La falta de lluvia también producirá una merma del 30% de la producción de uva en la Contraviesa
R. FERNÁNDEZ ·
La sequía está dando más de un quebradero de cabeza a los agricultores de toda la provincia. En el caso de Almuñécar, los agricultores sexitanos dieron la voz de alarma hace unas semanas: si sus árboles no tienen agua, corren el riesgo de secarse, por lo que aseguraban que estaban en peligro 2.000 hectáreas de subtropicales. Apenas han caído unas gotas, pero desde Mancomunidad han arbitrado una solución con la que evitarían perder estas plantaciones para siempre. El presidente del ente mancomunado, Sergio García Alabarce, quiere dejar claro que las medidas provisionales en las que lleva trabajando desde hace un año para dar respuesta a esta crisis están ahí para paliar la situación hasta que llegue el agua de Rules, que "es la solución definitiva".
Sin embargo, mientras, las plantas no pueden esperar y el suelo se agrieta. "Yo me tengo que poner en un escenario posible, en el que siguiera sin llover hasta el mes de noviembre". En ese caso, podría no haber vuelta atrás. Por ello, ya los agricultores cuentan con una tabla de salvación a la que acogerse. Y es la utilización del agua de la depuradora de Almuñécar que, "afortunadamente, cuenta con un sistema terciario, que supone que tiene un paso de depuración más", comenta García Alabarce, quien explica que "ese proceso permite que el agua sea utilizable para el riesgo, directamente".
La Mancomunidad, en la búsqueda de una solución para la sequía de la comarca del Río Verde, encargó a Aguas y Servicios que hiciera una puesta a punto de dicho sistema. Sin embargo, advierte de que el líquido elemento "tiene un coste", de ahí que cada metro cúbico que ya está disponible en la depuradora para los agricultores tiene un precio de 17 céntimos, que tendrían que ser abonados por los que la utilicen.
Además, está la cuestión de conducirla hasta las fincas agrícolas. Para ello, la Comunidad de Regantes de Río Verde ha solicitado ser la concesionaria y ha elaborado un proyecto para dar forma a todo esto y ha calculado que la inversión total a la que habrá que hacer frente asciende a 500.000 euros.
En la Alpujarra la falta de precipitaciones también ha afectado considerablemente a los cultivos. Apenas ha arrancado la vendimia y los agricultores de la Contraviesa ya confirman el mal presagio debido a la sequía. Falta de agua que está poniendo en serias dificultades al sector que ya prevé un descenso de un tercio de la producción de uva. Francisco Molina, agricultor y enólogo en la zona, señala que "la falta de lluvia evidentemente afecta y ha hecho que merme sobre todo la cantidad de uva, más que la calidad. La sequía está dando como resultado una uva más pequeña que otros años y va a suponer pérdidas en la producción de entre un 25 y un 30%".
Aunque según apuntan lo peor no es lo que ocurra este año, sino el próximo si persiste la sequía. "Llevamos ya tres años seguidos sin recibir el agua necesaria, las plantas están bastante estresadas. Por ahora la cosecha está siendo buena pero no sabemos lo que ocurrirá el año que viene, que nos vamos a ver obligados a arrancar las viñas porque nos estamos quedando sin recursos". La Contraviesa es una zona que no cuenta con ningún dispositivo de apoyo de riego y que por tanto tan solo depende exclusivamente del agua que caiga del cielo. "La uva de esta campaña está preciosa, hay poca cantidad, pero me da más miedo pensar en años venideros porque no hay reservas y la planta no va a poder tirar para adelante".
Por otro lado, la organización agraria Coag Granada también ha denunciado que "la situación es especialmente alarmante en la Alpujarra baja, donde hay mucha viña, almendros y olivos que no reciben agua de lluvia desde hace unos ocho meses".
Sin embargo, mientras, las plantas no pueden esperar y el suelo se agrieta. "Yo me tengo que poner en un escenario posible, en el que siguiera sin llover hasta el mes de noviembre". En ese caso, podría no haber vuelta atrás. Por ello, ya los agricultores cuentan con una tabla de salvación a la que acogerse. Y es la utilización del agua de la depuradora de Almuñécar que, "afortunadamente, cuenta con un sistema terciario, que supone que tiene un paso de depuración más", comenta García Alabarce, quien explica que "ese proceso permite que el agua sea utilizable para el riesgo, directamente".
La Mancomunidad, en la búsqueda de una solución para la sequía de la comarca del Río Verde, encargó a Aguas y Servicios que hiciera una puesta a punto de dicho sistema. Sin embargo, advierte de que el líquido elemento "tiene un coste", de ahí que cada metro cúbico que ya está disponible en la depuradora para los agricultores tiene un precio de 17 céntimos, que tendrían que ser abonados por los que la utilicen.
Además, está la cuestión de conducirla hasta las fincas agrícolas. Para ello, la Comunidad de Regantes de Río Verde ha solicitado ser la concesionaria y ha elaborado un proyecto para dar forma a todo esto y ha calculado que la inversión total a la que habrá que hacer frente asciende a 500.000 euros.
En la Alpujarra la falta de precipitaciones también ha afectado considerablemente a los cultivos. Apenas ha arrancado la vendimia y los agricultores de la Contraviesa ya confirman el mal presagio debido a la sequía. Falta de agua que está poniendo en serias dificultades al sector que ya prevé un descenso de un tercio de la producción de uva. Francisco Molina, agricultor y enólogo en la zona, señala que "la falta de lluvia evidentemente afecta y ha hecho que merme sobre todo la cantidad de uva, más que la calidad. La sequía está dando como resultado una uva más pequeña que otros años y va a suponer pérdidas en la producción de entre un 25 y un 30%".
Aunque según apuntan lo peor no es lo que ocurra este año, sino el próximo si persiste la sequía. "Llevamos ya tres años seguidos sin recibir el agua necesaria, las plantas están bastante estresadas. Por ahora la cosecha está siendo buena pero no sabemos lo que ocurrirá el año que viene, que nos vamos a ver obligados a arrancar las viñas porque nos estamos quedando sin recursos". La Contraviesa es una zona que no cuenta con ningún dispositivo de apoyo de riego y que por tanto tan solo depende exclusivamente del agua que caiga del cielo. "La uva de esta campaña está preciosa, hay poca cantidad, pero me da más miedo pensar en años venideros porque no hay reservas y la planta no va a poder tirar para adelante".
Por otro lado, la organización agraria Coag Granada también ha denunciado que "la situación es especialmente alarmante en la Alpujarra baja, donde hay mucha viña, almendros y olivos que no reciben agua de lluvia desde hace unos ocho meses".
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