La poetisa Fina García Marruz recibe el VIII premio de Poesía Federico García Lorca
La poetisa cubana Fina García Marruz logró conmover a los presentes en el Auditorio Manuel de Falla al evocar su niñez al recibir el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca. Por boca de su hijo, José María Vitier, Fina aseguró que le gusta pensar que ese «honroso reconocimiento» es también para las niñas -en referencia a ella y su hermana- que jugaban a representar los versos del poeta «tan amado». Explicaba en su texto que siendo niña pudo asistir a la representación de Bodas de Sangre con Margarita Xirgu. Allí se abrió a la poesía de Federico, y se aficionó a recitar las obras lorquianas.
La poetisa logró conmover al auditorio cuando recordó la escena de Margarita Xirgu anunciando el fusilamiento de Federico, noticia que recibió por telegrama en plena representación. Al anunciar la muerte del poeta el público se puso en pie y comenzó a aplaudir, mientras la Xirgu señalaba que es un «un aplauso para él, para Federico».
«Se hizo un silencio imponente, que se sentía. El teatro en pleno se levantó y comenzó a aplaudir con fuerza, eran unos aplausos duros, rabiosos y tristes», recordó.
El relato lo trasladó la poetisa a través de un texto leído por José María Vitier en nombre de su madre, quien por motivos de salud no pudo asistir ayer tarde tarde al acto de entrega del galardón, considerado hasta ahora el de mayor cuantía (50.000 euros) en habla hispana en el apartado de poesía. El premio se verá afectado por la crisis, y su dotación para su próxima edición se rebajará a 30.000 euros.
«Me gusta pensar hoy que este premio que tan honrosamente recibo es también para aquellas dos niñas que jugaban a representar los versos del poeta tan amado», dijo Fina García Marruz.
La autora ha revivido así cómo llegó a aprender de memoria alguna de las escenas de esta obra lorquiana, que representaba en casa de su padre, médico de profesión, que precisamente tenía un ayudante andaluz.
Además, para «intentar honrar» la importancia del premio y de todos aquellos que dedican su esfuerzo a «enaltecer el significado de la poesía», desgranó algunas de las ideas contenidas en su ensayo «Hablar de la poesía». Fina García Marruz relató su sentimiento hacia la poesía, los fines de la propia poesía, para concluir que «la poesía es el secreto de la vida». García Marruz indicaba que «señalar fines a la poesía, es no comprender que el poeta ha de vivir dentro de ella», manteniendo que la poesía «no es otra cosa que el secreto de la vida», «por lo que siempre escapará a la noción de un fin visible».
Un puñado de versos
El hijo de la poetisa finalizó con la lectura del poema 'Cante', incluido en el cuaderno titulado 'Tierra Amarilla', «un puñado de versos» que García Marruz escribió «bajo la fascinación de esas esencias de lo español que había vislumbrado» en su infancia.
José María Vitier, además de insistir en el agradecimiento de su madre, ha aprovechado para señalar que el premio distingue además a toda la comunidad artística y literaria de Cuba, que lo ha recibido «con una emoción muy grande».
En el acto pronunció un discurso de siete folios el alcalde de Granada. José Torres Hurtado señaló que García Marruz es «una poeta que busca profundizar en el sentido de la realidad, en el misterio de las cosas, tratando de traspasar el mundo de las apariencias».
«Fiel al grupo formado alrededor de la Revista Orígenes al que perteneció junto a otros poetas y a su esposo, también poeta, Cintio Vitier, su poesía refleja también su fidelidad a la tierra, a la materia, a la historia, al hombre y a los sentidos, con una mirada que trasluce entusiasmo y gozo al trascender lo mirado para acceder a lo invisible», señaló el alcalde.
«Desde esa Habana Caribe y universal, a lo largo de todo el convulso siglo XX nos ha llegado la obra de Fina García Marruz, que hoy vemos reconocida en España con el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, y que lo fue también con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que hace tan solo unos días ha obtenido otro gran poeta que fue invitado del Festival de Poesía que hoy clausuramos, el nicaragüense Ernesto Cardenal», añadió el alcalde granadino.
Dos poetas
El alcalde se armó un lío con la edición que hace este premio. Consideró clausurada la octava edición, pero convocaba a la décima. Y tuvo un reconocimiento especial a los poetas Fernando Valverde y Daniel Rodríguez Moya por haber consolidado al Festival de Poesía como la cita más importante de cuantas se celebran en torno a la poesía en España.
Antes que el alcalde se dirigió al auditorio el embajador de Cuba en España, Alejandro González, quien mostró el orgullo de Cuba por su poeta, que además de importantes distinciones suma ahora el premio Lorca de Poesía, considerado uno de los más importantes de las letras españolas. «Es un premio a esta voz sensible, cubanísima, de la que nos sentimos orgullosos en nuestro país», dijo el embajador.
El acto finalizó en el Auditorio Manuel de Falla con un concierto a cargo de solistas de la Orquesta Ciudad de Granada, que interpretaron La Bayamesa 14, de Sindo Garay, y El Manisero 8, de Moisés Simona.
Presencias y ausencias
El acto fue presentado de forma sobria y concisa por el jefe de área de Cultura del Ayuntamiento, José Luis Carmona. También leyó el acta del jurado el edil Juan García Montero, y en la presidencia se sentó Antonio León Serrano, por la Caja Rural, al fin y al cabo, la entidad que pone el dinero para este evento y que desde hace ocho años patrocina un premio ya consolidado.
Pese a la solemnidad del acto, el Auditorio Falla no llegó a llenarse, y el comentario general es que la ausencia de los poetas premiados en el acto de entrega de la distinción desluce en cierta medida la convocatoria y reduce su emotividad.
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