- Ver la cara de un ser querido provoca una reacción que puede llegar a aumentar la sudoración
- Un estudio realizado por la Universidad de Granada ha analizado diferentes reacciones fisiológicas
El mecanismo fisiológico del amor
Cuando se está lejos de casa y se ve una fotografía de un ser querido, muchos son los recuerdos y sentimientos que afloran. Lo mismo ocurre cuando ves en persona a alguien que no has visto durante mucho tiempo. El amor, sea hacia una pareja, un amigo o un familiar, provoca diferentes reacciones fisiológicas que un reciente estudio de la Universidad de Granada ha analizado.
El Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) ha partido de las reacciones que los seres humanos muestran cuando profesan un sentimiento de amor hacia otra persona. Para ello, el análisis ha contado con la ayuda de la Facultad de Psicología de la UGR, y con hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 29 años.
A la hora de realizar el estudio, se le pidió a cada participante que tomasen una fotografía a su padre o a su madre y a su pareja, con quien mínimo debería haber mantenido una relación de seis meses para tener un vínculo afectivo garantizado. Los investigadores de este trabajo, Jaime Vila y Pedro Guerra, han especificado que "las fotografías debían ser neutras, sin ninguna expresión emocional de alegría o tristeza que pudiera interferir en la reacción de los participantes". En la toma de resultados, los voluntarios son sometidos a 'examen' en la visualización de dichas imágenes durante 4 minutos.
No solo se observan fotografías de seres queridos, sino que para el estudio se proyectan otras dos de personas desconocidas, y una perteneciente al rostro de un bebé que actúa como 'grupo control'. Mientras se observa cada una de estas fotografías, los participantes están conectados mediante sensores ubicados en el rostro, cabeza y manos, mientras que un especialista les monotorizaron su actividad fisiológica central y periférica.
Los resultados han sido claros: la visualización del rostro de la persona amada provoca un aumento de la sudoración del sujeto controlado a partir del segundo y medio. No solo eso: también se activa el músculo cigomático facial, que es el responsable de la sonrisa.
En este sentido, los datos son curiosos, puesto que estos resultados se producen con mayor hábito en las chicas que en los chicos por la "mayor facilidad que tienen las mujeres al expresar sus emociones".
Otro detalle que se ha observado a la hora de realizar el estudio es que el corazón sufre una disminución de la frecuencia cardíaca durante unos segundos, y en seguida aumenta de forma veloz. El equipo responsable de la investigación ha denominado a este acto como 'taquicardia afectiva': la respuesta del ser humano ante un vínculo afectivo.
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