Las personas y las empresas tenemos la responsabilidad de actuar frente al cambio climático, realizar un consumo responsable y caminar hacia un modelo de economía circular
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| El compromiso de los directivos españoles ROSELL |
Los fondos europeos destinados a impulsar el cambio de las organizaciones españolas contribuirán a la consecución de los ODS y a la Agenda 2030 si se articulan correctamente, esto es, si logran acelerar la transformación digital y sostenible, incrementando el PIB y creando empleo de calidad. Unos objetivos incluidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en España, con la digitalización, la sostenibilidad y la transición energética como principales pilares de apoyo.
El sexto aniversario de la Agenda 2030 sirvió como punto de encuentro para empresas y directivos. Un foro en el que quedó patente el compromiso y la involucración de los CEO y de los comités de dirección para incluir aspectos vinculados a los ODS en sus respectivas estrategias de negocio. Hablamos de proyectos que darán forma a las empresas del futuro, organizaciones más digitales, verdes y sostenibles.
Razones no faltan para ello. Por un lado, estamos ante un momento crucial para la sostenibilidad de nuestro planeta. Las personas y las empresas tenemos la responsabilidad de actuar frente al cambio climático, realizar un consumo responsable y caminar hacia un modelo de economía circular. Es necesario actuar ya y contribuir de manera decidida para asegurar un presente y un futuro sostenible para la siguientes las generaciones.
Por otro, y si nos centramos en la digitalización, son muchas las empresas que llevan tiempo embarcadas en un claro proceso de transformación digital, acelerado claramente desde la pandemia. Hoy sabemos que aquellas compañías que apuestan por la tecnología están creciendo hasta cinco veces más que aquellas más rezagadas. E, indudablemente, esta transformación digital debe ir de la mano de la sostenibilidad. Las organizaciones que buscan impulsar su crecimiento de manera diferencial saben que la Sostenibilidad es hoy el "nuevo digital".
No es una cuestión de optar por digitalización o sostenibilidad, sino de elegir la digitalización sostenible. Es lo que llamamos "La doble transformación": crear valor combinando sostenibilidad y digitalización. Según nuestros estudios, las empresas que combinan digitalización y sostenibilidad tienen 2,5 veces más probabilidades de posicionarse entre las compañías con mayor rendimiento.
¿Cómo lograr esta transformación? A través de una mayor inversión en tecnología, una apuesta por 5G/ 6G y las redes inteligentes, Cloud y nube híbrida, industria conectada y operaciones inteligentes, así como big data e inteligencia artificial.
Invertir en 5G es muy importante, ya que es un ámbito que aportará competitividad a nuestro país. El reto no es sólo el despliegue del 5G, es extenderlo a todas las industrias para las que pueda ser beneficioso. Cloud es una oportunidad para obtener capacidad tecnológica a más velocidad y mejor coste, pues permite mejorar la eficiencia de muchos procesos con un coste entre 20% y 30% menor. Industria conectada supone poner el foco en la transformación digital de la industria española y en la creación de plataformas tecnológicas de servicio. Y, por último, el desarrollo de big data y la inteligencia artificial son, sin duda alguna, otra de las claves fundamentales de la transformación tecnológica.
Estas tecnologías, junto a otras emergentes -como blockchain o realidad extendida- son las que habilitarán el crecimiento efectivo y rentable. Siempre teniendo en cuenta, además, la accesibilidad y la privacidad de los datos para garantizar un entorno digital seguro e inclusivo. La ciberseguridad, la biometría responsable o la ética en los modelos de Inteligencia Artificial deberán estar en el foco de atención de empresas y administraciones.
Sabemos que si logramos combinar esta aceleración digital con la sostenibilidad surgirán mejores oportunidades para incrementar la competitividad de las compañías españolas. Oportunidades, entre otras, derivadas de la fabricación inteligente, la salud digital, la movilidad inteligente, las industrias con bajas emisiones de carbono, las tecnologías y los sistemas de hidrógeno verde, las baterías de próxima generación o la biotecnología.
Por último, y quizá lo más importante, es considerar el impacto que todo ello tenga en la generación de empleo de calidad en nuestro país. Hemos de trabajar bajo criterios de equidad, inclusión y diversidad. Criterios que aumentarán la productividad y reforzarán el valor de la marca, fomentando la igualdad de oportunidades, la formación continua y el desarrollo de nuevas capacidades.
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