Más de 60 inmersiones de submarinistas 'peinarán' la Costa de Granada para eliminar residuos y prevenir que se arroje basura al mar En la iniciativa están implicados los colegios
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL 
Cada vez hay más voces que gritan que hay que poner punto final a la contaminación marina y que la principal causa de que las aguas y la fauna se vean afectadas por este mal son los millones de toneladas de basuras que llegan a mares y océanos procedentes de tierra.
El profesor de la Cátedra Relec, Enrique Montero, e impulsor del programa Ecopuertos, que pretende limpiar la costa granadina de manera integral y, sobre todo, prevenir la contaminación de cara al futuro, explica que "según el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, hasta el 80% de los residuos que se encuentran en el mar provienen de tierra, procedentes de ciudades, zonas turísticas, industrias, explotaciones agrícolas… incluso de lugares situados muchos kilómetros tierra adentro y que son transportados por el agua de los ríos o las ramblas, e incluso por el viento".
Los efectos son devastadores, pues "aproximadamente el 70% de la basura marina se acumula en el fondo marino, dando lugar, además de la contaminación, a la creación de una barrera física que dificulta o impide el intercambio fondo-agua, con el consiguiente efecto dañino para la vida marina", continúa explicando el profesor de la Universidad de Cádiz, que añade que "al menos un millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos mueren cada año como consecuencia directa de la basura marina" y que, en consecuencia, "si no se toman medidas inmediatas y contundentes, las cuales sean llevadas a cabo también por la ciudadanía, submarinistas y profesionales de la mar, con el apoyo de diferentes organizaciones, la diversidad marina sufrirá un grave deterioro en un plazo no demasiado lejano".
Bajo estas premisas nace el nuevo proyecto Ecopuertos, que supone una 'segunda parte' del que se desarrolló en colaboración con el sector pesquero. De esa experiencia, según Montero, se constata aún más que en la costa de Granada la mayor parte de los objetos extraídos del fondo del mar provenían de tierra. "En consecuencia, limitarse exclusivamente a recoger las basuras marinas de los fondos por los pesqueros arrastreros sin, al mismo tiempo, tratar de reducir el flujo de residuos que procedentes de tierra llegan al mar, sólo tendrá un reducido efecto sobre la cantidad de basura que se acumula en los fondos marinos", argumenta Enrique Montero.
De ahí que esté convencido de que son necesarias acciones de retirada de residuos en el mismo litoral, que eviten su llegada al mar por efecto de lluvias, vientos o corrientes y que esté acompañada de "la contabilización, caracterización y señalamiento del lugar en que se hallaron los residuos, con objeto de poder tratar de averiguar posteriormente cómo y por qué se encontraban allí y, a partir de aquí, poder proponer las correspondientes acciones correctivas".
Desde la Cátedra Relec se ha diseñado un plan anual constituido por diferentes actuaciones que se realizarían continuadamente, cuyo propósito es recoger residuos a lo largo del camino que recorren desde tierra hasta el mar y los fondos profundos. Este programa, que ha arrancado ya este mes, se llevará a efecto en la totalidad del litoral granadino, y en cada uno de los meses que restan del año 2016, gracias al apoyo de Ecoembes.
Los submarinistas efectuarán actuaciones en los fondos someros (que no son ni playa ni altas profundidades) y los senderistas en tierra y mar, mientras que también participarán a partir de septiembre 17 centros escolares granadinos. Todas las actividades relacionadas con el buceo están siendo realizadas y coordinadas por el Club Universitario de Buceo de Granada (CUB), adscrito al Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UGR.
En el pasado mes de julio, que es cuando se han puesto en marcha las inmersiones, ya se han realizado más de una docena, de un total de 64 que están previstas en este año, según explica el responsable del CUB, Juan Diego López, que se encuentra "orgulloso" de que la Cátedra Relec cuente con ellos para este plan "puntero".
Según López, este proyecto pionero tiene tal relevancia que la Unión Europea lo ha tomado como ejemplo para "caracterizar" los residuos en toda la Costa Mediterránea. "Es un complemento a la tipificación que hace Europa con el código Ospar", apunta el responsable del Club Universitario de Buceo de Granada.
En una primera fase, están participando buceadores científicos para concretar la procedencia de las basuras, mientras que la futura segunda fase estará más abierta, por la que "peinaremos la zona y la dejaremos muy limpia".
Entre los residuos que han encontrado en el escaso mes que llevan trabajando, López menciona objetos tan curiosos como un I-Phone 6, dos motos, carros de la compra, urnas funerarias, cajas fuertes, volantes y ruedas de coches, dos barriles de cerveza, un horno o una botella de champagne, "que estaba muy fresquita y que pudimos degustar".
El profesor de la Cátedra Relec, Enrique Montero, e impulsor del programa Ecopuertos, que pretende limpiar la costa granadina de manera integral y, sobre todo, prevenir la contaminación de cara al futuro, explica que "según el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, hasta el 80% de los residuos que se encuentran en el mar provienen de tierra, procedentes de ciudades, zonas turísticas, industrias, explotaciones agrícolas… incluso de lugares situados muchos kilómetros tierra adentro y que son transportados por el agua de los ríos o las ramblas, e incluso por el viento".
Los efectos son devastadores, pues "aproximadamente el 70% de la basura marina se acumula en el fondo marino, dando lugar, además de la contaminación, a la creación de una barrera física que dificulta o impide el intercambio fondo-agua, con el consiguiente efecto dañino para la vida marina", continúa explicando el profesor de la Universidad de Cádiz, que añade que "al menos un millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos mueren cada año como consecuencia directa de la basura marina" y que, en consecuencia, "si no se toman medidas inmediatas y contundentes, las cuales sean llevadas a cabo también por la ciudadanía, submarinistas y profesionales de la mar, con el apoyo de diferentes organizaciones, la diversidad marina sufrirá un grave deterioro en un plazo no demasiado lejano".
Bajo estas premisas nace el nuevo proyecto Ecopuertos, que supone una 'segunda parte' del que se desarrolló en colaboración con el sector pesquero. De esa experiencia, según Montero, se constata aún más que en la costa de Granada la mayor parte de los objetos extraídos del fondo del mar provenían de tierra. "En consecuencia, limitarse exclusivamente a recoger las basuras marinas de los fondos por los pesqueros arrastreros sin, al mismo tiempo, tratar de reducir el flujo de residuos que procedentes de tierra llegan al mar, sólo tendrá un reducido efecto sobre la cantidad de basura que se acumula en los fondos marinos", argumenta Enrique Montero.
De ahí que esté convencido de que son necesarias acciones de retirada de residuos en el mismo litoral, que eviten su llegada al mar por efecto de lluvias, vientos o corrientes y que esté acompañada de "la contabilización, caracterización y señalamiento del lugar en que se hallaron los residuos, con objeto de poder tratar de averiguar posteriormente cómo y por qué se encontraban allí y, a partir de aquí, poder proponer las correspondientes acciones correctivas".
Desde la Cátedra Relec se ha diseñado un plan anual constituido por diferentes actuaciones que se realizarían continuadamente, cuyo propósito es recoger residuos a lo largo del camino que recorren desde tierra hasta el mar y los fondos profundos. Este programa, que ha arrancado ya este mes, se llevará a efecto en la totalidad del litoral granadino, y en cada uno de los meses que restan del año 2016, gracias al apoyo de Ecoembes.
Los submarinistas efectuarán actuaciones en los fondos someros (que no son ni playa ni altas profundidades) y los senderistas en tierra y mar, mientras que también participarán a partir de septiembre 17 centros escolares granadinos. Todas las actividades relacionadas con el buceo están siendo realizadas y coordinadas por el Club Universitario de Buceo de Granada (CUB), adscrito al Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UGR.
En el pasado mes de julio, que es cuando se han puesto en marcha las inmersiones, ya se han realizado más de una docena, de un total de 64 que están previstas en este año, según explica el responsable del CUB, Juan Diego López, que se encuentra "orgulloso" de que la Cátedra Relec cuente con ellos para este plan "puntero".
Según López, este proyecto pionero tiene tal relevancia que la Unión Europea lo ha tomado como ejemplo para "caracterizar" los residuos en toda la Costa Mediterránea. "Es un complemento a la tipificación que hace Europa con el código Ospar", apunta el responsable del Club Universitario de Buceo de Granada.
En una primera fase, están participando buceadores científicos para concretar la procedencia de las basuras, mientras que la futura segunda fase estará más abierta, por la que "peinaremos la zona y la dejaremos muy limpia".
Entre los residuos que han encontrado en el escaso mes que llevan trabajando, López menciona objetos tan curiosos como un I-Phone 6, dos motos, carros de la compra, urnas funerarias, cajas fuertes, volantes y ruedas de coches, dos barriles de cerveza, un horno o una botella de champagne, "que estaba muy fresquita y que pudimos degustar".
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