- La alarma se extendió por Granada la noche del domingo por el paso de una gran bola de fuego
- Estos fenómenos son normales pero no dejan de asombrar
S. VALLEJO
Aunque es un fenómeno común, no todos los días se ve la estela de un meteorito y mucho menos se sienten sus efectos como el sonido, movimiento o estruendo que deja en su choque contra la atmósfera y su posterior desintegración. La noche del domingo esa sensación que se vive durante décimas de segundo la pudieron notar muchos granadinos que vieron un destello similar al de una gran bola de fuego, sintieron un sonido como el de un trueno o incluso el movimiento de cristales de un terremoto.
Tras el primer revuelo se confirmó que lo que se había avistado era una impresionante bola de fuego que cruzó Granada cayendo probablemente en una zona de algún municipio del Cinturón granadino, un lugar que ayer los expertos no desvelaron para evitar la acción de los posibles 'cazameteoritos' pero que se situaría en torno a la vega granadina y el Cinturón. Ahora serán los científicos los que busquen el rastro de los trozos que hayan podido caer (en todo caso pequeños, de apenas unos centímetros) para someterlos a estudio.
Lo que ya sí se puedo confirmar ayer tras el análisis de las cámaras de observación situadas en algunos observatorios es que el bólido fue real, que cruzó Granada y Jaén y que fue más intenso de lo habitual tanto en su tamaño como en brillo. Con todo, se enmarca dentro de la normalidad, según los expertos.
Este bólido pudo ser registrado desde el Observatorio de Calar Alto en Almería, tanto desde la estación de detección de bólidos que el proyecto SMART tiene en este centro, como gracias a las cámaras de vigilancia externa del Observatorio. Ambos dispositivos pudieron capturar un vídeo realmente espectacular del fenómeno que está en su página web. También fue seguido con las estaciones de detección que dicho proyecto tiene en los observatorios de La Hita (Toledo), Sierra Nevada (Granada), La Sagra (Granada) y Sevilla.
Según el análisis preliminar llevado a cabo por el Profesor José María Madiedo, de la Universidad de Huelva e investigador principal del proyecto SMART, el evento se produjo como consecuencia del impacto contra la atmósfera terrestre de un meteoroide "de dimensión considerable" a una velocidad aproximada de 72.000 km/h. La bola de fuego, que sobrevoló las provincias de Granada y Jaén, pudo ser vista desde gran parte del país ya que su brillo fue "superior al de la luna llena".
Enrique de Guindos, del Centro Astronómico Hispano-Alemán A.I.E., explicó que cuando un objeto entra en la atmósfera la enorme fricción causa el meteoro, que deja un bólido con una explosión final que lo suele desintegrar pero que en este caso, por su tamaño, ha podido haber producido fragmentos que hayan caído a la tierra, que son los meteoritos. Aunque no se puede saber el número, el estudio de la luminosidad del bólido puede indicar también los trozos dejados durante su trayectoria. Según Madiedo, "los científicos tienen previsto organizar una expedición para capturar la roca y someterla a un análisis más exhaustivo".
La sensación de temblor y sonido de explosión que notó parte de la población de algunos municipios, sobre todo de la zona de Albolote, se debe a la "onda expansiva", en este caso mayor que otros bólidos que hayan entrado a la atmósfera por ser de "mayor tamaño". "El 24 de febrero hubo uno parecido a este y también se escuchó la explosión", dijo De Guindos, que indicó que el fenómeno luminoso que causa el bólido se suele ver a unos 100 kilómetros de altura y suele acabar a unos 40 o 60 kilómetros. Alguno ha llegado más bajo, hasta los 20 kilómetros.
El del domingo aún no se sabe pero por la percepción vecinal a diferencia de otros fenómenos parecidos ha tenido que mantenerse hasta una distancia más cercana a la tierra sumando el fenómeno de la explosión. Se pudo ver desde toda Andalucía, Castilla-La Mancha e incluso Madrid por su luminosidad y su duración.
Para los expertos, esta actividad es normal lo que diferencia es que cada vez hay más medios de detección y visualización y por eso parecen más comunes. Sólo en los últimos meses se han visto fenómenos similares el 8 y 17 de agosto; el 9, 27 y 30 de septiembre; el 26 de octubre y el 15 y 18 de noviembre.
Según José Luis Ortiz, experto en sismografía del Instituto de Astrofísica de Andalucía, sería interesante que las personas o empresas que tienen cámaras de seguridad miren sus grabaciones por si tienen algún registro de la bola de fuego para que "podamos reconstruir su trayectoria y órbita del objeto progenitor, lo mejor posible". En un primer análisis, no parece que haya sido una reentrada de un satélite artificial, ya que no había ninguna prevista para el día 11 de diciembre. El superbólido que se vio en Málaga el 15 de Abril de 2006 y que produjo gran alarma fue debido a la reentrada de un satélite artificial ruso, denominado Sich-1M, que tenía una masa de 2.200 kg, pero este no parece ser el caso en esta ocasión.
"En las fechas en las que nos encontramos, la bola de fuego podría deberse a actividad un poco adelantada de la lluvia de meteoros denominada Gemínidas. Las Gemínidas tienen su pico de actividad el 14 de Diciembre de este año, pero a veces en días anteriores pueden producirse bólidos adelantados, que son fragmentos de asteroide Phaeton en este caso. Phaethon tendrá en 2017 su máxima aproximación a la Tierra", aunque todavía está en estudio.
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