El continente europeo es un voraz consumidor de energía, en buena medida para mover los 260 millones de coches que circulan por sus carreteras. En un escenario de inminente crisis energética, gobiernos y empresas buscan denodadamente fuentes energéticas alternativas a sus proveedores tradicionales, muchos de ellos ubicados en áreas altamente inestables del mundo.
Pero hay un país en Europa que es prácticamente autosuficiente en términos energéticos: Islandia, donde la energía geotérmica cubre el 66% de las necesidades de la isla, la hidroeléctrica, el 15% y sólo tienen que importar el petróleo para los vehículos: el 19% restante. Además, ambas fuentes primarias –geotérmina e hidroeléctrica- son renovables, lo que convierten a Islandia en el país más puntero del mundo: toda la electricidad producida en Islandia procede de fuentes renovables.
Inminentemente miles de coches europeos también se moverán gracias al remanente de energía geotermal de Islandia. La empresa CRI (Carbon Recycling Iceland) ha llegado a un acuerdo con la petrolera holandesa Argos para proveer “metanol renovable” producido a partir de “agua, electricidad renovable y CO2” y que la petrolera mezclará con gasolina normal.
El CO2 utilizado para la producción de Vulcanol, nombre comercial del etanol, procede de la planta geotermal HS Orka, situada a 50 kilómetros de Reykjavik. Se trata del remanente de la producción “que no es consumida por el mercado nacional”, aclara la empresa.
Eso sí, como apunta el analista Mark Halper en Smart Planet, el llamado “metanol renovable” lo es hasta cierto punto, pues si bien en el proceso de producción atrapa el CO2 que de otra forma hubiera salido a la atmósfera, queda liberado al quemarse, aunque un 30% menos de cantidad que la gasolina convencional.
Cada año se consumen en el mundo 20 millones de toneladas de etanol como combustible, aunque sólo una pequeña parte de esta cantidad procede en fuentes renovables, señala CRI. En Europa el 5% del combustible procede de energías renovables, mayoritariamente biocombustibles. Pero los famosos biocombustibles tienen una tétrica cara oculta: literalmente roban las cosechas a los habitantes de los países pobres para mover los vehículos de los ricos. La UE está sopesando rescindir su directiva sobre biocombustibles a finales de 2013, lo que daría alas a fuentes alternativas, como el etanol geotermal islandés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario