¿Puede ser nuestra segunda luna esta estrella a punto de explotar? CIENCIAXPLORA - ATRESMEDIA

Betelgeuse, una estrella supergigante roja situada en el hombro derecho del cazador Orión está en las últimas etapas de su vida. Está a punto de estallar como supernova, evento que provocará que su brillo compita directamente con el de la Luna llena. Pero ya sabemos que el 'poco tiempo' en astronomía, no siempre es 'poco'.

La constelación de Orión, donde destaca la rojiza Betelgeuse | Foto: Clark Planetarium (clarkplanetarium.org).

¿De qué color ves las estrellas? Si las ves desde un ambiente urbano, seguramente la respuesta sea "blancas", pero si las observas desde uno rural, podrás apreciar matices en el color: algunas, efectivamente serán blancas, otras azuladas y otras, las que menos, rojizas.

Ahora en invierno destaca una de esas estrellas rojizas. Se llama Betelgeuse y se encuentra a unos 700 años luz en la inconfundible y fácilmente apreciable constelación de Orión. Esta estrella, una supergigante roja, se encuentra en lo que sería el hombro derecho del gran cazador, y en buenas condiciones de oscuridad podremos apreciar que, efectivamente, es roja.

El brillo de Betelgeuse, aunque variable, la cataloga como la novena estrella más brillante del cielo, pero eso podría cambiar: esta supergigante roja está a punto de estallar en forma de supernova. Podría ocurrir aquello que sucedió en el año 1054 cuando lo que hoy conocemos como M1 en Tauro estalló y el mundo se llenó de profecías, con la diferencia de ahora sabremos que se trata (sin más) de una supernova.

En ese momento, lo que quede de Betelgeuse se convertirá en uno de los objetos más brillantes del cielo, tan solo por detrás del Sol y rivalizando con el brillo de la Luna llena. Durante los días o semanas en los que la explosión libere toda su energía, podremos ver esa nueva estrella en el cielo como si fuera una segunda luna, pudiéndose ver incluso de día.

¿Cuándo sucederá esto? No se sabe. La palabra 'pronto' en astronomía se refiere a un intervalo de años que puede ser de varios miles de años. O, quién sabe, igual estalló hace menos de 700 años y todavía no hemos recibido su luz...