De repente todo el mundo bebe este tipo de leche. Aquí contamos todo lo que debes saber.
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Allá por los años 90, surgió una empresa llamada Oatly en Suecia. Rickard Öste, su fundador, descubrió que combinando avena, agua y una pizca de aceite de canola o colza podía crear una alternativa a la leche cremosa, naturalmente dulce, sin gluten y sin lactosa, y que iba bien con casi todo. La idea se extendió por casi toda Europa y, 25 años después de que Oatly abriera sus puertas, Estados Unidos se unió a la fiesta.
La lechedeavenamanía empezó a calar en Estados Unidos a principios de 2018. Y llegó a su mayor pico este verano: su capacidad para producir el latteperfecto sin lactosa ha aumentado su demanda en cafeterías, e incluso baristas y supermercados han registrado una escasez de leche de avena en el país.
Mientras Oatly y otros fabricantes se esfuerzan por remojar, secar y empaquetar su leche de avena con la mayor rapidez posible, surgen las preguntas: ¿Qué es exactamente la leche de avena? ¿Por qué está tan deliciosa? ¿Es realmente beneficiosa? Veamos.
Por qué la gente está encantada con la leche de avena
Actualmente vamos al supermercado y vemos un montón de variedades de leche sin lactosa. Pero ha costado muchos años de prueba y error para perfeccionar el proceso de hacer leche de soja, leche de coco y leche de almendra con la consistencia y el sabor justos. (Y, aun así, algunas incluyen muchos ingredientes añadidos que no siempre son buenos).
En cambio, la leche de avena sabe bien sin necesitar modificaciones: la avena es fibrosa y absorbe el agua mejor que los frutos secos, por lo que su consistencia es naturalmente cremosa. Además, la avena es ligeramente dulce, lo cual siempre viene bien a la leche.
Sí, la leche de avena es buena para ti
La nutricionista Lisa Hayim destaca que, aparte de saber genial, la leche de avena es muy nutritiva: "Aporta muy poca grasa, algo de carbohidratos y una pequeña cantidad de proteína. Parte de esos carbohidratos proceden de la fibra, que puede reducir el colesterol". Punto extra: no es necesario añadirle azúcar para que esté buena.
Y además la puedes hacer en casa, como demuestra este vídeo:
¿Es la mejor alternativa láctea?
¿Qué hay de la leche de coco, la leche de almendra y la leche de soja? ¿Deberíamos dejar de tomarlas en favor de la leche de avena? No, advierte Hayim, ya que las diferentes variedades de leche aportan distintos perfiles nutritivos.
"No es una sea 'mejor' o 'peor', sino que habría que considerar las diferencias entre sus composiciones de macronutrientes", explica la especialista. "La leche de soja viene de las semillas de soja, así que al tomarla obtienes una cantidad considerable de proteína similar a la de la leche de vaca. La leche de almendra (o cualquier leche de frutos secos) viene del fruto o de las semillas, por lo que tendrá más grasa. Dependiendo de lo mucho o poco diluida que esté, la leche de almendra podrá tener un mayor porcentaje de grasa que la leche de avena. La leche de coco también tiene más grasa, en concreto, grasa saturada", detalle.
Aunque no cabe duda de que la diversidad resulta clave en la nutrición, también hay que señalar que la leche de avena suele ser la opción más sostenible en cuanto a leches sin lactosa. Por ejemplo, los cultivos de almendra necesitan seis veces más agua que los de avena, según la organización Water FootPrint Network. Además, la leche de avena es perfecta para personas con alergias: la avena no tiene trazas de frutos secos y la mayoría tampoco tiene gluten (pero por si acaso, ¡mira siempre la etiqueta!).
En cualquier caso, y como ocurre con (casi) todo, tampoco conviene abusar de la leche de avena. Tiene un buen contenido en carbohidratos, que acaban convirtiéndose en azúcares dentro del organismo. Pero, en general, no está mal disfrutar de unos sorbitos al día, teniendo en cuenta que es buena para ti y para el medio ambiente.
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