El Ayuntamiento, a través de la concejala de Cultura, agradeció a Raúl Ruiz su aportación al enriquecimiento del paisaje urbano de Peligros, llenando de color un punto central del pueblo. Cristina López Núñez, la concejala, ha afirmado que “a partir de ahora hay una obra de arte de referencia en Peligros”.
Sobre un fondo gris que simula la textura de un muro de hormigón está situado el personaje, una chica tocada con una camiseta de rayas de colores, que con el pelo al viento y los ojos cerrados sopla sobre un molinillo de viento intentando hacerlo volar.
María de la Encarnación Cambil, profesora de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Granada, que presentó la obra este domingo, aludió al texto que acompaña la obra, de Richard Basch. “Somos maestros de nuestro pasado, artesanos de nuestro presente y aprendices de nuestro futuro, pues lo importante es construir porque solo construyendo juntos tendremos un futuro mejor. Las roscas desde mi punto de vista simbolizan el paso inexorable del tiempo y, finalmente, su tag Sex y su alias el Niño de las pinturas”, explicó.
“Con ella –continuó- se modifica la lectura de este espacio urbano y con el tiempo, se generará un espacio de referencia, ya que su autor no solo construye imágenes y extiende su escritura graffitera por el espacio urbano, sino que focaliza espacios creando en torno a ellos lugares de relación y de referencia.”
Para la profesora, “Peligros irá atribuyendo valores patrimoniales y apreciando la obra como parte de su paisaje urbano, colaborando con ello a que quede definitivamente terminada, ya que el Niño de las Pinturas considera que, cuando el espectador encuentra sentido a las palabras que no están bien escritas y acaba con la imaginación cosas que están sin terminar, es cuando realmente la pieza está acabada”.
El currículo del Niño de las Pinturas es prácticamente irreproducible; han sido innumerables las actividades en las que ha participado desde finales de los ochenta, cuando comenzó a pintar en la calle, en eventos, festivales, reuniones, exposiciones, publicaciones, diseños, talleres, cursos, premios… Para hacerse una idea de su trascendencia, solo hay que echar mano de Google: cada 27 segundos se produce una búsqueda relacionada con él.
Como recordó la profesora Cambil, “sus piezas, presentes en numerosas ciudades y pueblos de España, Europa, América y África, han adquirido especialmente en Granada valor patrimonial. Son numerosos los graffitis del Niño de las Pinturas que han desaparecido de paisaje cultural de Granada, pero otros llevan en él más de una década e inevitablemente esta permanencia ha hecho que adquieran este valor patrimonial y forman parte del paisaje urbano. En torno a ellas se han configurado los “espacios Sex”, los cuales se han ido incluyendo en las visitas turísticas a la ciudad. Incluso hay una empresa que de forma programada realiza un itinerario por ellos”.
Como historiadora del Arte, María Encarnación Cambil considera que el mural “posee los valores artísticos que caracterizan las obras del Niño de las Pinturas: el dominio de la técnica, el dibujo, el color y la perspectiva”. A ese valor artístico hay que añadir su valor simbólico, ya que las piezas del Niño de las Pinturas contienen símbolos y mensajes que hay que interpretar, mediante los cuales su autor nos invita a entrar en dialogo con ellos. “Cuando un transeúnte ve una pieza del Niño de las Pinturas nunca queda indiferente ante ella, puede que se quede en esa primera impresión, pero si se detiene y la observa verá que en ella aparecen una serie de elementos que son comunes en todos sus creaciones: el personaje, generalmente un niño (aunque también aparecen mujeres, adolescentes y hombres), las roscas, el texto, su tag, su alias y su grupo de pertenencia”.
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