Cáritas pone en marcha un proyecto para que personas en riesgo de exclusión social puedan conseguir un empleo
MARA VICIANA GRANADA
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y eso es lo que acaban de conseguir algunos participantes gracias al programa Sembrando Oportunidades de la Cáritas, una ilusión más para seguir adelante.
Una familia propietaria de un terreno bajo estructura de invernadero de Motril decidió ceder su propiedad a Cáritas para su explotación. Esta familia no sólo cedió la superficie de 2.800 metros cuadrados sino que se hizo cargo de cubrir los gastos derivados de los impuestos, además del desembolso por el riego de las plantaciones durante todos los años que se prolongue dicha cesión. Ocho personas en riesgo de exclusión sociales se hicieron responsables de explotar el terreno cedido, seleccionados por Cáritas Interparroquial.
Hay unas cifras de lo más esperanzadoras, lo que ha repercutido en los participantes , a los que se les ha ofrecido un estímulo y lo que es más importante, la aspiración de poder obtener un empleo. No hay que olvidar que los participantes de esta iniciativa estaban en riesgo de exclusión, y gracias a Cáritas y a ellos mismos se ha conseguido que de ocho personas que han participado, cinco hayan logrado un puesto de trabajo dejando así el programa, dos de ellas en el ámbito de la agricultura y el resto en otros sectores.
Estos motrileños han logrado más que un trabajo, han reforzado sus perspectivas y deseos de ofrecer toda su capacidad por el bienestar de su familia, porque con la típica carencia de empleo desde hace unos años atrás se valora mucho más un puesto de trabajo, lo cual es un incentivo para estas personas que seguro lucharán por no fallar a su labor.
Tan efectivo ha sido este proyecto a nivel laboral con la consecución de puestos de trabajo, como a nivel social, por la alegría de esas familias de las cinco personas colocadas profesionalmente, que Cáritas empieza a reflexionar sobre la posibilidad de crear una empresa de inserción socio laboral en el sector de la agricultura más pronto de lo que se pueda imaginar.
En este programa de Empleo y Formación de Cáritas han colaborado entidades privadas y un laboratorio que desarrolla las analíticas del suelo a coste cero, o los de diferentes semilleros de Motril. También han contado con la ayuda de profesionales de la agricultura que han cedido sus tractores y su tiempo para adecentar el terreno para el cultivo. Incluso han prestado su apoyo algunas personas que han entregado parte de sus instalaciones para el almacenamiento de productos fitosanitarios y otros, su tiempo en el asesoramiento técnico.
Para Motril este proyecto ha resultado beneficioso, primero por sus participantes y luego para todos los ciudadanos motrileños, que han ayudado a que sus vecinos consigan su merecido objetivo. Del mismo modo, en cuestión medioambiental, se ha logrado que un terreno baldío se convierta en un terreno activo de producción, lo cual es importante para el municipio. Así pues, esto ha servido para que algunos propietarios de parcelas tomen conciencia tanto para hacer de sus tierras superficies fecundas, como para dar trabajo a algunos participantes del proyecto.
La agricultura es uno de los sectores que menos ha afectado la crisis económica y a su vez, uno de los ámbitos más necesarios principalmente para alimentar al pueblo. Cáritas promueve la necesidad de acceder al mercado laboral con uno de los oficios más antiguos de la historia que, explotándolo adecuadamente enriquece bastante la economía. Lo cierto es que el programaSembrando Oportunidades ha hecho un gran favor a todas esas personas que están dispuestas a trabajar a destajo por el futuro estable de sus familias.
Una familia propietaria de un terreno bajo estructura de invernadero de Motril decidió ceder su propiedad a Cáritas para su explotación. Esta familia no sólo cedió la superficie de 2.800 metros cuadrados sino que se hizo cargo de cubrir los gastos derivados de los impuestos, además del desembolso por el riego de las plantaciones durante todos los años que se prolongue dicha cesión. Ocho personas en riesgo de exclusión sociales se hicieron responsables de explotar el terreno cedido, seleccionados por Cáritas Interparroquial.
Hay unas cifras de lo más esperanzadoras, lo que ha repercutido en los participantes , a los que se les ha ofrecido un estímulo y lo que es más importante, la aspiración de poder obtener un empleo. No hay que olvidar que los participantes de esta iniciativa estaban en riesgo de exclusión, y gracias a Cáritas y a ellos mismos se ha conseguido que de ocho personas que han participado, cinco hayan logrado un puesto de trabajo dejando así el programa, dos de ellas en el ámbito de la agricultura y el resto en otros sectores.
Estos motrileños han logrado más que un trabajo, han reforzado sus perspectivas y deseos de ofrecer toda su capacidad por el bienestar de su familia, porque con la típica carencia de empleo desde hace unos años atrás se valora mucho más un puesto de trabajo, lo cual es un incentivo para estas personas que seguro lucharán por no fallar a su labor.
Tan efectivo ha sido este proyecto a nivel laboral con la consecución de puestos de trabajo, como a nivel social, por la alegría de esas familias de las cinco personas colocadas profesionalmente, que Cáritas empieza a reflexionar sobre la posibilidad de crear una empresa de inserción socio laboral en el sector de la agricultura más pronto de lo que se pueda imaginar.
En este programa de Empleo y Formación de Cáritas han colaborado entidades privadas y un laboratorio que desarrolla las analíticas del suelo a coste cero, o los de diferentes semilleros de Motril. También han contado con la ayuda de profesionales de la agricultura que han cedido sus tractores y su tiempo para adecentar el terreno para el cultivo. Incluso han prestado su apoyo algunas personas que han entregado parte de sus instalaciones para el almacenamiento de productos fitosanitarios y otros, su tiempo en el asesoramiento técnico.
Para Motril este proyecto ha resultado beneficioso, primero por sus participantes y luego para todos los ciudadanos motrileños, que han ayudado a que sus vecinos consigan su merecido objetivo. Del mismo modo, en cuestión medioambiental, se ha logrado que un terreno baldío se convierta en un terreno activo de producción, lo cual es importante para el municipio. Así pues, esto ha servido para que algunos propietarios de parcelas tomen conciencia tanto para hacer de sus tierras superficies fecundas, como para dar trabajo a algunos participantes del proyecto.
La agricultura es uno de los sectores que menos ha afectado la crisis económica y a su vez, uno de los ámbitos más necesarios principalmente para alimentar al pueblo. Cáritas promueve la necesidad de acceder al mercado laboral con uno de los oficios más antiguos de la historia que, explotándolo adecuadamente enriquece bastante la economía. Lo cierto es que el programaSembrando Oportunidades ha hecho un gran favor a todas esas personas que están dispuestas a trabajar a destajo por el futuro estable de sus familias.
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