El astronauta André Kuipers retrató desde la Estación Espacial Internacional al satélite con un aspecto achatado inusual
ANDRÉ KUIPERS
La superluna más grande del siglo pudo verse desde la Tierra el pasado sábado. En todo su esplendor. El satélite, en fase de luna llena, se situó en su perigeo, en la distancia más cercana a la Tierra.
El fenómeno, de gran belleza y apreciable a simple vista, fue muy fotografiado. Y no solo desde la superficie del planeta. También desde el espacio, desde la Estación Espacial Internacional (ISS). Allí el astronauta André Kuipers consiguió una imagen muy poco habitual: la Luna achatada hundiéndose en la atmósfera terrestre como si de una puesta de sol se tratara. Y la volcó en twitter, para pasmo y maravilla de sus más de 200.000 seguidores.
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