- Existen “grandes nidos” en la capital y su Área Metropolitana
- Al ser especie invasora debe ser controlada y, en el caso de que afecte al ecosistema, erradicada
Cotorra en el Parque Federico García Lorca de Granada. CARLOS GIL |
La cotorra argentina y la cotorra de Kramer son dos especies vistosas, exóticas y que incluso pueden despertar simpatía entre quienes las observen, por ejemplo, en el Parque García Lorca de la capital, donde varias parejas anidan. Sin embargo, estas dos especies están incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Exóticas Invasoras, aprobado en 2013. La inclusión en ese catálogo implica que se deben tomar medidas necesarias para el seguimiento, control y posible erradicación, en el caso de que la especie en cuestión suponga un riesgo para el ecosistema. En el caso de las cotorras, la Delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible señala que “el control de estas especies corresponde a los ayuntamientos” de Granada y su corona metropolitana. La Delegación se refiere a los “grandes nidos coloniales” que se han localizado en La Bobadilla, en Armilla y “en general todo el entorno metropolitano de la Vega”. “Los nidos se ubican en terreno urbano, por tanto el control de esas especies corresponde" a los consistorios en los que se ha detectado la presencia de ejemplares.
De las dos cotorras a las que hace referencia la Delegación, la argentina es la que representa un mayor problema, por cuando que es la que “más se ha extendido por las ciudades de toda España”. Se trata de una especie originaria del América del Sur, concretamente de Uruguay y Argentina.
La Myiopsitta monachus llegó “sobre todo a partir de 1985”. En sus países de origen estas aves fueron capturadas “masivamente” ya que se las considera “una plaga agrícola”.
Llegaron a través del comercio como mascotas, hasta que la normativa prohibió su venta. Tras su inclusión en el Catálogo de Especies Invasoras, está tajantemente prohibida su posesión, comercialización y transporte.
Medio Ambiente indica que “es una especie muy distribuida en entorno urbanos y suburbanos”. Han conseguido extenderse gracias a que son “aves muy inteligentes” y algunos ejemplares “lograron escapar de su cautiverio”. Además, otras cotorras fueron directamente liberadas de su cautiverio.
Ya libres –de una forma y otra–consiguieron adaptarse. Nidificaron en parques y jardines, “donde han proliferado”. Uno de los puntos en los que pueden verse cotorras en Granada es en el Parque García Lorca.
El problema que acarrea su expansión es que “son aves muy agresivas”. Libres, “forman nidos coloniales”. Su presencia, además, es una amenaza para el resto de especies, ya que “compiten” con estas.
Su presencia llevó a analizar las características de su proliferación. En un primer censo, elaborado por SEO Bird Life en 2015, se contabilizaron 20.000 ejemplares de cotorra argentina. En aquel censo, se determinó la existencia de 33 nidos en Granada, con 165 ejemplares como mínimo en la provincia y 187 como máximo.
En otras ciudades, como Sevilla, esta especie ha “afectado negativamente” a las poblaciones de nóctulo gigante –“la mayor especie de murciélago que vive en Europa”, destaca la Delegación– y que pese a ese daño se ha paralizado las medidas de control por “protestas” de la población. “Zaragoza es una de las ciudades pioneras en el control de estas especies”, señala la Delegación. En esa ciudad se han eliminado tanto ejemplares adultos como controlado los huevos y la retirada de nidos.
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