El motrileño del concurso televisivo ha participado este fin de semana como jurado en un concurso gastronómico de Castell de Ferro Está desde julio en su Restaurante Casa Cristóbal
ROSA FERNÁNDEZ CASTELL DE FERRO
La sociedad cooperativa El Grupo, de Castell de Ferro, se ha apuntado dos tantos: Uno, organizar un concurso gastronómico, que está tan de moda, dentro de su habitual jornada de convivencia (que incluye una concurrida carrera, donde han participado este año unos 250 corredores y otras actividades); y dos, 'fichar' como jurado al concursante de Masterchef más querido, el motrileño Cristóbal Gómez, que con total humildad entregó galardones y atendió a sus fans, una actitud que le augura un futuro prometedor como cocinero. Además, quiere convertirse en embajador de los productos de la tierra.
-Ahora jurado en este evento y hasta hace poco concursante...
-Suena un poco surrealista, ¡después de tanta caña que me han dado en Masterchef! Me noto raro. Es la primera vez. Prefiero que me juzguen a juzgar, pues esto último es más complicado. Respeto mucho atreverse a poner un plato delante de un jurado.
-¿Qué criterios primaron en su valoración?
-Que esté rico, que al fin y al cabo es lo que se busca. Que tenga todos los sabores, que no suba uno más que otro. Y lo que nos decían: que puedas ponerlo en cualquier restaurante. Porque, aparte, la comida es mi vicio, me como lo que me echen.
-La fruta y la verdura son protagonistas en este concurso culinario.
-Son la base de la dieta saludable. En la actualidad, además, dan mucho juego, porque ahora se mezclan sabores que antes eran impensables. Antes estaba establecido que la fruta sólo iba de postre, ahora se puede hacer una sandía con mojito gelificado, por ejemplo, y un aguacate de postre.
-La ganadora de Masterchef hizo un postre con aguacate, un producto típico de esta tierra.
-Vicky hizo una mousse de aguacate buenísima. La verdad es que yo tengo muchas recetas en mente para defender los productos nuestros: el aguacate, el pepino... Sobre todo, para ahora, en verano, recetas fresquitas. Por donde vaya, quiero defender a capa y espada el producto de la zona que soy.
-¿En qué te ha cambiado la vida este reality?
-¡Cuándo me he visto en un berenjenal de estos! Que te paren por la calle y te pidan fotos … Pero lo más importante es que me ha dado la oportunidad de cocinar. Y ahora lo quiero es formarme. Empiezo en septiembre con mi beca en la escuela Le Cordon Bleu y Jordi y Pepe me han ofrecido que me vaya con ellos y me iré con los dos. Y el año que viene me voy de segundo cocinero con MSC Cruceros.
-Al final, 'el bigotes' (su padre, que regenta el restaurante), le ha tenido que dejar cocinar...
-Mientras que antes me ponía pegas, ahora me pone un cuchillo en cada mano.
-Decías en el programa que ibas a reformar la carta del restaurante Casa Cristóbal de tu padre, de Torrenueva.
-Estoy trabajando ahora el atún, carnes maceradas, postres nuevos, con chocolate blanco y ron pálido, promocionando lo nuestro. Y un montón de cosas nuevas, que hasta que no estén bien hechas no las voy a sacar a carta. El día tenía que tener 36 horas para estar entre fogones.
-¿Sus seguidores le pueden encontrar en este lugar?
-Sí, quiero que prueben mi cocina. Yo estoy allí desde julio desde las 10:30 de la mañana hasta las dos de la madrugada, inventando cosas. De hecho, me tiro unas 14 horas cocinando. Lo que pasa es que de momento también tengo que atender algunos días compromisos en Madrid, como esta semana, la final de Masterchef y una presentación de la película Chef. O la firma de libros.
-¿Has notado más afluencia después tras su paso por el concurso?
-Claro que sí, te reconforta que vengan a conocerte gente de Málaga o de Sevilla y, sobre todo, que comen y cuando prueban lo que cocinas, les gusta y ahí te sientes aún mejor.
-Eres el concursante que mejor ha caído al público, pero se sabe poco de ti.
-Estoy casado, tengo 33 años, vivo en Motril y mi mujer tiene un hijo de 20 años que vive con nosotros.
-Pero también se ha llevado bien con todo el mundo.
-Con todos, con Jordi, Pepe, Samantha, con los cámaras, la gente de sonido… Me he traído muchos amigos.
-¿Qué creen que vio el jurado en usted?
-La actitud, porque la aptitud se puede aprender, pero la actitud la tienes o no. Mi energía y las ganas que le pongo a lo que me propongo es lo que creo que me han hecho llegar al tercer puesto de Masterchef.
-¿Podremos ver a alguno de los miembros del jurado en su restaurante?
-Ojalá que sí. Tendré que converles. Si viene Pepe, le tendré que poner bien de comer porque ése come. Los que sí van a venir en agosto son los 'Bro' (Miguel Ángel, Jorge y Cristóbal). Queremos hacer un menú utilizando los productos de la Costa Tropical.
-¿Te gustaría haber ganado?
-Claro que sí. Siempre te queda el gusanillo de haberte quedado a las puertas de la final, pero estoy muy contento de haber entrado amateur y haber salido haciendo muelles de caramelo o platos que no me imaginaba que pudiese hacer creados por cocineros con estrellas Michelin.
-¿Te vas a convertir en embajador de los productos de la Costa Tropical?
-Me gustaría defender los productos que tenemos aquí, sobre todo, porque creo que tienen una calidad impresionante.
-Ahora jurado en este evento y hasta hace poco concursante...
-Suena un poco surrealista, ¡después de tanta caña que me han dado en Masterchef! Me noto raro. Es la primera vez. Prefiero que me juzguen a juzgar, pues esto último es más complicado. Respeto mucho atreverse a poner un plato delante de un jurado.
-¿Qué criterios primaron en su valoración?
-Que esté rico, que al fin y al cabo es lo que se busca. Que tenga todos los sabores, que no suba uno más que otro. Y lo que nos decían: que puedas ponerlo en cualquier restaurante. Porque, aparte, la comida es mi vicio, me como lo que me echen.
-La fruta y la verdura son protagonistas en este concurso culinario.
-Son la base de la dieta saludable. En la actualidad, además, dan mucho juego, porque ahora se mezclan sabores que antes eran impensables. Antes estaba establecido que la fruta sólo iba de postre, ahora se puede hacer una sandía con mojito gelificado, por ejemplo, y un aguacate de postre.
-La ganadora de Masterchef hizo un postre con aguacate, un producto típico de esta tierra.
-Vicky hizo una mousse de aguacate buenísima. La verdad es que yo tengo muchas recetas en mente para defender los productos nuestros: el aguacate, el pepino... Sobre todo, para ahora, en verano, recetas fresquitas. Por donde vaya, quiero defender a capa y espada el producto de la zona que soy.
-¿En qué te ha cambiado la vida este reality?
-¡Cuándo me he visto en un berenjenal de estos! Que te paren por la calle y te pidan fotos … Pero lo más importante es que me ha dado la oportunidad de cocinar. Y ahora lo quiero es formarme. Empiezo en septiembre con mi beca en la escuela Le Cordon Bleu y Jordi y Pepe me han ofrecido que me vaya con ellos y me iré con los dos. Y el año que viene me voy de segundo cocinero con MSC Cruceros.
-Al final, 'el bigotes' (su padre, que regenta el restaurante), le ha tenido que dejar cocinar...
-Mientras que antes me ponía pegas, ahora me pone un cuchillo en cada mano.
-Decías en el programa que ibas a reformar la carta del restaurante Casa Cristóbal de tu padre, de Torrenueva.
-Estoy trabajando ahora el atún, carnes maceradas, postres nuevos, con chocolate blanco y ron pálido, promocionando lo nuestro. Y un montón de cosas nuevas, que hasta que no estén bien hechas no las voy a sacar a carta. El día tenía que tener 36 horas para estar entre fogones.
-¿Sus seguidores le pueden encontrar en este lugar?
-Sí, quiero que prueben mi cocina. Yo estoy allí desde julio desde las 10:30 de la mañana hasta las dos de la madrugada, inventando cosas. De hecho, me tiro unas 14 horas cocinando. Lo que pasa es que de momento también tengo que atender algunos días compromisos en Madrid, como esta semana, la final de Masterchef y una presentación de la película Chef. O la firma de libros.
-¿Has notado más afluencia después tras su paso por el concurso?
-Claro que sí, te reconforta que vengan a conocerte gente de Málaga o de Sevilla y, sobre todo, que comen y cuando prueban lo que cocinas, les gusta y ahí te sientes aún mejor.
-Eres el concursante que mejor ha caído al público, pero se sabe poco de ti.
-Estoy casado, tengo 33 años, vivo en Motril y mi mujer tiene un hijo de 20 años que vive con nosotros.
-Pero también se ha llevado bien con todo el mundo.
-Con todos, con Jordi, Pepe, Samantha, con los cámaras, la gente de sonido… Me he traído muchos amigos.
-¿Qué creen que vio el jurado en usted?
-La actitud, porque la aptitud se puede aprender, pero la actitud la tienes o no. Mi energía y las ganas que le pongo a lo que me propongo es lo que creo que me han hecho llegar al tercer puesto de Masterchef.
-¿Podremos ver a alguno de los miembros del jurado en su restaurante?
-Ojalá que sí. Tendré que converles. Si viene Pepe, le tendré que poner bien de comer porque ése come. Los que sí van a venir en agosto son los 'Bro' (Miguel Ángel, Jorge y Cristóbal). Queremos hacer un menú utilizando los productos de la Costa Tropical.
-¿Te gustaría haber ganado?
-Claro que sí. Siempre te queda el gusanillo de haberte quedado a las puertas de la final, pero estoy muy contento de haber entrado amateur y haber salido haciendo muelles de caramelo o platos que no me imaginaba que pudiese hacer creados por cocineros con estrellas Michelin.
-¿Te vas a convertir en embajador de los productos de la Costa Tropical?
-Me gustaría defender los productos que tenemos aquí, sobre todo, porque creo que tienen una calidad impresionante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario