La Fundación Anaed abre centro en Granada y advierte de la necesidad de atender cuanto antes a los enfermos para evitar que se cronifique La crisis ha multiplicado también los diagnósticos
S. VALLEJO GRANADA
Los casos de depresión han aumentado en los años de la crisis. La pérdida de un empleo, la dificultad de encontrar uno nuevo, las dificultades económicas en el hogar o el problema para alimentar a los hijos son realidades que llevan muchos años afectado a numerosos hogares. Y eso pasa factura en la salud mental de la población, por lo que la receta de antidepresivos y relajantes ha aumentado y los diagnósticos de depresión también.
Pero hay otra situación que ha generado alarma: el aumento de casos de depresión entre los jóvenes. Ya no es sólo una patología de adultos y la situación económica y el cambio en el mercado laboral, así como las perspectivas de futuro, también condicionan el desarrollo a corto y medio plazo de la vida de los jóvenes. Y es un problema que hay que atajar para que no se cronifique y sobre todo para que no desemboque en otras prácticas, como el suicidio.
Para el tratamiento de las personas con depresión Granada cuenta desde hace unos meses con una sede de la Fundación de ayuda a personas con depresión (Anaed), presente ya en 59 ciudades de toda España. Y su coordinador nacional, José Ramón Pagés, advirtió a este periódico de la realidad de los jóvenes. "Están aumentando los casos entre los 16 y 29 años. La crisis afecta, pero también el bullying y sobre todo la presión social por encontrar un trabajo que tienen los jóvenes ahora y todo lo que necesitan de carreras, doctorados y máster para lograr un empleo", explicó. Y es que los jóvenes tienen mucha más presión por terminar su formación con nota, formar un currículo amplio para competir por un puesto de trabajo que muchas veces ni llega, lo que termina provocando un cuadro depresivo. "Además cada vez salen más tarde de casa. Todo eso les afecta", más cuando es una generación que hasta ahora ha estado acostumbrada a vivir cómodamente y tener de todo.
Y el tema es delicado. Entre los jóvenes, la primera causa de muerte en Europa son los accidentes de tráfico relacionados con el consumo de drogas y la segunda causa de muerte es el suicidio. Además, la primera causa de discapacidad entre los jóvenes es la depresión. "Nos tenemos que preguntar ¿qué sociedad estamos dejando? Y no es un problema sólo de España, sino también del resto de Europa.
Anaed nació en 1994 como asociación formada en Madrid por un grupo de personas con depresión que vieron que había una carencia en la ayuda del sistema sanitario a estos pacientes. En 2002 se convirtió en Fundación y ya está presente en 59 ciudades de todo el país, con unos 130 trabajadores (sumando voluntarios) y atendiendo a entre 500 y 800 personas al mes.
"Lo que hace Anaed es dar atención psicológica a las personas con depresión y fijar terapias para que superen la enfermedad o, si está relacionada con una patología de base, sepan controlarla", dijo el coordinador. Porque la depresión puede ser endógena, cuando aparece por problemas psiquiátricos o patologías, o exógena, cuando surge por los problemas que se tienen alrededor, como puede ser la muerte de un familiar, un divorcio o la pérdida de un empleo. En Anaed subvencionan las terapias con psicólogos y psiquiatras al 75%, por lo que si habitualmente la consulta suele rondar los 60 euros la cita, en la Fundación la ofrecen a 15 euros.
"No sólo hay que dar terapia a la persona afectada sino que también damos apoyo familiar porque es difícil saber cómo actuar si no lo entiende ni el que la tiene, por lo que hay que hacer un tratamiento integral", asegura Pagés. Así, cuando un paciente acude a la Fundación, se pasa al psicólogo para que lo evalúe durante dos o tres semanas y después se fije la estrategia de atención. "Nosotros seguimos la terapia cognitivo-conductual que creemos que es la más efectiva y la que mejor funciona para tratar la depresión".
Con todo, no es algo fácil ya que Pagés asegura que hay tantas depresiones como personas que la sufren porque cada caso es diferente. "Hay que hacer que su cerebro funcione y vaya dando pasos y consiguiendo cosas porque uno de los síntomas que sufren los pacientes es que se infravaloran. No tienen ganas de vivir, de hacer nada", aclara.
En Europa hay 21 millones de personas con depresión y en España, 2,5 aunque se calcula que en total (porque muchos no están diagnosticados) serían unos 6 millones. Y un riesgo asociado a la depresión es el suicidio. El último dato de 2013 indica que ese año se produjeron 300 suicidios más que el año anterior, con un total de 3.874 en todo el país. Respecto al consumo de antidepresivos, se recetan 38 millones de dosis al año.
Sobre el perfil del enfermo, el 75% de los pacientes con depresión son mujeres y el 25% restante, hombres.
Pero hay otra situación que ha generado alarma: el aumento de casos de depresión entre los jóvenes. Ya no es sólo una patología de adultos y la situación económica y el cambio en el mercado laboral, así como las perspectivas de futuro, también condicionan el desarrollo a corto y medio plazo de la vida de los jóvenes. Y es un problema que hay que atajar para que no se cronifique y sobre todo para que no desemboque en otras prácticas, como el suicidio.
Para el tratamiento de las personas con depresión Granada cuenta desde hace unos meses con una sede de la Fundación de ayuda a personas con depresión (Anaed), presente ya en 59 ciudades de toda España. Y su coordinador nacional, José Ramón Pagés, advirtió a este periódico de la realidad de los jóvenes. "Están aumentando los casos entre los 16 y 29 años. La crisis afecta, pero también el bullying y sobre todo la presión social por encontrar un trabajo que tienen los jóvenes ahora y todo lo que necesitan de carreras, doctorados y máster para lograr un empleo", explicó. Y es que los jóvenes tienen mucha más presión por terminar su formación con nota, formar un currículo amplio para competir por un puesto de trabajo que muchas veces ni llega, lo que termina provocando un cuadro depresivo. "Además cada vez salen más tarde de casa. Todo eso les afecta", más cuando es una generación que hasta ahora ha estado acostumbrada a vivir cómodamente y tener de todo.
Y el tema es delicado. Entre los jóvenes, la primera causa de muerte en Europa son los accidentes de tráfico relacionados con el consumo de drogas y la segunda causa de muerte es el suicidio. Además, la primera causa de discapacidad entre los jóvenes es la depresión. "Nos tenemos que preguntar ¿qué sociedad estamos dejando? Y no es un problema sólo de España, sino también del resto de Europa.
Anaed nació en 1994 como asociación formada en Madrid por un grupo de personas con depresión que vieron que había una carencia en la ayuda del sistema sanitario a estos pacientes. En 2002 se convirtió en Fundación y ya está presente en 59 ciudades de todo el país, con unos 130 trabajadores (sumando voluntarios) y atendiendo a entre 500 y 800 personas al mes.
"Lo que hace Anaed es dar atención psicológica a las personas con depresión y fijar terapias para que superen la enfermedad o, si está relacionada con una patología de base, sepan controlarla", dijo el coordinador. Porque la depresión puede ser endógena, cuando aparece por problemas psiquiátricos o patologías, o exógena, cuando surge por los problemas que se tienen alrededor, como puede ser la muerte de un familiar, un divorcio o la pérdida de un empleo. En Anaed subvencionan las terapias con psicólogos y psiquiatras al 75%, por lo que si habitualmente la consulta suele rondar los 60 euros la cita, en la Fundación la ofrecen a 15 euros.
"No sólo hay que dar terapia a la persona afectada sino que también damos apoyo familiar porque es difícil saber cómo actuar si no lo entiende ni el que la tiene, por lo que hay que hacer un tratamiento integral", asegura Pagés. Así, cuando un paciente acude a la Fundación, se pasa al psicólogo para que lo evalúe durante dos o tres semanas y después se fije la estrategia de atención. "Nosotros seguimos la terapia cognitivo-conductual que creemos que es la más efectiva y la que mejor funciona para tratar la depresión".
Con todo, no es algo fácil ya que Pagés asegura que hay tantas depresiones como personas que la sufren porque cada caso es diferente. "Hay que hacer que su cerebro funcione y vaya dando pasos y consiguiendo cosas porque uno de los síntomas que sufren los pacientes es que se infravaloran. No tienen ganas de vivir, de hacer nada", aclara.
En Europa hay 21 millones de personas con depresión y en España, 2,5 aunque se calcula que en total (porque muchos no están diagnosticados) serían unos 6 millones. Y un riesgo asociado a la depresión es el suicidio. El último dato de 2013 indica que ese año se produjeron 300 suicidios más que el año anterior, con un total de 3.874 en todo el país. Respecto al consumo de antidepresivos, se recetan 38 millones de dosis al año.
Sobre el perfil del enfermo, el 75% de los pacientes con depresión son mujeres y el 25% restante, hombres.
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