ALICIA ROMAY |
Cada uno, y según como le haya ido, calificará el año que está por terminar de bueno o de malo.
Es imposible que 365 días seguidos sean como quisiéramos, es más, sería aburridísimo, sin embargo, muchos de los buenos momentos que se viven en la vida, somos nosotros mismos los que los buscamos ó los que los provocamos.
Hay millones de motivos por los que uno puede ser feliz, lo malo es que hay días muy oscuros y muy largos a lo largo de la vida en los que se nos olvidan esos motivos que nos crean momentos de felicidad al máximo.
Cada uno tiene ese punto que lo conduce a la emoción total. Reír a carcajadas es sanísimo, cantar en voz alta produce sensación da felicidad, bailar sin ningún tipo de vergüenza también ayuda, pero si esto nos hace sentir bien ¿por qué a veces pasamos años sin hacerlo?
Hay que abrir el armario y sacar la guitarra que hemos guardado hace años, quitarle el polvo, afinarla y tocarla. Hay que buscar entre los discos antiguos aquellos que nos encantan y escucharlos, hay que llamar a ese alguien que nos ronda por la cabeza y que hace tiempo que no escuchamos, y en el trabajo, hay que atraverse a hacer lo que hemos pensado hace tiempo y no nos hemos atrevido.
Los momentos de plena felicidad no vienen a buscarnos, hay que salir a encontrarlos.
Llevaba tiempo recordando que en mi adolescencia tocaba en la guitarra y cantaba piezas en italiano, mi canción favorita siempre fue "Il Mondo". Hace un año la canté durante un almuerzo navideño ofrecido por Caritas en Roma, esto hizo que los primeros meses del año 2017 fueran emocionantes, pues aquel simple momento me llenó de ilusiones y de recuerdos y el simple hecho de haber abierto el armario y haber sacado mi guitarra, quitarle el polvo y afinarla me hizo revivir sensaciones que me encantan.
En el ambito profesional, tenía otro deseo que no era nada fácil conseguir, cubrir un vuelo papal para Gestiona Radio, la emisora en donde colaboro hace tiempo. Después de insistir y no cesar de perserguirlo, fui aceptada para volar con el Papa Francisco a Myanmar y Bangladesh. Qué decir de lo que produce alcanzar otro objetivo más en la vida
ALICIA ROMAY |
¿Que hay años mejores y peores? Sin duda, pero que podemos ayudar a transformarlos en mejores es un hecho. Es cuestión de no olvidar y poner en práctica aquellos pequeños grandes momentos que sabemos que nos causan felicidad.
Por muy malas que sean las previsiones del siguiente año no hay ni que pensarlo, hay que hacer cada día eso que nos causa emoción, felicidad y satisfacción.
No estaría mal escribir en el cuaderno de notas de nuestro teléfono portátil, la lista de elementos que nos hacen felices para leerla en los momentos que pensamos que ya no hay nada por hacer.
Comida ofrecida para algunos de los residentes de los hogares de Caritas en Roma
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