Necesitamos una apuesta decidida por que Granada sea una ciudad de museos dentro de un modelo de dinamización social y cultural que fomente al mismo tiempo un turismo de calidad y sostenible. Debemos articular una red potente de museos que coordine y genere sinergias entre los museos actuales y los que puedan inaugurarse en el futuro. Así mismo, es urgente tener un gran museo de la ciudad que pueda liderar dicha red junto con otros museos y monumentos emblemáticos como la Alhambra, el Parque de las Ciencias, los espacios de la Granada Cristiana, o lo que debería ser el Centro Lorca y el resto de espacios lorquianos de nuestra Vega.
Se trata de combinar una red de museos con un gran espacio que aglutine colecciones dispersas y localizadas en lugares inadecuados (Bellas Artes, Arqueológico o patrimonio municipal, de la Diputación, y de la Universidad). Aunque una decisión de este calado debe desarrollarse a través de un proceso participativo que podría vincularse al proyecto de Granada Cultural 2031, siempre y cuando la iniciativa esté abierta a la sociedad civil granadina, sobre todo al amplio espectro de la diversidad cultural que caracteriza y enriquece nuestra ciudad.
Una de las decisiones clave será el espacio. Es fundamental reordenar los edificios que ocupan o poseen nuestras administraciones para ahorrar en alquileres, y darles un uso social que dinamice nuestra ciudad. Uno de esos usos es el cultural y, en particular, el museístico. Por un lado, el Convento de la Merced tendría el tamaño adecuado para ser el Museo de la Ciudad que señalaba más arriba, atendiendo a las necesidades que este proyecto estratégico tendría: espacio suficiente tanto para exposición como para dinamización cultural e I+D.
Debe quedar claro que no se puede seguir enajenando el patrimonio inmueble ni alquilándolo a precios irrisorios para intereses privados (y en muchos casos oscuros). Entre otros que están temporalmente perdidos para su uso público como el propio Hospital de San Juan de Dios, hay dos espacios emblemáticos en los que han fracasado los intentos de privatización a precio de saldo, como son la Casa Ágreda o el edificio de San Matías 11, y muchos otros que ahora mismo tienen usos de utilidad limitada (Casa Zafra, Palacio de Santa Inés, Palacio de Dar Al Horra...). Todos ellos deberían formar parte activa de la red de museos de la ciudad albergando patrimonio disperso o mal ubicado, o ampliando los fondos museísticos para ponernos al nivel que nos corresponde y facilitando la cooperación con Málaga, que actualmente compite con Granada en este ámbito apoyada por fuertes inversiones del Estado que deberían venir también aquí.
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