Foto de familia de los trabajadores del Instituto López Neyra y las autoridades, ayer.
Conocer para curar. Es el lema, sencillo y conciso, que mueve la labor de uno de los centros de investigación más destacados de Granada. El López Neyra, que recibe su nombre del reconocido investigador cordobés, celebró ayer el 75 aniversario de su creación con un acto en el que estuvieron presentes la presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rosa Menéndez, la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, y el investigador Mariano Barbacid, destacado bioquímico y que fue director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y que impartió, con algo de retraso por culpa del vuelo, una conferencia titulada Cáncer y medicina de precisión: retos y oportunidades.
Menéndez, en su primera visita institucional a Andalucía desde que fuera designada presidenta del CSIC hace tres meses, destacó la "labor científica tremenda" que se desarrolla en este edificio del PTS, inaugurado en 2005 y que pertenece a la red del CSIC. De su larga trayectoria de 75 años de historia, Menéndez indicó que "ha ido ampliando su campo de actuación a la biomedicina" desde su primer campo de trabajo, la parasitología. En la actualidad, en el centro se estudian los aspectos moleculares y celulares de enfermedades parasitarias, autoinmunes y degenerativas, con el fin de identificar nuevos tratamientos. Entre sus logros está la identificación de genes relacionados con enfermedades autoinmunes, como la esclerodermia y la artritis reumatoide, o el hallazgo de un factor clave en la progresión tumoral, indican desde el centro. La plantilla ronda en la actualidad las 120 personas. Toda su historia se puede recorrer de forma muy gráfica en el recibidor del centro, donde se expone la trayectoria y los principales hitos científicos de López Neyra.
El director del centro, Mario Delgado, destacó el papel de la investigación básica en el centro, como primer paso en la cadena de la ciencia. En el último año, el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra ha gestionado cerca de tres millones de euros en proyectos, además de la dotación que percibe de la Administración del Estado, una cuantía inferior a la de 2016, cuando se alcanzaron los cuatro millones. Esas cifras se han mantenido en los últimos años pese a los problemas económicos que asolan la ciencia, destacó Delgado. "El recorte ha sido brutal", señaló, al tiempo que reconoció que pese a ello han sido capaces de "mantener el nivel", para lo que han tenido que hacer un esfuerzo extra en búsqueda de financiación.
Además de los logros conseguidos en los últimos años por los investigadores del centro, para este 2018 se plantea la posibilidad de presentarse para obtener una unidad de excelencia María de Maeztu, lo que supone una dotación de dos millones de euros en cuatro años. Preparar el proyecto para optar a este sello implicará "saber cómo estamos" y recibir el "feedback" de los evaluadores.
Sobre el momento que vive la ciencia en España, la presidenta del CSIC destacó que "invertir en ciencia no es un gasto" y que se debe hacer un "esfuerzo" en recuperar el talento que ha salido a otros centros de investigación tras años de formación en España. Instó a mantener a la investigación "al margen de la política". Abogó por avanzar en un contrato gestión, "que nos permita un respiro" y no depender de la aprobación de los presupuestos estatales cada año.
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