Comprométete contigo mismo. Abraza la incomodidad y crece... será una fuente de autoestima inagotable.
Por
Jesús Matos, Contributor
DEAGREEZ VIA GETTY IMAGES |
Todos nos enfrentamos en nuestro día a día a situaciones que nos hacen sentir incómodos, en el trabajo, en la universidad, con nuestra familia o con nuestros amigos. Esta incomodidad puede tomar muchas formas... puede ser ansiedad, irá, vergüenza o enfado.
Estas reacciones emocionales representan intentos de nuestro cuerpo para adaptarse con éxito a las demandas de nuestro ambiente. Es decir, que lejos de suponer una problema, en la mayoría de los casos, nuestras emociones nos están ayudando a actuar con eficacia.
Sabemos que dependiendo de la interpretación que hagamos de la situación, los estados emocionales asociados a la misma serán diferentes. Esto es muy interesante para nosotros, ya que si conseguimos modificar la forma en la que interpretamos la realidad es muy factible que nuestras emociones asociadas a esta empiecen a cambiar, lo cual nos puede ayudar a mejorar nuestra vida a un nivel impresionante.
Pero es tan fácil decirlo... y tan difícil hacerlo...
En primer lugar, la forma en la cual interpretamos las situaciones depende de muchos factores. Normalmente, durante nuestra vida vamos teniendo experiencias que han forjado la manera en la que vemos las cosas. Es decir, si en mi niñez o en mi adolescencia experimenté situaciones incómodas a nivel social, es muy probable que haya desarrollado un carácter tímido. Lo cual hará que tienda a percibir este tipo de situaciones como peligrosas y cuando me tenga que enfrentar a ellas sentiré ansiedad, estrés, vergüenza, etc...
“Tratar de modificar los pensamientos negativos que aparecen automáticamente en nuestra mente, nos ayuda, pero si no damos el paso a la actuación... nos quedaremos a medio camino.”
Una de las claves para modificar las interpretaciones que hacemos de la realidad es la acción. Sí, nuestra conducta. Al igual que en el pasado las distintas experiencias nos moldearon un carácter, crear nuevas situaciones que desmitifiquen aquellos pensamientos catastróficos que tenemos en la mente, nos ayudará a librarnos de las cadenas de estas creencias distorsionadas.
Por supuesto que tratar de modificar los pensamientos negativos que aparecen automáticamente en nuestra mente, nos ayuda, pero si no damos el paso a la actuación... nos quedaremos a medio camino.
Con esto no pretendo decir que hay que salir de la zona de confort y esas cosas que dicen las frases en los sobres de azúcar... con esto quiero animarte a que sí hay algo con lo que no estás satisfecho en tu vida, empieces a tomar acción para cambiarlo.
Y por supuesto nada de cambios drásticos... pequeños pasos siempre. Si el día 1 de enero me empeño en dejar de fumar, hacer dieta, comenzar con el deporte, la lectura y hacer un voluntariado... lo más probable es que el día 7 esté exactamente en el mismo punto que el día 31 de diciembre.
Comprométete contigo mismo. Abraza la incomodidad y crece... será una fuente de autoestima inagotable.
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