La Universidad de Granada inicia una serie de charlas divulgativas sobre el macroproyecto internacional IFMIF-Dones, al que opta la provincia como sede de una candidatura estatal
ENRIQUE ABUÍN GRANADa
El nuevo curso académico de la UGR va a contar con un protagonista de excepción. Se trata del acelerador de partículas de fusión, al que opta Granada como la sede elegida de una candidatura española que compite con las de Polonia y Croacia. La Universidad, institución que abandera la iniciativa a nivel local, ya está preparando una campaña de apoyo y divulgación en torno a todo lo que significa el macroproyecto de IFMIF-Dones. El objetivo es sumar las fuerzas de la comunidad investigadora y estudiantil granadina de cara a consolidar una propuesta más ambiciosa. Ayer mismo se celebró una primera conferencia de acercamiento al acelerador de partículas a cargo del catedrático de Física Teórica, Fernando Cornet, que estuvo acompañado de Enrique Herrera, vicerrector de Transferencia e Investigación y el encargado de representar a la UGR en la comisión nacional de la candidatura de IFMIF.
La charla, de carácter divulgativo, constó de dos partes: la presentación del proyecto desde el punto de vista técnico y una exposición más detallada de las ventajas de la energía de fusión. En este sentido, el catedrático relató las posibilidades de la fusión como "una nueva forma de producir energía que será importante, ya que los combustibles fósiles se acaban y tendrán problemas los países que dependen de esta energía". Cornet realizó una exposición de otras formas de producir energía como las alternativas solar, eólica, geotérmica o la de las mareas y las contrapuso como caminos que hay que seguir al par de la fusión. "Lo más razonable no es jugárselo todo a una carta", señaló el experto en Física Teórica de la UGR.
"Hoy por hoy ya se ha hecho fusión", explicó Cornet, quien desarrolló las diferentes experiencias de este tipo que se están desarrollando en Europa como el ITER de Francia o el Jet de Reino Unido. No obstante, también se pusieron sobre la mesa las dificultades que puede conllevar la búsqueda de la fusión-prevista para 2050- y hasta la posibilidad de fracasar en el intento: "Nunca sabemos a dónde va a llegar la ciencia, nunca se puede asegurar al 100%", resumió el catedrático.
En el lado de las ventajas está la seguridad que comporta la fusión frente a los reactores de fisión nuclear. "La gran ventaja de los reactores de fusión es que es un núcleo estable, no radiactivo", detalló Cornet, quien además añadió que este tipo de energía no suscitaría debate sobre los residuos y los cementerios nucleares de tanto impacto social, ya que "no hay que almacenar los residuos porque los materiales no se desintegran".
Por otra parte, está todo el retorno económico y social que podría generar en Granada una infraestructura que, según los cálculos, reportaría un impacto de 1.000 millones de euros sobre el PIB provincial y la creación de empleo integral de 12.000 puestos de trabajo. "Es difícil explicar a la sociedad qué es un acelerador, pero ya está creando un interés social importante y hay que saber explicar todo lo que trae de retorno a Granada, esto ya no se trata solamente de ciencia".
La conferencia de ayer dejó claro que la opción de que Granada se convierta en la sede de IFMIF-Dones es "obviamente un regalo y es una posibilidad que tenemos que aprovechar". Pero no es algo que incumba a una provincia sino a la comunidad científica de todo un país: "España a nivel científico no está mal, tiene un número de publicaciones aceptable, pero uno de sus problemas es que tiene un déficit de grandes infraestructuras científicas", expuso Cornet sobre la necesidad de implicar a todos los colectivos. Entre ellos, a la comunidad universitaria de Granada, que será la más beneficiada si finalmente llega el acelerador. "El tenerlo aquí va a ser un empujón importante y no que los alumnos tengan que viajar 1.000 kilómetros para ver uno".
La charla, de carácter divulgativo, constó de dos partes: la presentación del proyecto desde el punto de vista técnico y una exposición más detallada de las ventajas de la energía de fusión. En este sentido, el catedrático relató las posibilidades de la fusión como "una nueva forma de producir energía que será importante, ya que los combustibles fósiles se acaban y tendrán problemas los países que dependen de esta energía". Cornet realizó una exposición de otras formas de producir energía como las alternativas solar, eólica, geotérmica o la de las mareas y las contrapuso como caminos que hay que seguir al par de la fusión. "Lo más razonable no es jugárselo todo a una carta", señaló el experto en Física Teórica de la UGR.
"Hoy por hoy ya se ha hecho fusión", explicó Cornet, quien desarrolló las diferentes experiencias de este tipo que se están desarrollando en Europa como el ITER de Francia o el Jet de Reino Unido. No obstante, también se pusieron sobre la mesa las dificultades que puede conllevar la búsqueda de la fusión-prevista para 2050- y hasta la posibilidad de fracasar en el intento: "Nunca sabemos a dónde va a llegar la ciencia, nunca se puede asegurar al 100%", resumió el catedrático.
En el lado de las ventajas está la seguridad que comporta la fusión frente a los reactores de fisión nuclear. "La gran ventaja de los reactores de fusión es que es un núcleo estable, no radiactivo", detalló Cornet, quien además añadió que este tipo de energía no suscitaría debate sobre los residuos y los cementerios nucleares de tanto impacto social, ya que "no hay que almacenar los residuos porque los materiales no se desintegran".
Por otra parte, está todo el retorno económico y social que podría generar en Granada una infraestructura que, según los cálculos, reportaría un impacto de 1.000 millones de euros sobre el PIB provincial y la creación de empleo integral de 12.000 puestos de trabajo. "Es difícil explicar a la sociedad qué es un acelerador, pero ya está creando un interés social importante y hay que saber explicar todo lo que trae de retorno a Granada, esto ya no se trata solamente de ciencia".
La conferencia de ayer dejó claro que la opción de que Granada se convierta en la sede de IFMIF-Dones es "obviamente un regalo y es una posibilidad que tenemos que aprovechar". Pero no es algo que incumba a una provincia sino a la comunidad científica de todo un país: "España a nivel científico no está mal, tiene un número de publicaciones aceptable, pero uno de sus problemas es que tiene un déficit de grandes infraestructuras científicas", expuso Cornet sobre la necesidad de implicar a todos los colectivos. Entre ellos, a la comunidad universitaria de Granada, que será la más beneficiada si finalmente llega el acelerador. "El tenerlo aquí va a ser un empujón importante y no que los alumnos tengan que viajar 1.000 kilómetros para ver uno".
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