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                                                                           TRIBUNA

ANTONIO CHAVES RENDÓN

Responsable de planificación estratégica y programación de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo

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Se ha demostrado que el mejor antídoto frente al miedo al otro es el diálogo sincero alejado de estereotipos, cargado de la fuerza que nos da la juventud

Durante la semana del 5 al 9 de diciembre tuvo lugar en la ciudad de Doha (Qatar) el IV Encuentro de Jóvenes Líderes de Europa y el Mundo Árabe. La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo asistió a este foro de diálogo que surge a iniciativa del ministro de Asuntos Exteriores de Austria, y que contaba con la colaboración de la Liga de Estados Árabes y el Ministerio de Cultura y Deportes del Estado de Qatar. Cuatro días de intenso debate en el que más de 70 organizaciones de ambas orillas del Mediterráneo y de Oriente Próximo han analizado aspectos tales como la construcción del diálogo intercultural desde la educación no formal, la sostenibilidad económica y ambiental y los modelos comparados de gobernanza política. La Fundación Tres Culturas acudía con un objetivo claro: interconectar el proceso de debate de la sociedad civil iniciado en Malta y Marsella el pasado mes de octubre con este proceso ya iniciado, que expande territorialmente su mirada más allá del Mediterráneo. Distintos territorios, pero idénticas aspiraciones y esperanzas entre la juventud y la sociedad civil de los pueblos de Europa y el mundo árabe: avanzar en la justicia social, en la construcción de una sociedad más diversa e inclusiva que no niegue el futuro a las nuevas generaciones de jóvenes.

Sobre la mesa de debate, temas tan necesarios como el trabajo común frente a la creciente ola de radicalización y su contraparte, con el aumento de los casos de islamofobia que comienza a experimentarse en los países europeos. No podíamos dejar de olvidarnos de los refugiados y el reto que ante sí tiene Europa en una doble vertiente: la primera de justicia social mediante la acogida a esta ola de población que reclama nuestro auxilio y la segunda desde la sensibilización en nuestra sociedad, con nuestros convecinos, enfatizando la aportación que este nuevo contingente de población puede aportar al proyecto europeo. Experiencias como el convenio que recientemente la Fundación firmó con la Universidad Camilo José Cela para la acogida y ayuda en su carrera universitaria de estudiantes refugiados, o los recientes conciertos solidarios a beneficio de CEAR, Cruz Roja y Accem, evidencian la preocupación y sensibilidad que desde la Fundación Tres Culturas hemos tenido y mantendremos frente a este drama.

Con rotundidad, podemos afirmar que durante cuatro días se ha demostrado que el mejor antídoto frente al miedo al otro es el diálogo sincero alejado de estereotipos, cargado de la fuerza que nos da la juventud. Ahora, tras la vuelta tan sólo queda que aquellos 100 jóvenes del norte y del sur, de oriente y occidente se conviertan en embajadores y portavoces de las reflexiones y del plan de acción que en el encuentro se ha aprobado. Nadie sabe si entre aquellos participantes, procedentes en su mayoría de escuelas diplomáticas, pudiéramos encontrarnos a futuros líderes políticos en sus respectivos países, el tiempo será testigo de ello. De lo que sí podemos estar seguros es que cada uno de ellos llevará para siempre en sus recuerdos la imagen de una Andalucía solidaria, tolerante abierta a la diversidad, decidida hoy más que nunca a tender su mano en favor de la paz la justicia y la igualdad en el Mediterráneo.

Hoy, los andaluces pueden sentirse orgullosos de que la Fundación Tres Culturas esté en la vanguardia de todos los procesos de diálogo político del espacio del Mediterráneo y Oriente Medio: la participación en el Med Forum de Malta, el Diálogo 5+5 en Marsella, la organización del encuentro de alto nivel sobre geopolítica y valores en el Mediterráneo y Oriente Próximo, o esta última participación en 4º Encuentro de Jóvenes Líderes de Europa y el Mundo Árabe son clara muestra de ello. La Fundación Tres Culturas, se consolida así como un instrumento útil al servicio de la acción exterior de Andalucía que desde la cultura, proyecta la imagen de una tierra, la nuestra, comprometida y solidaria; la imagen de una comunidad que consciente de su historia y legado ha sabido ganarse el papel de punto de encuentro entre oriente y occidente. El reto está en mantener este mismo nivel de exigencia y servicio público. Sigamos pues, manteniendo un año más encendida la llama de la paz, y de la concordia entre los pueblos.