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Está claro que estamos ante un mes de cambios. Independientemente de que iniciemos un curso escolar o no, septiembre significa transición, ajustes a una nueva estación del año. Se podría decir que existen dos comienzos del año, uno el que nos estipula el calendario en enero, pero personalmente considero que el verdadero cambio es ahora en septiembre.
Los cambios o transiciones ocurren cuando hay una interrupción, una alteración en nuestras vidas, ya sea positiva o negativa. Cambiar de trabajo, de piso, terminar una relación, perder a un ser querido, tener un bebé, ir a la universidad... todo esto son transiciones bastante claras, pero el hecho de cambiar de estación, de pasar del verano al otoño, la vuelta de vacaciones, al trabajo, el retomar la rutina... también son cambios importantes que nos marcan física, mental y emocionalmente.
Ignorar los cambios y los momentos de transición en nuestras vidas puede conducir a estrés y problemas de comer en exceso
Las transiciones son todo un desafío, algunas veces estimulantes y otras no tanto. Algunas personas acogen estos cambios de forma natural, pero para otras son sinónimo de ansiedad y estrés, pudiendo incluso generarles comer con estrés, sin conciencia y de forma emocional (lo que es igual a comer de más, atiborrarse y darse atracones). Cuanto mejor aprendamos a afrontar esos cambios como lo que son, cambios, mejor capacidad de adaptación y menos ansiedad tendremos, pudiendo ser más proactivos.
Aquí te dejo algunas sugerencias, por si eres de los que tiene dificultades con los cambios, para que los abraces sin perder la calma ni la salud.
Habla sobre ello
Tu instinto puede ser aislarte e incomunicarte, intenta conectar con otras personas durante este periodo. Las relaciones sociales en general mejoran la salud, pero especialmente ayudan a disminuir los niveles de estrés. Mientras que sentirse solo, a menudo hace que la experiencia sea más difícil. Lo más seguro es que si compartes lo que estás pasando con amigos o familiares, recibirás apoyo y confort, pues probablemente ellos hayan pasado por alguna situación parecida. Haz lo posible para quedar con algún amigo a tomar un café, dar un paseo o incluso simplemente llámalos por teléfono.
Aprende a decir que no
Muchos de nosotros hemos sido víctimas del miedo a perdernos lo que está pasando, esto hace que tengamos la agenda a tope y que olvidemos disfrutar de tiempo para nosotros mismos. Desde aquí te invito a disfrutar del hecho de perderte cosas, di que no, establece límites, sé cuidadoso y desconéctate de las redes. Durante momentos de transición, decir que no puede ser esencial para preservar tu energía física y emocional y prevenir los sentimientos de agobio.
Establece una rutina
Cuando las cosas están cambiando, puede ser de gran ayuda mantener algún tipo de rutina. Levantarte a la misma hora cada día, mantener tu rutina de actividad física, la organización de tus menús, cualquier práctica que ayude a cuidarte de ti y que ya hacías antes de esa nueva situación. Disfruta de los pequeños rituales, te ayudará a recordar que en esos momentos de cambios todavía hay cosas que te resultan familiares.
Introduce una pausa
Concédete unos minutos de pausa. Recupera el aliento y pregúntate que necesitas para ser tu mejor versión en la nueva situación, en la nueva etapa que vas a vivir. Haz una lista de tus necesidades. Presta atención para no trasladar problemas de tu situación anterior, intenta resolverlos o ponerlos a un lado.
Establece expectativas realistas
Incluso si el cambio que vas a vivir es positivo, prepárate para los inconvenientes iniciales que puedan surgir. Por ejemplo, comenzar un nuevo trabajo puede ser muy emocionante, pero a menudo viene con una profunda curva de aprendizaje, te llevará tiempo hacerte con tu nuevo jefe, sentirte competente en tu puesto y establecer una relación con tus compañeros. No esperes que te guste cada aspecto al inicio. Toma nota de las cosas que van bien durante el cambio y de las partes que suponen un poco más de esfuerzo y reto, y date permiso para adaptarte de forma paulatina.
Ajusta tu perspectiva
¿Os suena la frase de Maya Angelou "Si no te gusta, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia tu actitud"? La mayoría de nosotros, por defecto, preferimos tener opciones o el control de nuestras vidas, y a veces elegimos algo nuevo o diferente, especialmente para cambiar una circunstancia en particular que no funciona. A menudo, a lo largo de nuestras vidas y en especial durante las transiciones y los cambios, hay muchas variables que se quedan fuera de nuestro control. Es en esos momentos en los que tienes que practicar la aceptación, paciencia y gratitud. La gratitud en particular está ligada a un montón de beneficios para la salud. Esta práctica te ayudará con tus emociones, mucho más que si te limitas a quejarte.
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