jueves, 31 de mayo de 2012

Documentan el mayor colapso volcánico submarino de la historia lainformacion.com


A mediados de 2011, y durante 14 días consecutivos, el lecho marino de Monowai, a unos mil kilómetros al nordeste de Nueva Zelanda, sufrió una auténtica conmoción. El material de la erupción volcánica se elevó 79 metros y se hundió hasta 20 metros en otras zonas. Durante dos semanas de intensa actividad, la erupción dio lugar a cuatro nuevas cumbres volcánicas y arrojó unos 8,5 millones de metros cúbicos de lava y escombros, el mayor crecimiento volcánico jamás registrado.
Los hechos fueron registrados por un grupo de científicos a bordo del barco alemán Sonne, que ahora publican sus observaciones en Nature Geoscience. "El ritmo de los cambios que observamos", indica el geólogo marino Cornel de Ronde, que participó en las observaciones, "es un recordatorio de la rapidez con que se producen fenómenos geológicos como las erupciones submarinas o el corrimiento de tierras".
Además de aportar información sobre las dinámicas de este tipo de erupciones, De Ronde cree que su estudio aporta información sobre otros peligros potenciales de estos eventos, como es la generación de un gran tsunami. "Está muy bien documentado que cualquier desplazamiento brusco del lecho marino tiene la capacidad potencial de generar un tsunami. Los corrimientos de tierra y las erupciones submarinas pueden desatar una ola gigante que puede viajar a través del océano", indica.
En comparación con otros eventos volcánicos, el crecimiento de Monowai es el mayor conocido bajo el mar y solo superado por los movimientos del monte Sain Helens en EEUU y del Vesubio en Italia. Monowai es uno de los volcanes submarinos más activos de de la fosa de las islas Tonga en el océano Pacífico, una cadena de 2.500 kilómetros en el extremo norte de una zona de subducción activa de la placa Pacífica. Los científicos creen que en los últimos cinco años, este volcán puede haber pasado por una docena de fases similares.
Como ocurrió recientemente en la isla de El Hierro, la actividad submarina pudo ser observada desde la superficie por las grandes burbujas de gas generadas en el lecho marino. Durante los días en que duró la actividad, las islas de la zona sufrieron varios pequeños terremotos.
Referencia: Rapid rates of growth and collapse of Monowai submarine volcano in the Kermadec Arc (Natura Ceoscience) 

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