Granada es una de las provincias españolas con mayor tasa de donación Ya lleva 34 trasplantes
Dona órganos para salvar vidas. Este lema que se utiliza para las campañas de promoción de la donación es la filosofía de trabajo de la unidad de trasplantes de los hospitales. Su trabajo está centrado las 24 horas del día en eso, en conseguir órganos para dar una oportunidad de vida a las miles de personas que están en lista de espera, que aguardan un corazón, un pulmón, un riñón o un hígado para salvar su vida. Y no hay descanso. En cualquier momento, cualquier día y a cualquier hora puede llegar la esperanza y ellos trabajan para llevarla a un paciente. Y lo consiguen. La provincia tiene el mérito de ser una de las que cuenta con una tasa de donación más elevada del país, una media de 45 por millón de población, diez puntos por encima de la media nacional y andaluza. En lo que va de año, se han hecho 34 trasplantes.
Su funcionamiento en los servicios del Virgen de las Nieves y del Clínico se gestiona de forma unificada desde finales de los 90. Y el resultado es todo un éxito avalado por datos, por lo que fueron unos avanzados en todo el complejo proceso de 'convergencia' que ahora afecta al resto de servicios hospitalarios. El cambio en aquel momento fue idea del entonces gerente del Clínico Enrique González, que unificó las guardias de los coordinadores de enfermería. El cambio en el equipo médico llegó en 2008. Ahora hay un mismo equipo en los dos hospitales y se turnan las guardias ya que siempre tiene que haber personal alerta en la UCI ante una posible donación. Esto ha permitido generar protocolos comunes de actuación, mejorar la atención al donante y las familias e igualar la logística. "Juntos somos más fuertes y esa fortaleza permite seguir respondiendo a las personas que están en lista de espera", explica el coordinador de trasplantes, José Miguel Pérez Villares.
El equipo en los hospitales de la capital está compuesto por tres coordinadores de enfermería y tres coordinadores médicos: Ramón Lara, Blas Baquedano, Manuel Burgos, Patricia Fuentes, José Martos y José Miguel Pérez Villares. Seis profesionales que no descansan, que dedican las 24 horas del día a los trasplantes ya que siempre hay que tener alerta el teléfono ante cualquier emergencia.
Todo se pone en marcha cuando hay un potencial donante. Entonces "se alerta a la coordinación para estudiar la validez del donante, para hablar con la familia" y para seguir el proceso de la muerte. Porque hay que garantizarse que si se consigue la donación, los órganos están en perfecto estado.
En Granada sólo se implantan hígados y riñones, para el resto de órganos (corazón, pulmón, páncreas e intestino) los pacientes se desplazan al hospital de referencia. La división también afecta a las extracciones. El equipo de Granada extrae hígados y riñones pero si hay un pulmón donado, por ejemplo, se mantiene y se traslada el profesional del hospital al que haya sido asignado para que el proceso sea perfecto. Porque es el equipo que luego va a implantarlo el que tiene la última decisión sobre el órgano y esa verificación última es visual, "con el órgano en las manos" y prevalece sobre el resto de pruebas. Los tiempos son rápidos. Desde que se consigue el donante hasta que se implanta pueden pasar de 6 a 16 horas.
En cuanto al donante, cada vez son más añosos no sólo porque cada vez vivamos más o haya menos accidentes, sino porque "la capacidad de mantener los órganos mejora y los estudios cada vez más fiables permiten aceptar los órganos". La necesidad de encontrar órganos ha llevado también a ampliar las técnicas. En 2010 se implantó en Granada la donación en asistolia (a corazón parado) y ahora se ha ampliado el proceso para pacientes intrahospitalarios. También es uno de los hospitales con más pacientes en el registro de trasplantes cruzados y participó en el primer trasplante de este tipo que se realizó en España.
Todo por romper la estadística de que 1 de cada 10 pacientes en lista de espera fallece.
Su funcionamiento en los servicios del Virgen de las Nieves y del Clínico se gestiona de forma unificada desde finales de los 90. Y el resultado es todo un éxito avalado por datos, por lo que fueron unos avanzados en todo el complejo proceso de 'convergencia' que ahora afecta al resto de servicios hospitalarios. El cambio en aquel momento fue idea del entonces gerente del Clínico Enrique González, que unificó las guardias de los coordinadores de enfermería. El cambio en el equipo médico llegó en 2008. Ahora hay un mismo equipo en los dos hospitales y se turnan las guardias ya que siempre tiene que haber personal alerta en la UCI ante una posible donación. Esto ha permitido generar protocolos comunes de actuación, mejorar la atención al donante y las familias e igualar la logística. "Juntos somos más fuertes y esa fortaleza permite seguir respondiendo a las personas que están en lista de espera", explica el coordinador de trasplantes, José Miguel Pérez Villares.
El equipo en los hospitales de la capital está compuesto por tres coordinadores de enfermería y tres coordinadores médicos: Ramón Lara, Blas Baquedano, Manuel Burgos, Patricia Fuentes, José Martos y José Miguel Pérez Villares. Seis profesionales que no descansan, que dedican las 24 horas del día a los trasplantes ya que siempre hay que tener alerta el teléfono ante cualquier emergencia.
Todo se pone en marcha cuando hay un potencial donante. Entonces "se alerta a la coordinación para estudiar la validez del donante, para hablar con la familia" y para seguir el proceso de la muerte. Porque hay que garantizarse que si se consigue la donación, los órganos están en perfecto estado.
En Granada sólo se implantan hígados y riñones, para el resto de órganos (corazón, pulmón, páncreas e intestino) los pacientes se desplazan al hospital de referencia. La división también afecta a las extracciones. El equipo de Granada extrae hígados y riñones pero si hay un pulmón donado, por ejemplo, se mantiene y se traslada el profesional del hospital al que haya sido asignado para que el proceso sea perfecto. Porque es el equipo que luego va a implantarlo el que tiene la última decisión sobre el órgano y esa verificación última es visual, "con el órgano en las manos" y prevalece sobre el resto de pruebas. Los tiempos son rápidos. Desde que se consigue el donante hasta que se implanta pueden pasar de 6 a 16 horas.
En cuanto al donante, cada vez son más añosos no sólo porque cada vez vivamos más o haya menos accidentes, sino porque "la capacidad de mantener los órganos mejora y los estudios cada vez más fiables permiten aceptar los órganos". La necesidad de encontrar órganos ha llevado también a ampliar las técnicas. En 2010 se implantó en Granada la donación en asistolia (a corazón parado) y ahora se ha ampliado el proceso para pacientes intrahospitalarios. También es uno de los hospitales con más pacientes en el registro de trasplantes cruzados y participó en el primer trasplante de este tipo que se realizó en España.
Todo por romper la estadística de que 1 de cada 10 pacientes en lista de espera fallece.
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