El ex presidente español inaugura la Cátedra de Estudios de Civilización Islámica, que situará a Granada como puente de comunicación entre culturas
LOLA QUERO GRANADA
La cultura y las ideas como munición, la Alianza de Civilizaciones en el centro de la estrategia y España y la ciudad de Granada como puentes de comunicación. El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero insiste en apostar por el entendimiento entre los pueblos como única forma de acabar con la violencia y el terrorismo.
En Granada acaba de surgir una iniciativa académica que, a juicio del ex mandatorio español, resulta "muy oportuna e imprescindible" en estos momentos de gran convulsión y violencia por diferencias religiosas y culturales en el mundo.
Rodríguez Zapatero, que fue el impulsor de la Alianza de Civilizaciones en las Naciones Unidas hace ya más de 10 años, inauguró ayer en esta ciudad la nueva Cátedra de Estudios de Civilización Islámica, una iniciativa de la Fundación Euroárabe de Granada y la Fundación Mominoun de Estudios e Investigación, que pretende contribuir a la cooperación y convivencia de los pueblos mediante el estudio y la difusión de la diversidad religiosa y cultural.
Rodríguez Zapatero ofreció una conferencia sobre los nuevos retos que ha de afrontar la Alianza de Civilizaciones, un programa con el que la ONU anticipó "una tarea, una necesidad imperiosa" para el "diálogo mundial". Tras una década, las actuaciones de los grupos violentos en el mundo árabe ponen aún más de manifiesto la necesidad de profundizar en esta iniciativa. A su juicio, el terrorismo y la violencia deben tener una respuesta y se deben combatir primero con la fuerza, pero solo la cultura y las ideas podrán derrotar a los movimientos que "enarbolan creencias religiosas como excluyentes".
"Ninguna fe, ninguna creencia, ningún dios puede servir para amparar o legitimar la violencia", continuó el anterior mandatario español, quien no cree que haya política en el terrorismo. "No hay política en la violencia. Matar no es defender ninguna idea, matar es solo matar", agregó el impulsor de la Alianza de Civilizaciones. Zapatero sostiene que esta iniciativa sigue más vigente que nunca y hay que incrementar los apoyos.
El ex presidente español pidió ayer que las religiones hagan un esfuerzo histórico para lograr la paz y recordó que hace unos meses propuso en Naciones Unidas un espacio de encuentro de las distintas confesiones desde el que se descalificara "de raíz" el uso de la violencia. Se trata de enviar un "mensaje poderoso" para "aislar el fanatismo".
El presidente de la Fundación Mominoun, Yunis Qantil, que asistió ayer a la puesta de largo de esta nueva Cátedra, insistió también en la importancia de no convertir la religión en el "matiz esencial", pues la clave deber ser el "ser humano". Hizo un análisis coincidente en muchos aspectos con el ex presidente español sobre los motivos actuales de la violencia y el extremismo religioso.
El responsable de la Fundación copartícipe en la Cátedra de Estudios de Civilización Islámica aseguró que el problema es "nuestro modelo social", con el que "no hemos sido capaces de dar a la gente confianza y esperanza en un futuro mejor". Los extremismos se han convertido, a su juicio, en "una tabla de salvación" y por eso el único camino es "dar confianza a las generaciones venideras con diálogo y amor". Para ese camino es importante la iniciativa puesta en marcha en Granada, que "se convierte en puente de comunicación" entre las culturas.
El programa que se pondrá en marcha con esta Cátedra a partir de ahora incluirá congresos, seminarios científicos, un máster, la publicación y traducción de obras, así como estancias de investigación. Está prevista una duración inicial de la iniciativa de al menos 5 años, aunque en 2018 se estudiará la renovación. A través de estos proyectos se estudiarán cuestiones tan importantes como el Islam en Europa, el papel de la mujer en esta religión, la política, la economía o el arte.
Rodríguez Zapatero alabó la iniciativa común de las dos Fundaciones porque "cada acuerdo entre España y Marruecos favorece la convivencia y nos hace progresar en el ámbito del conocimiento". Las visiones humanistas, que apuestan por el uso del diálogo, el respeto y la cooperación son para el conferenciante la única senda de futuro. En referencia a visiones más beligerantes sobre la solución al extremismo islámico, el ex presidente dijo ayer que la propuesta de la Alianza de Civilizaciones es "un proyecto útil e inteligente" y que la estrategia de la palabra y el entendimiento "no es ingenuidad, sino lucidez".
La Alianza de Civilizaciones cuenta actualmente con el apoyo de 114 países y 24 organizaciones internacionales, además de tener 12 programas de acción. Rodríguez Zapatero defendió su vigencia ahora más que nunca, sobre todo como estrategia de futuro, para llegar a los jóvenes que representan el 70% de la población de los países árabes.
En este tiempo, según explicó el ex mandatario español, se ha fomentado la relación entre miles de jóvenes de todos los continentes. Zapatero puso ayer mucho énfasis en defender la libertad como camino hacia la paz porque "no es la verdad lo que nos hace libres, si no la libertad lo que nos hace verdaderos". Y en el mismo sentido cerró su intervención ayer en Granada con una cita de Federico García Lorca sobre las "cosas encerradas detrás de los muros".
En Granada acaba de surgir una iniciativa académica que, a juicio del ex mandatorio español, resulta "muy oportuna e imprescindible" en estos momentos de gran convulsión y violencia por diferencias religiosas y culturales en el mundo.
Rodríguez Zapatero, que fue el impulsor de la Alianza de Civilizaciones en las Naciones Unidas hace ya más de 10 años, inauguró ayer en esta ciudad la nueva Cátedra de Estudios de Civilización Islámica, una iniciativa de la Fundación Euroárabe de Granada y la Fundación Mominoun de Estudios e Investigación, que pretende contribuir a la cooperación y convivencia de los pueblos mediante el estudio y la difusión de la diversidad religiosa y cultural.
Rodríguez Zapatero ofreció una conferencia sobre los nuevos retos que ha de afrontar la Alianza de Civilizaciones, un programa con el que la ONU anticipó "una tarea, una necesidad imperiosa" para el "diálogo mundial". Tras una década, las actuaciones de los grupos violentos en el mundo árabe ponen aún más de manifiesto la necesidad de profundizar en esta iniciativa. A su juicio, el terrorismo y la violencia deben tener una respuesta y se deben combatir primero con la fuerza, pero solo la cultura y las ideas podrán derrotar a los movimientos que "enarbolan creencias religiosas como excluyentes".
"Ninguna fe, ninguna creencia, ningún dios puede servir para amparar o legitimar la violencia", continuó el anterior mandatario español, quien no cree que haya política en el terrorismo. "No hay política en la violencia. Matar no es defender ninguna idea, matar es solo matar", agregó el impulsor de la Alianza de Civilizaciones. Zapatero sostiene que esta iniciativa sigue más vigente que nunca y hay que incrementar los apoyos.
El ex presidente español pidió ayer que las religiones hagan un esfuerzo histórico para lograr la paz y recordó que hace unos meses propuso en Naciones Unidas un espacio de encuentro de las distintas confesiones desde el que se descalificara "de raíz" el uso de la violencia. Se trata de enviar un "mensaje poderoso" para "aislar el fanatismo".
El presidente de la Fundación Mominoun, Yunis Qantil, que asistió ayer a la puesta de largo de esta nueva Cátedra, insistió también en la importancia de no convertir la religión en el "matiz esencial", pues la clave deber ser el "ser humano". Hizo un análisis coincidente en muchos aspectos con el ex presidente español sobre los motivos actuales de la violencia y el extremismo religioso.
El responsable de la Fundación copartícipe en la Cátedra de Estudios de Civilización Islámica aseguró que el problema es "nuestro modelo social", con el que "no hemos sido capaces de dar a la gente confianza y esperanza en un futuro mejor". Los extremismos se han convertido, a su juicio, en "una tabla de salvación" y por eso el único camino es "dar confianza a las generaciones venideras con diálogo y amor". Para ese camino es importante la iniciativa puesta en marcha en Granada, que "se convierte en puente de comunicación" entre las culturas.
El programa que se pondrá en marcha con esta Cátedra a partir de ahora incluirá congresos, seminarios científicos, un máster, la publicación y traducción de obras, así como estancias de investigación. Está prevista una duración inicial de la iniciativa de al menos 5 años, aunque en 2018 se estudiará la renovación. A través de estos proyectos se estudiarán cuestiones tan importantes como el Islam en Europa, el papel de la mujer en esta religión, la política, la economía o el arte.
Rodríguez Zapatero alabó la iniciativa común de las dos Fundaciones porque "cada acuerdo entre España y Marruecos favorece la convivencia y nos hace progresar en el ámbito del conocimiento". Las visiones humanistas, que apuestan por el uso del diálogo, el respeto y la cooperación son para el conferenciante la única senda de futuro. En referencia a visiones más beligerantes sobre la solución al extremismo islámico, el ex presidente dijo ayer que la propuesta de la Alianza de Civilizaciones es "un proyecto útil e inteligente" y que la estrategia de la palabra y el entendimiento "no es ingenuidad, sino lucidez".
La Alianza de Civilizaciones cuenta actualmente con el apoyo de 114 países y 24 organizaciones internacionales, además de tener 12 programas de acción. Rodríguez Zapatero defendió su vigencia ahora más que nunca, sobre todo como estrategia de futuro, para llegar a los jóvenes que representan el 70% de la población de los países árabes.
En este tiempo, según explicó el ex mandatario español, se ha fomentado la relación entre miles de jóvenes de todos los continentes. Zapatero puso ayer mucho énfasis en defender la libertad como camino hacia la paz porque "no es la verdad lo que nos hace libres, si no la libertad lo que nos hace verdaderos". Y en el mismo sentido cerró su intervención ayer en Granada con una cita de Federico García Lorca sobre las "cosas encerradas detrás de los muros".
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