Capileira es oficialmente parte de la prestigiosa red de los Pueblos Más Bonitos de España, inclusión que, aunque ya se hizo efectiva a comienzos de año, fue ayer cuando se llevaron a cabo los correspondientes actos como si de una jornada festiva se tratara. Primero se proclamó como uno de los Pueblos Más Bonitos de España y seguidamente se descubrió el cartel identificativo, con la presencia del presidente de la Asociación que da nombre a esta red, Francisco Manuel Mestre.
El distintivo supone una oportunidad única para proyectar la inmensa riqueza patrimonial natural e histórica de esta pequeña localidad enclavada en el punto más alto del Barranco de Poqueira y que está considerada "puerta de entrada" a Sierra Nevada por su ladera sur. Una red de los Pueblos más bonitos de España a la que actualmente sólo tienen el orgullo de pertenecer 57 municipios de toda España, dos de ellos enclavados en esta maravillosa comarca, Pampaneira, desde 2014, y la hermosa localidad de Capileira, desde ayer.
El alcalde de Capileira, José Castillo, mostró su satisfacción por el reconocimiento del que "estamos convencidos supondrá una gran oportunidad de promoción turística y de generación de oportunidades para todo el mundo". Asimismo añadió que "reforzará los atractivos de nuestro pueblo". El alcalde, que asegura que "desde comienzos de año se está notando ya los efectos de esta distinción", espera ahora que la incorporación a la red de Pueblos más Bonitos de España "contribuya a seguir atrayendo a más visitantes, a potenciar un turismo a reforzar la identidad señera de la localidad".
La delegada de la Junta en Granada, Sandra García, acompañada por el delegado de Turismo y Cultura, Guillermo Quero, añadió que "es un premio sobre todo para los habitantes de Capileira, es un reconocimiento a sus gentes", y aclaró que "para que los pueblos se mantengan bonitos la mano de los habitantes que viven en ellos es fundamental".
Aunque la distinción la tienen que solicitar los propios municipios, han de pasar una serie de requisitos importantes, como tener menos de 15.000 habitantes y un patrimonio arquitectónico o natural certificado. Después se realiza una auditoría del pueblo por personal de la comisión de calidad designada a tal efecto, en los que se analizan aspectos tan variados como limpieza, conservación de las fachadas, circulación de vehículos, aparcamientos, cuidado de flores y zonas verdes, tratamiento de carteles...
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