El importe global de la remodelación llevada a cabo por el Ayuntamiento supera los 400.000 euros
ROSA FERNÁNDEZ ALMUÑÉCAR 
Los operarios municipales ultiman los trabajos en el acuario de Almuñécar para que la semana que viene puedan reabrirlo de nuevo al público después de más de año y medio cerrado, con lo que la ciudad sexitana recuperará uno de sus mayores reclamos turísticos. Así lo adelantó el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento sexitano, Luis Aragón, "la idea es reabrirlo el próximo viernes 11 de julio".
Aragón explicó que el principal problema al que se han enfrentado el Ayuntamiento para acometer la reforma ha sido la disponibilidad presupuestaria con la que arreglar las instalaciones que se encontraron sólo 5 años después de su apertura. "Sólo el aire acondicionado ascendía a un coste de 180.000 euros", aseguró.
Durante los trabajos de remodelación, fue necesario arreglar el suelo flotante de la planta baja, ya que se asentaba sobre una estructura metálica que se había oxidado y se estaba cayendo, por lo que no reunía los requisitos de seguridad ni para los trabajadores ni para los visitantes, según Aragón. "Nos temíamos lo peor entonces, y ya aprovechamos para levantar el suelo. Pese a que tenemos que convivir con el agua, la impermeabilización no se hizo de manera adecuada desde el principio, y como es imposible quitarla, tenemos que colocar un suelo preparado", explicó el concejal sexitano.
El responsable de Medio Ambiente puntualizó que han efectuado "catas para que se evacue el agua lo antes posible y que no se acumule". "Además hemos cambiado las instalaciones eléctricas en las zonas técnicas por una inspección de trabajo que nos obligaba a ello, y hemos tenido que cambiar las escaleras de subida a las peceras de los animales".
En definitiva, el ayuntamiento ha realizado "un cambio progresivo", cuyo importe supera los 400.000 euros y que obliga a seguir trabajando en el acuario "para que tanto los trabajadores como los visitantes puedan disfrutarlo en las debidas condiciones de seguridad", concretó el edil.
A pesar de que el pliego principal quedó desierto, por lo que el gobierno municipal tuvo que recuperar la concesión y asumir la gestión directa, Aragón cree que han cumplido "con el compromiso político de recolocar a trabajadores de esta instalación", aunque reconoció que no pueden "contar con todos como cuando lo explotaba por concesión la empresa privada".
Aragón explicó que el principal problema al que se han enfrentado el Ayuntamiento para acometer la reforma ha sido la disponibilidad presupuestaria con la que arreglar las instalaciones que se encontraron sólo 5 años después de su apertura. "Sólo el aire acondicionado ascendía a un coste de 180.000 euros", aseguró.
Durante los trabajos de remodelación, fue necesario arreglar el suelo flotante de la planta baja, ya que se asentaba sobre una estructura metálica que se había oxidado y se estaba cayendo, por lo que no reunía los requisitos de seguridad ni para los trabajadores ni para los visitantes, según Aragón. "Nos temíamos lo peor entonces, y ya aprovechamos para levantar el suelo. Pese a que tenemos que convivir con el agua, la impermeabilización no se hizo de manera adecuada desde el principio, y como es imposible quitarla, tenemos que colocar un suelo preparado", explicó el concejal sexitano.
El responsable de Medio Ambiente puntualizó que han efectuado "catas para que se evacue el agua lo antes posible y que no se acumule". "Además hemos cambiado las instalaciones eléctricas en las zonas técnicas por una inspección de trabajo que nos obligaba a ello, y hemos tenido que cambiar las escaleras de subida a las peceras de los animales".
En definitiva, el ayuntamiento ha realizado "un cambio progresivo", cuyo importe supera los 400.000 euros y que obliga a seguir trabajando en el acuario "para que tanto los trabajadores como los visitantes puedan disfrutarlo en las debidas condiciones de seguridad", concretó el edil.
A pesar de que el pliego principal quedó desierto, por lo que el gobierno municipal tuvo que recuperar la concesión y asumir la gestión directa, Aragón cree que han cumplido "con el compromiso político de recolocar a trabajadores de esta instalación", aunque reconoció que no pueden "contar con todos como cuando lo explotaba por concesión la empresa privada".
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