Pocas joyas hay más hermosas y a la vez menos conocidas en Granada que el Palacio de Dar al-Horra. En pleno corazón del Albaicín, rodeado de restos de murallas, es un trozo de Alhambra encastrado en las calles del Albaicín. Ubicado en el Callejón de las Monjas, junto al Convento de Santa Isabel la Real, "es un pedazo de paraíso perdido entre calles enrevesadas y esquinas en penumbra", en palabras del periodista Jesús Arias. Además de su belleza arquitectónica y mística, ahora hay un motivo más para regresar a la última residencia de Aixa, la esposa del sultán Muley Haccen, ambos padres de Boabdil: la cuidada exposición La ciencia en Al-Ándalus.
Ese periodo de esplendor científico que comprende de los siglos VIII al XV y que contó con figuras como el cirujano cordobés al-Zaharawi, el astrónomo toledano Azarquiel, el geógrafo ceutí al-Idrisi o el agrónomo malagueño Ibn al Baytar, es el que aparece sintetizado en las tres plantas de Dar al-Horra.
La muestra, en castellano y en inglés, tiene un importante componente didáctico. Está articulada por áreas divididas por estancias del Palacio. Así se exhiben y explican herramientas de astronomía, geografía, navegación, ingenios mecánicos, arquitectura, medicina, agronomía, hidráulica y música. El recorrido se completa con una visita al huerto-jardín y a un área de talleres educativos.
En la planta baja, en la antigua capilla del Convento de Santa Isabel, el visitante puede acceder a una colección de minuciosas réplicas de cuadrantes, astrolabios de diversa procedencia, ecuatorios, clepsidras de agua, de mercurio y el reloj de candela de Alfonso X el Sabio.
En la sala contigua puede verse la sección de arquitectura, que fue una de las disciplinas más destacadas de la cultura andalusí. Entre los elementos exhibidos se encuentran una reproducción de una yesería policromada de la Alhambra, piezas relacionadas con la carpintería de tradición hispano-musulmana, de alicatado, azulejos de cuerda seca y una maqueta mudéjar.
En la segunda planta puede contemplarse un apartado dedicado a ingenios mecánicos en el que el visitante admirará una réplica del reloj elefante de al-Yazari.
En las vitrinas dedicadas a la música hay instrumentos relacionados con las melodías andalusíes como el rabab y el quanum.
Además, en el itinerario también pueden contemplarse varias maquetas del curioso y complejo sistema hidráulico de la Alhambra. Y con el marco del pequeño huerto y bello jardín de Dar al-Horra, el visitante también tiene la oportunidad de conocer en primera persona el mundo del agua, la agricultura, los olores, sabores y fragancias típicas nazarís, con plantas como arrayán, orégano, rosa, azahar o hierbabuena.
El horario de visita de la muestra, fruto de la línea de trabajo de El Legado Andalusí con el Patronato de la Alhambra e incluída en el circuito de la Dobal de Oro, es de 10:00 a 17:00 horas. El director del Patronato, Reynaldo Fernández, informó ayer en el acto de presentación de la colección, que también podrá visitarse gratis los domingos sin necesidad de reserva previa.
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