El poeta Adonis, este martes en Granada. / EFE
Se muestra en contra del "fascismo militar" que existe, el "fascismo religioso" que se quiere imponer y las "injerencias" de Occidente
GRANADA
El poeta y ensayista sirio Ali Ahmad Said Esber, Adonis, se ha pronunciado este martes acerca de la situación actual de los países árabes y se ha mostrado en contra de los "regímenes corruptos y autoritarios", aunque apostando no sólo por un cambio en los distintos gobiernos sino también por un "cambio global en la mentalidad medieval" de la sociedad árabe para lograr una "verdadera revolución" que suponga alejar la religión del Estado y disociarla de la vida cotidiana.
Adonis, que inaugura este martes el Festival Internacional de Poesía de Granada (FIP), considera que "no se puede hacer una revolución" si no se separa la religión de la política, la cultura y la vida social porque el "cambio" pretendido puede reducirse simplemente a un conflicto que traslade el poder "de unas manos a otras". En su opinión, lo primero que habría que lograr para que la revolución fuese efectiva en los países árabes sería "liberar a la mujer de las leyes religiosas", y alejarse de la violencia armada porque "trae como consecuencia la injerencia de países extranjeros occidentales", como Estados Unidos o Europa.
El poeta, firme aspirante al Premio Nobel de Literatura, ha lamentado la situación en su país, del que permanece exiliado desde 1956, tras permanecer un periodo de seis meses en prisión, y ha culpado de lo que está ocurriendo tanto a los "regímenes autoritarios" como a los "fundamentalistas" que pretenden hacerse con el poder.
Además, ha reflexionado sobre el hecho de que países como Libia o Bahrein no aparezcan con la misma frecuencia en las portadas de los medios de comunicación como Siria. A su juicio, en Libia se ha demostrado que la "injerencia extranjera" ha terminado en un "fracaso absoluto", y, aunque ha tildado de "condenable" el régimen de Gadafi, ha considerado que "destruirlo" correspondía a los propios libios y no "a los americanos o a los europeos". "La injerencia es nefasta porque va en contra del mismo pueblo y la revolución. Prueba de ello es también Iraq, que está en plena destrucción".
De hecho, ha afirmado que, dados los acontecimientos, se ha evidenciado que a Occidente no le interesa la libertad o los derechos humanos, sino el "petróleo o el gas" y se mueve por "intereses económicos". Ha puesto el ejemplo de Bahrein, en el que el 80 por ciento de la población está en contra del régimen impuesto, que sin embargo sí apoyan los países de Occidente. "Para los occidentales, la cuestión principal son los intereses económicos, no defienden la libertad de los pueblos árabes, sino sus propios intereses, pero maquillados o disfrazados con palabra como la revolución de cara a la opinión pública", ha sostenido.
"Esperanza" en la juventud
No obstante, se ha mostrado esperanzado de que la juventud árabe, la misma que ha sembrado la semilla de la primavera árabe movida "de buena fe", con esperanza e ilusiones, logre "tarde o temprano" la continuación de la revolución, si bien ha advertido de que ésta tendrá que ir, por un lado, contra el "fascismo político" actual, contra el "fascismo religioso" que se quiere imponer, y contra las "injerencias occidentales".
En este escenario, el papel del poeta debe pasar, a su juicio, por diferenciar entre lo que es "verdadero y engañoso" y por ponerse siempre del lado del "revolucionario", pero del que no es "falso", aunque sea a veces muy difícil de distinguir, por culpa, en parte, de la imagen ofrecida por los medios de comunicación actuales que pueden "deformar y manipular" la realidad.
Convencido de que la novela puede tener más lectores, en la línea del consumo, que la poesía pero no menos influencia, Adonis entiende que narrar el mundo es "reproducirlo" y que el arte no debe "reproducir", sino "recrear". "La narrativa arroja una imagen similar a la realidad, y yo estoy interesado en la realidad misma", ha indicado el poeta, que considera que el tiempo en la poesía es "tensión vertical" y en la novela "es tiempo muerto, casi inanimado". No obstante, se ha declarado admirador de novelistas como Gabriel García Márquez, Herman Melville, o James Joyce y, en general, de aquellos que escriben desde una "visión poética del mundo".
En la inauguración oficial del FIP, Adonis será entrevistado por la poeta Raquel Lanseros, que ha destacado este martes que se le considera como un "pionero" dentro de la poesía moderna en árabe y que es un "iconoclasta que sigue sus propias reglas", al modo de T.S. Eliot en el mundo anglófono.
Adonis, nacido en Siria en 1930, ha desarrollado su carrera literaria principalmente en el Líbano y Francia, país en el que está exiliado desde 1981. Ha publicado más de veinte libros de poemas en árabe, y es considerado desde hace varios años uno de los aspirantes a obtener el Premio Nobel de Literatura. En 2011 le fue otorgado el prestigioso Premio Goethe.
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