Entre los factores implicados está la mayor visibilidad que se da a los deportistas varones.
Los niños pasan bastante más tiempo al día que las niñas haciendo deporte, según un nuevo sondeo británico. Sin embargo, tanto los niños como las niñas que practican deporte lo disfrutan en igual medida, asegura la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido.
Uno de los factores que puede estar haciendo que los niños inviertan más tiempo en el deporte que las niñas es la mayor visibilidad que se les da a los deportistas varones y a las categorías masculinas. Según una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid, las menciones a mujeres solo suponen el 5% del total de las noticias deportivas.
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"Las niñas deben saber que el deporte es de todos y que su participación sí que importa", sostiene Siobhan Freegard, editora de la web ChannelMum.com.
"Aumentar el número de niñas que hacen deporte y el tiempo que lo practican les supondrá beneficios inmediatos y a largo plazo, tanto físicos como mentales", asegura.
Kate Dale, jefa de estrategia de This Girl Can, una organización de visibilización de la mujer deportista, explica en declaraciones a la edición británica del HuffPost que parte del problema también es el miedo a ser juzgadas: "Es una barrera enorme para las mujeres —y para las niñas— a la hora de realizar una actividad física, independientemente de su edad, talla, figura y circunstancias".
"Pueden estar preocupadas por sus capacidades, nerviosas por si las juzgarán si no son muy buenas. El problema puede surgir por su aspecto, por no querer que las vean acaloradas, sudadas y bamboleándose al hacer ejercicio, ya que no es una imagen que se vea con suficiente frecuencia en los medios. También pueden tener miedo de que las juzguen por sus prioridades, por tener una vida activa en vez de estar haciendo los deberes o quedando con amigos", lamenta.
¿Qué pueden hacer los padres para cambiar la tendencia y conseguir que sus hijas hagan más deporte?
1. Dar ejemplo.
"Muéstrale a tu hija que tú también haces ejercicio y anímala a acompañarte. Incluso ir a correr por un parque cercano o planear una salida familiar para ir a correr por el parque es un buen comienzo", recomienda Siobhan Freegard.
También se puede proponer planes más activos en lugar de las típicas rutinas sedentarias. En vez de ir al cine, podéis ir a patinar sobre hielo, a una piscina recreativa, probar las paredes de escalada o ir a bailar sobre patines. Es más importante de lo que parece, ya que los estudios demuestran que al hacer actividades físicas los padres, especialmente las madres, influyen en el nivel de actividad de los hijos.
"Esto no quiere decir que tengas que estar en perfecta condición física y mostrarles a tus hijos la soltura con la que pasas de la zumba al pilates o cómo te machacas al máximo", señala Kate Dale.
"Es igual de importante mostrarle que no pasa nada si no es la mejor, que todo el mundo se acalora, suda y acaba con la cara roja al hacer deporte, que no es el fin del mundo si tiene que sacrificar algo de tiempo de los deberes o de su vida social para tener un rato dedicado solo para ella. Lo fundamental es probarlo y pasarlo bien", recalca.
2. Convertirlo en una actividad social.
Busca clubes, clases o actividades en las que haya chicas de un nivel y edad similares a tu hija o anímala a apuntarse a otras actividades con sus amigos para convertir el deporte en una actividad más social.
"Nuestra investigación demuestra que las niñas están más interesadas en hacer amigos y en divertirse cuando están haciendo algún deporte", declara un portavoz de Women In Sport, una organización de visibilización de la mujer deportista.
Un estudio de la revista especializada Oxford Academic descubrió que la influencia de los amigos (tanto si hacen deporte como si no) es un indicador fundamental de si una adolescente es propensa a practicar algún deporte.
"Al parecer, el grupo de amigos tiene una influencia clave sobre el nivel de actividad física en este grupo de edad", resumen los autores del estudio.
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3. Proponer ideas al colegio.
Wendy MacLennan, directora de Train Body Brain, un programa de entrenamientos que combina fitness y meditación, considera que los colegios no deben priorizar tanto los deportes tradicionales. Argumenta que hay niños que pueden no estar interesados en deportes como el fútbol y que eso puede hacer que abandonen por completo el deporte.
Para evitar estas situaciones, MacLennan aconseja que los padres acudan al colegio de sus hijos para abordar el problema y debatir sobre si hay otras actividades que puedan incluirse en las clases de Educación Física.
4. No subestimar el impacto de la falta de autoestima.
"Algunas niñas son muy conscientes de su cuerpo y se apartan por ello del deporte", explica Siobhan Freegard, y aconseja: "Deja que tu hija escoja una equipación o un tipo de ropa que haga que se sienta con confianza para empezar a hacer deporte".
El pasado mes de noviembre, una investigación realizada de forma conjunta por Women In Sport y Youth Sport Trust desveló que la falta de confianza estaba disuadiendo de practicar deporte a las niñas. La cuarta parte de las niñas del estudio afirmaron que se sentían inseguras, que odiaban que otras personas las vieran hacer deporte y que no se sentían cómodas con el aspecto de su cuerpo.
Wendy MacLennan pide a los padres que recuerden a sus hijas que el deporte no está hecho para sentirse mal con uno mismo, sino para sentirse mejor. "Pregúntale a tu hija qué es lo que necesita o busca de una actividad deportiva y a qué nivel quiere participar. Muéstrale que cualquier actividad física es positiva, aunque sea un paseo rápido por el barrio", recomienda.
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5. Ofrecer distintas posibilidades.
"Pregunta a las chicas qué deportes o actividades físicas quieren hacer y propónles varias opciones", aconseja el portavoz de Women In Sport.
Hay cientos de deportes entre los que elegir, así que si a tu hija no le van demasiado los deportes tradicionales, muéstrale que existen más opciones.
"Puede que tu hija no quiera jugar a un deporte de equipo y que se le dé bien un deporte individual, como el golf o las artes marciales. Prueba varios hasta que veas qué es lo que le gusta", comenta Siobhan Freegard.
Wendy MacLennan señala que el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT en inglés) puede ser una opción estupenda para las adolescentes porque no requiere flexibilidad, hacer equipos ni contar con algún tipo específico de coordinación, y además "es divertido".
Kate Dale aconseja prestar atención a lo que se hace por tu zona: "Anima a tus hijas a probar varias opciones para que vean qué es lo que les gusta, porque todas son diferentes".
6. Mostrar referentes femeninos.
"Muchos equipos en su categoría femenina van mejor que su correspondiente equipo masculino. Intenta encontrar buenos referentes del deporte femenino en los que se pueda fijar", sugiere Siobhan Freegard.
La Women's Sport Foundation sostiene que las deportistas "son buenas referentes para las adolescentes porque promueven la actividad física, la participación en los deportes, la confianza, una sólida ética de trabajo y porque insisten en la importancia de la educación".
"Estas referentes muestran al practicar y perfeccionar sus habilidades que pueden llegar a ser lo que soñaron, independientemente de su sexo, raza o sus circunstancias personales", asegura esta organización.
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