Convocan una concentración para frenar el desalojo de un hombre de 83 años "por echar de comer a palomas"
R. CASTRO GRANADA 
La triste historia de Francisco Barrera, un hombre de 83 años inválido, enfermo de cáncer y dependiente parece no haber conmovido lo suficiente a los responsables de velar por el bienestar social de los ciudadanos. Después de seis años luchando en los tribunales desde que un vecino de su comunidad le puso una denuncia por echar de comer a las palomas, este hombre será hoy desahuciado por orden del Juzgado de Instrucción número 18 de Granada.
Según detalla el grupo de Stop -Desahucios de Granada la denuncia fue interpuesta hace seis años por el presidente de la comunidad de vecinos del bloque donde reside quien, respaldado por la mayoría de los propietarios de la finca, argumentó que dar de comer en un patio exterior del edificio a gorriones y palomas era un delito que debe castigarse con la expulsión del anciano de su vivienda, en la que habita desde hace casi 50 años.
Por este motivo, Stop-Desahucios ha convocado hoy una concentración para evitar que Francisco tenga que abandonar su hogar. Una petición, la de frenar este desahucio, que también exigió ayer el portavoz del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Puentedura que afirmó ayer que en los últimos días, desde que conoció el caso, ha intentado hablar con la concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, en varias ocasiones para exigirle explicaciones ya que la vivienda en cuestión es de propiedad municipal.
Sin embargo, según detalló el edil, en ese tiempo ha sido imposible hablar con ella. "Me parece increíble que en todo este proceso ni Emuvyssa, que cuenta con trabajadores sociales, ni los propios Servicios Sociales del Ayuntamiento se hayan puesto en contacto con el afectado que es una persona mayor de 83 años, en situación de dependencia que quieren dejar en la calle", criticó.
En este sentido, también afirmó que "tampoco ha habido ningún tipo de intervención social para evitar este problema de convivencia y llegar al extremo del desalojo". Por último, criticó que no se le dé una alternativa de vivienda a esta persona, a pesar de que se le echa de una vivienda de Emuvyssa y esta empresa tiene 42 viviendas vacías en la capital. "El régimen de las viviendas (propiedad, alquiler con opción a compra, alojamiento) no impide que se pueda adjudicar otra vivienda en base al artículo 12.5 del Decreto 149/2006 de 26 de julio por el que se aprueba el reglamento de viviendas protegidas", recordó Puentedura remitiendo a un escrito firmado por el delegado de Fomento y Vivienda, Manuel Morales, en el que también exigía al Ayuntamiento de Granada una solución. Por todo ello el concejal de IU, Francisco Puentedura pidió al alcalde una solución a esta situación de emergencia social.
Por su parte, el Grupo-Stop Desahucios de Granada detalló que el anciano ayer no dejó de suplicar y llorar para que no lo echasen de su vivienda y no comprendía lo que estaba pasando. "¿Cómo es posible que por echar de comer a los pajarillos desde mi ventana, quieran sacarme de mi casa, cuando saben que no tengo dónde ir?. No sé que juez ha podido obrar de esta forma. Yo nunca le hice mal a nadie, ni he tenido nada malo con mis vecinos y, además, ya no le echo de comer a los pajarillos".
La única persona que atiende al anciano es su hija Amparo, que le lleva comida y lo cuida en la medida de sus posibilidades, pues ella también sufre una enfermedad grave. "Hemos intentado hablar con el actual presidente de la comunidad para que pare toda esta locura, pero es una persona fría e incapaz de apiadarse de la situación", dijo de Francisco al Grupo Stop-Desahucios, y añadió que la comunidad ni siquiera tiene un informe del veterinario o de inspección sanitaria, que acredite que lo que hacía su padre ponía en riesgo la salud de los vecinos.
Por su parte el Ayuntamiento de Granada informó ayer de que se ha emitido un certificado de excepción a la inscripción de demandantes a Francisco Barrera por encontrarse en riesgo de exclusión social lo que le permite acceso al programa de alojamiento provisional a ciudadanos en riesgo de exclusión social y con orden de lanzamiento inminente. Además, según informó la concejal de Urbanismo a Europa Press, desde Emuvyssa no se comparte la urgencia del desalojo dada la edad avanzada del inquilino por lo que los servicios sociales han mediado "para buscar una solución viable y encontrar una alternativa de realojo del afectado".
Según detalla el grupo de Stop -Desahucios de Granada la denuncia fue interpuesta hace seis años por el presidente de la comunidad de vecinos del bloque donde reside quien, respaldado por la mayoría de los propietarios de la finca, argumentó que dar de comer en un patio exterior del edificio a gorriones y palomas era un delito que debe castigarse con la expulsión del anciano de su vivienda, en la que habita desde hace casi 50 años.
Por este motivo, Stop-Desahucios ha convocado hoy una concentración para evitar que Francisco tenga que abandonar su hogar. Una petición, la de frenar este desahucio, que también exigió ayer el portavoz del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Puentedura que afirmó ayer que en los últimos días, desde que conoció el caso, ha intentado hablar con la concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, en varias ocasiones para exigirle explicaciones ya que la vivienda en cuestión es de propiedad municipal.
Sin embargo, según detalló el edil, en ese tiempo ha sido imposible hablar con ella. "Me parece increíble que en todo este proceso ni Emuvyssa, que cuenta con trabajadores sociales, ni los propios Servicios Sociales del Ayuntamiento se hayan puesto en contacto con el afectado que es una persona mayor de 83 años, en situación de dependencia que quieren dejar en la calle", criticó.
En este sentido, también afirmó que "tampoco ha habido ningún tipo de intervención social para evitar este problema de convivencia y llegar al extremo del desalojo". Por último, criticó que no se le dé una alternativa de vivienda a esta persona, a pesar de que se le echa de una vivienda de Emuvyssa y esta empresa tiene 42 viviendas vacías en la capital. "El régimen de las viviendas (propiedad, alquiler con opción a compra, alojamiento) no impide que se pueda adjudicar otra vivienda en base al artículo 12.5 del Decreto 149/2006 de 26 de julio por el que se aprueba el reglamento de viviendas protegidas", recordó Puentedura remitiendo a un escrito firmado por el delegado de Fomento y Vivienda, Manuel Morales, en el que también exigía al Ayuntamiento de Granada una solución. Por todo ello el concejal de IU, Francisco Puentedura pidió al alcalde una solución a esta situación de emergencia social.
Por su parte, el Grupo-Stop Desahucios de Granada detalló que el anciano ayer no dejó de suplicar y llorar para que no lo echasen de su vivienda y no comprendía lo que estaba pasando. "¿Cómo es posible que por echar de comer a los pajarillos desde mi ventana, quieran sacarme de mi casa, cuando saben que no tengo dónde ir?. No sé que juez ha podido obrar de esta forma. Yo nunca le hice mal a nadie, ni he tenido nada malo con mis vecinos y, además, ya no le echo de comer a los pajarillos".
La única persona que atiende al anciano es su hija Amparo, que le lleva comida y lo cuida en la medida de sus posibilidades, pues ella también sufre una enfermedad grave. "Hemos intentado hablar con el actual presidente de la comunidad para que pare toda esta locura, pero es una persona fría e incapaz de apiadarse de la situación", dijo de Francisco al Grupo Stop-Desahucios, y añadió que la comunidad ni siquiera tiene un informe del veterinario o de inspección sanitaria, que acredite que lo que hacía su padre ponía en riesgo la salud de los vecinos.
Por su parte el Ayuntamiento de Granada informó ayer de que se ha emitido un certificado de excepción a la inscripción de demandantes a Francisco Barrera por encontrarse en riesgo de exclusión social lo que le permite acceso al programa de alojamiento provisional a ciudadanos en riesgo de exclusión social y con orden de lanzamiento inminente. Además, según informó la concejal de Urbanismo a Europa Press, desde Emuvyssa no se comparte la urgencia del desalojo dada la edad avanzada del inquilino por lo que los servicios sociales han mediado "para buscar una solución viable y encontrar una alternativa de realojo del afectado".
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