V. G. B. GRANADA
La gran actividad sísmica que el Instituto Geográfico Nacional ha detectado en los últimos días dio origen ayer a dos terremotos en los dominios de la provincia de Granada, ambos de baja intensidad al no superar los 2,5 grados en la escala Ritcher. El primero de ellos tuvo lugar a las 2:50 horas de la madrugada del pasado miércoles (de 2,5 grados) frente a la Costa Tropical en el norte del mar de Alborán.
Por otro lado, a las 13:45 horas se notó un pequeño temblor en el municipio de Santa Cruz del Comercio, ubicado en el Poniente granadino con una magnitud de 1,7 grados. El terremoto se originó a 18 kilómetros de profundidad.
Fuentes consultadas por este periódico informaron ayer que no había constancia de que este último seísmo -al producirse bajo tierra- provocara daños personales ni materiales. Cabe destacar que el pasado 25 de agosto tuvo lugar otro terremoto con epicentro en la misma localidad con 1,5 grados en la escala Ritcher y a 12 kilómetros de profundidad.
Con anterioridad, en la Puebla de Don Fadrique se registró el pasado domingo, 28 de agosto, otro temblor de 1,8 grados y profundidad de 12 kilómetros. Un fenómeno que tuvo lugar poco después de las 11:00 horas.
El mismo día y de idéntico nivel de intensidad se produjo otro con epicentro en el municipio de Chimeneas, muy cerca de Santa Cruz del Comercio, a 11 kilómetros de profundidad.
Según los expertos, esta actividad sísmica es habitual en la zona por la falla que separa el continente europeo y africano bajo el Mediterráneo. Las placas en la que se divide la superficie del planeta se mueven debido al intenso calor en el núcleo de la Tierra, el cual hace que se mueva la roca fundida dentro del manto. La placa eurasiática y la africana llevan millones de años en conflicto, empujándose, entremezclándose y provocando miles de terremotos al año, algunos de magnitud suficiente como para producir muertes.
Las fallas derivadas de este choque de fuerzas hacen que Granada sea una zona de riesgo sísmico y en ella se han dejado sentir parte de los terremotos que han tenido lugar a lo largo del último año. Desde entonces, las placas eurasiática y africana se han acercado un milímetro según el doctor en Geodinámica de la Universidad de Granada , Jesús Galindo. El profesor explicó en Cablemel que el buque Hespérides del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acudirá próximamente al mar de Alborán para realizar un análisis del fondo marino con el que se podrá determinar qué zonas se encuentran en conflicto.
Por otro lado, a las 13:45 horas se notó un pequeño temblor en el municipio de Santa Cruz del Comercio, ubicado en el Poniente granadino con una magnitud de 1,7 grados. El terremoto se originó a 18 kilómetros de profundidad.
Fuentes consultadas por este periódico informaron ayer que no había constancia de que este último seísmo -al producirse bajo tierra- provocara daños personales ni materiales. Cabe destacar que el pasado 25 de agosto tuvo lugar otro terremoto con epicentro en la misma localidad con 1,5 grados en la escala Ritcher y a 12 kilómetros de profundidad.
Con anterioridad, en la Puebla de Don Fadrique se registró el pasado domingo, 28 de agosto, otro temblor de 1,8 grados y profundidad de 12 kilómetros. Un fenómeno que tuvo lugar poco después de las 11:00 horas.
El mismo día y de idéntico nivel de intensidad se produjo otro con epicentro en el municipio de Chimeneas, muy cerca de Santa Cruz del Comercio, a 11 kilómetros de profundidad.
Según los expertos, esta actividad sísmica es habitual en la zona por la falla que separa el continente europeo y africano bajo el Mediterráneo. Las placas en la que se divide la superficie del planeta se mueven debido al intenso calor en el núcleo de la Tierra, el cual hace que se mueva la roca fundida dentro del manto. La placa eurasiática y la africana llevan millones de años en conflicto, empujándose, entremezclándose y provocando miles de terremotos al año, algunos de magnitud suficiente como para producir muertes.
Las fallas derivadas de este choque de fuerzas hacen que Granada sea una zona de riesgo sísmico y en ella se han dejado sentir parte de los terremotos que han tenido lugar a lo largo del último año. Desde entonces, las placas eurasiática y africana se han acercado un milímetro según el doctor en Geodinámica de la Universidad de Granada , Jesús Galindo. El profesor explicó en Cablemel que el buque Hespérides del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acudirá próximamente al mar de Alborán para realizar un análisis del fondo marino con el que se podrá determinar qué zonas se encuentran en conflicto.
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