Lo que necesitas saber sobre estas dos afecciones del cerebro.
Ver a alguien que quieres, como un padre o un abuelo, tener pérdidas de memoria puede ser demoledor. Sin embargo, que alguien comience a tener descuidos no significa automáticamente que presente signos de Alzheimer.
Podría no ser nada. O, quizás, la confusión o el deterioro cognitivo podrían ser un signo de demencia, que no es lo mismo que el Alzheimer, a pesar de lo que mucha gente crea. Aunque hay coincidencias entre ambas, también existen diferencias que hay que tener en cuenta.
A continuación se exponen esas diferencias, que pueden ayudar a que tus seres queridos, o tú mismo, tengáis el tratamiento adecuado.
La demencia es un término genérico para muchas afecciones, incluido el Alzheimer.
La demencia puede abarcar muchas afecciones relacionadas con el cerebro y debería considerarse más como un síndrome que como una enfermedad.
"La demencia es una pérdida cognitiva en cualquier momento de la vida y abarca muchas enfermedades", explica George Perry, científico jefe del Brain Health Consortium de la Universidad de Texas, en San Antonio (EEUU), y redactor jefe de la revista Journal of Alzheimer's Disease. "Puede ocurrir en cualquier etapa de la vida... O por un accidente que provoque daño cerebral o un accidente cerebrovascular".
Dentro de este grupo está el Alzheimer, que representa más del 50% de los diagnósticos de demencia, según Elise Caccappolo, profesora asociada de neuropsicología y directora del Servicio de Neuropsicología del Centro Médico de la Universidad de Columbia (EEUU). Y si bien las causas del Alzheimer son difíciles de identificar (más sobre eso a continuación), la edad puede ser un factor importante.
"Más del 60% de la pérdida cognitiva relacionada con la edad en Estados Unidos se debe al Alzheimer", dice Perry.
La mayoría de las personas no sabrá con certeza si tiene Alzheimer.
Lo que hace que el Alzheimer sea una enfermedad difícil de identificar es que la afección solo se confirma mediante una autopsia.
"Podemos diagnosticarlo cuando alguien está vivo, pero nunca estamos completamente seguros hasta después de una autopsia, y buscamos cambios patológicos específicos en el cerebro que nos permitan determinar que murieron de Alzheimer", afirma Caccappolo.
"Los principales centros médicos son bastante buenos para diagnosticarlo, pero otras partes del país o un neurólogo general, pueden utilizar el término Alzheimer con mucha frecuencia, y si alguien no lo padece, la medicación no va a ayudar, y podría estar perdiendo otros tratamientos", añade.
Una de las mayores señales de alarma de que alguien puede tener Alzheimer es la clásica pérdida de memoria a corto plazo. Esto se debe a que el Alzheimer se manifiesta en el área del cerebro responsable de aprender nueva información y crear nuevos recuerdos, dice Caccappolo También explica por qué una persona con Alzheimer puede recordar lo que pidió en la primera cita con su pareja hace 50 años, pero no dónde ha dejado las gafas (o incluso que necesita gafas).
Otros tipos de demencia normalmente se desarrollan de forma diferente al Alzheimer.
Después del Alzheimer, hay tres tipos de demencia que Caccappolo y Perry dicen que son los más comunes. Estos incluyen la demencia vascular, que es cuando alguien experimenta un accidente cerebrovascular o diabetes, que resulta en la falta de oxígeno en el cerebro; demencia frontotemporal, una afección que generalmente afecta a personas de 60 años en adelante, donde una proteína similar al Alzheimer conduce a la pérdida de células nerviosas en el cerebro; y la demencia con cuerpos de Lewy, donde se desarrollan depósitos de proteínas en las áreas del cerebro responsables de las habilidades motrices y los recuerdos.
Todas estas enfermedades tienen síntomas diferentes, pero en general puede haber casos de cambios de humor severos, cambios de personalidad y una disminución importante en las habilidades cognitivas y motoras. Cualquier cosa, desde asimilar información hasta vestirse por la mañana, lleva más tiempo y es más difícil de afrontar. Perry añade que en casos severos, como con la demencia con cuerpos de Lewy, los pacientes incluso pueden tener alucinaciones.
Factores de riesgo para la demencia y el Alzheimer.
Un aspecto un tanto desestabilizador para la demencia y el Alzheimer es que no existe un verdadero baremo sobre quién es más susceptible para desarrollar una enfermedad relacionada con la demencia.
"La mayoría de estas enfermedades son esporádicas, no tienen una origen genética obvio", indica Perry. Algunas personas pueden tener herencia genética y, normalmente, esos casos son la versión de inicio temprana de la enfermedad, pero el hecho de que alguien en tu familia haya tenido Alzheimer no significa que tú también l tengas.
"Si tu abuela lo tuvo sobre los 40, puede que estés más preocupado y te convenga hacerte pruebas genéticas, pero si fue con más de 65, podría haber un mayor riesgo, aunque sea muy pequeño".
Perry enfatiza que el Alzheimer es más frecuente en las mujeres, probablemente porque viven más tiempo que los hombres. "La frecuencia del Alzheimer se duplica cada cinco años después de los 60", comenta.
Se ha debatido si el consumo de alcohol puede causar cualquier forma de demencia, incluido el Alzheimer, pero Caccappolo afirma que no hay razón para creer que esto sea completamente cierto.
"No diagnosticamos que la demencia provenga del alcohol, y no es una causa conocida. Hace que otras cosas empeoren, pero es raro que las personas contraigan demencia solo por el abuso del alcohol".
Sin embargo, los factores del estilo de vida generalmente pueden jugar un papel bastante importante, señala Perry. Los hábitos saludables, que incluyen una buena dieta y ejercicio adecuado, son fundamentales para frenar el riesgo y tratar el Alzheimer y otras demencias.
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