La clave está en empezar cuando aún son cachorros y seguir cuatro pasos básicos.
Por
Marina Prats
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Los perros tienen su propia sonrisa y sus dientes son un elemento clave en la comunicación con sus dueños. Los enseñan, los esconden y abren la boca hasta asomar las encías en señal de felicidad. Todo esto hace que la higiene dental sea fundamental en los canes, tanto como el cepillado y el lavado.
Este cuidado basado en el cepillado de dientes suele ser uno de los que más pasan por alto los dueños de mascotas. De ahí que los veterinarios hagan un llamamiento a prestar la atención en lavar los dientes.
“La higiene dental se cuida poco y mal y puede tener consecuencias graves. Hay que acostumbrar a todos los perros a lavarse los dientes de forma cómoda y habitual”, señala el vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid (COLVEMA), Manuel Lázaro. “El cepillado debe ser a diario si es posible y sino, al menos dos o tres veces en semana”, añade.
Para hacerlo hay que tener en cuenta los materiales y una serie de pasos a fin d que el animal no rechace esta rutina.
Paciencia y cepillos específicos
El experto recalca que para que el animal mantenga una higiene bucal correcta hay que utilizar productos adecuados y no “reutilizar los que hay por casa”. “Los perros tienen un esmalte y unas encías distintas a los humanos por lo que necesitan cepillos especiales, sobre todo porque la forma de la boca y los dientes es diferente”, detalla la auxiliar técnico veterinario Laura García.
“Los cepillos para perro tienen el mango más largo que los de los humanos, por la forma de la cavidad bucal de los animales, y hasta tres cabezales que suelen venir en un kit dental con pasta específica y cepillos. Por ejemplo, uno para incisivos y caninos y otro, para premolares y molares”, apunta.
El tamaño del cepillo debe adaptarse al tamaño del perro y el tipo debe ir de la mano del carácter del animal y lo acostumbrado que esté a esta higiene. “Si es un perro tranquilo se puede utilizar un cepillo específico para perros con mango largo; si es más nervioso y le cuesta más, lo ideal es utilizar un dedal de plástico sin cerdas que es menos invasivo”, detalla García.
Lázaro señala que es especialmente importante acostumbrar a los animales desde que son cachorros ya que “meterles algo extraño en la boca suele resultarles incómodo”.
Según los expertos, lo mejor es empezar acostumbrándolos al sabor de la pasta y después de esto continuar con los dedos.
Recomiendan seguir cuatro pasos: primero, introducir la pasta con la comida o las golosinas; segundo, dársela con los dedos; tercero, ir poco a poco introduciendo los dedos en la boca; cuarto, introducir el cepillo en la boca levantándoles los labios.
Pasos a seguir para acostumbrar a un perro al cepillado de dientes. |
“Es importante empezar los cepillados por los colmillos suavemente y haciendo movimientos circulares. Es la zona más sensible”, señala García que añade que hay que centrarse especialmente en el área que une encía y diente para prevenir placa y sarro, responsables de dolencias en las encías y las propias piezas dentales.
“Lo bueno es que no hay que cepillarles por la cara interna de los dientes, ya que eso lo hacen ellos expandiéndose la pasta con la lengua”, detalla.
La alternativa NO son las chuches
En los estantes dedicados a higiene dental de las tiendas de animales suelen abundar las barritas o golosinas para que el perro coma y elimine así la placa. Sin embargo, los expertos coinciden en que esto no es un remedio para la higiene dental.
“Todas las golosinas abrasivas para los dientes o que puedan reducir la placa bacteriana pueden ser de alguna ayuda, pero no básicas. Tendría la función de un chicle sin azúcar mentolado. Si piensas que la limpieza del perro se va a mantener dándole golosinas estás equivocado”, apunta Lázaro.
En el caso de que el animal no se deje cepillar los dientes o que incluso pueda morder al dueño por los nervios, García recomienda varios juguetes masticables que resultan útiles para que el animal elimine cierta placa por sí mismo.
“Hay uno que es una especie de palo con cedras de goma que se coloca en el suelo para que el perro lo sujete con las patas y lo muerda y así se limpie los dientes jugando con él”, detalla. “También los hay sin soporte, con forma de pelota o de hueso”, añade.
Por otro lado la auxiliar recuerda la importancia de otros juguetes como las cuerdas para fortalecer encías y piezas dentales, “especialmente cuando son cachorros”.
En Experto Animal dan otras dos soluciones —o complementos— específicos para la higiene dental canina: enjuague bucal y dentífrico en spray.
El primero sirve principalmente para eliminar el mal aliento, se disuelve en agua y ayuda a combatir el sarro y la placa; el problema es que los animales suelen notar un sabor extraño en el agua y lo rechazan. El segundo resulta cómodo para perros que no se dejan manipular la boca, aunque no está recomendado para animales con problemas de comportamiento ya que no suelen aceptarlos.
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