogos para resolver dudas y proponer recomendaciones más allá de usar crema solar y protegerse con gorras.
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Cuando se acerca el buen tiempo todo el mundo sale a tomar el sol y conseguir el ansiado bronceado. Sin embargo, no todo es ponerse moreno. El sol tiene muchos beneficios, pero cuando la exposición es sin protección y prolongada, comienzan los problemas, incluso en invierno. Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en España se diagnostican cada año una media de 4.000 de casos de melanoma (cáncer de piel más agresivo) y 74.000 de otro tipo de cáncer cutáneo.
Ese bronceado es una reacción protectora de nuestra piel. Según señala el dermatólogo Agustín Buendía, la gente no está concienciada. "Estar moreno se sigue vinculando a la riqueza y al bienestar, aunque en términos médicos sea todo lo contrario: es la reacción de la piel ante un daño solar. Nuestra piel genera melanina para protegerse", recalca el especialista.
A la hora de protegerse, todo el mundo sabe que hay que evitar las horas centrales del día, cubrirse con gorra y usar cremas protectoras. Sin embargo, aún existen algunas dudas sobre la elección del protector más conveniente, la autoexploración de lunares y los factores de riesgo que tiene cada persona.
Antes de que empiece la temporada de sol y de que surjan aún más dudas, hemos hablado con los dermatólogos de la AEDV para responder a algunas de ellas.
1. ¿Si utilizo maquillaje con protección tengo que echarme crema?
No, no tienes por qué echarte crema en las partes que ya estén protegidas por el maquillaje. "Si es un producto de una calidad media comprado en una farmacia o en supermercado, en cuyo etiquetado se indica que tiene protección, no es necesario aplicar más", señala el doctor Eduardo Nagore, coordinador europeo de Euromelanoma.
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No. Los tratamientos con láser o los tatuajes no aumentan el riesgo de melanoma, ni de otro tipo de cáncer cutáneo. "Los tatuajes llevan haciéndose desde Egipto, dependen de la calidad de la tinta, pero no dañan la piel. Solo hay que tener cuidado de que no afecte a ningún lunar tanto al quitarlos como al hacerlos, al igual que en la fotodepilación. Aunque sorprendentemente en los tatuajes se cuida mucho tanto la calidad de los productos como el procedimiento", cuenta Nagore.
3. ¿Espray, crema o aceite?
Todo vale. La cantidad de tipos de protección y de marcas que podemos encontrar es abrumadora. Ante la disyuntiva de elegir espray, crema o aceite, los expertos coinciden en que hay que escoger la que mejor se adapte a nuestra piel. Tanto en el soporte como en la protección, se debe utilizar el que resulte más cómodo, menos pringoso y que sea más fácil de aplicar. Por ejemplo, para proteger a los niños se suele utilizar espray con un factor alto.
Con respecto a los factores de protección, los especialistas recomiendan utilizar fotoprotectores con un mínimo de 30, pero la protección 15, por ejemplo, no es menos efectiva. La doctora Yolanda Gilaberte asegura que en las pruebas de laboratorio, la protección de factor 15 es totalmente efectiva si se aplica en una medida de 2mg/cm², algo que no se hace normalmente. "Por esta razón, se aumenta el factor recomendable, por la proporción en la que se aplica", señala.
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4. ¿Es verdad que si soy más moreno de piel tengo menos riesgo?
Sí. La afirmación "soy más moreno de piel, así que me quemo menos" es totalmente cierta. La pigmentación es un factor a tener en cuenta tanto en las quemaduras como en el riesgo de cáncer cutáneo. "Entre los afectados por el cáncer de piel hay una relación directa entre la distancia al Ecuador y el color de piel de su población [A menor distancia del Ecuador y a tono de piel más claro, mayor riesgo] Por eso, Australia, al estar en zona tropical y ser sus habitantes más blancos, tiene uno de los índices más altos del mundo", cuenta Nagore, quien recalca que en África, a pesar de situarse en zona tropical y ecuatorial, las tasas de melanoma son bajísimas ya que la población negra tiene más resistencia al daño provocado por el sol.
5. ¿Cuánto tiempo puedo estar al sol antes de quemarme?
No hay una respuesta exacta. A partir de la app UV-Derma permite saber cuánto tiempo puedes exponerte al sol sin demasiado riesgo teniendo en cuenta tu tipo de piel y la situación geográfica.
Además de recordar que si quieres broncearte con precaución, debes evitar las horas centrales del día.
6. ¿Cómo me protejo si se me quema la raya del pelo?
Hay dos formas de hacerlo. Aunque se vendan esprays protectores que se pueden aplicar sobre el cuero cabelludo, lo más fácil es cubrirse la cabeza con un sombrero o gorro en las horas de mayor incidencia solar. Sin embargo, los expertos recuerdan que no solo el impacto del sol es un factor de riesgo, sino que hay que tener en cuenta otros factores como la genética, haberse sometido a un transplante o la edad. Por lo tanto, no siempre se producen melanomas en las zonas expuestas al sol, también en la planta de los pies, debajo de las uñas, los genitales o el cuero cabelludo.
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7. Y si ya me he quemado, ¿qué hago para hacer que no vaya a más?
Los dermatólogos recuerdan que la prevención es lo más importante, pero que una vez que se ha producido la quemadura, lo que no falla es el clásico aftersun. Si las quemaduras son de segundo o tercer grado, los médicos suelen recomendar las cremas con corticoides. Si se produce una quemadura de este nivel con ampollas, se trataría como las que se producen por cualquier otra causa.
8. Si el dermatólogo me quita lunares, ¿prevengo el riesgo de melanoma?
No exactamente. Los miembros de la AEDV recuerdan que esto es una medida preventiva, pero no protege ante el riesgo de melanoma. "Los lunares son una muestra genética que ponen de manifiesto la capacidad de reproducirse que tienen esas células de la piel", aseguran. Además, señalan que los dermatólogos proceden a retirar los lunares que pueden convertirse en un melanoma bien por su evolución, por su forma o por su tamaño, pero no exime de riesgo a la persona que tiene una alta cantidad de lunares (más de 20 en todo el cuerpo).
9. ¿Cómo puedo autoexaminarme en casa?
Lo más recomendable para la detección temprana de cáncer cutáneo es ir cada cuatro o seis meses a una revisión dermatológica. Pero lo que no está tan extendido es mirarse la piel y revisarse los lunares una vez al mes en casa. Algo que puede hacer uno mismo o ayudado de su pareja o familia. Según los expertos, este hábito apenas ocupa cinco minutos y se debe hacer una vez al mes para llevar un seguimiento de la evolución de los lunares. Para ello, hay que observar con detenimiento todas las partes del cuerpo empezando por la cara y acabando por los pies, examinando cada recoveco y no solo centrándose en las partes visibles y extensas como la espalda.
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