La comedianta Amy Vreeke es una de las aproximadamente 176 millones de mujeres que viven con endometriosis. Al igual que muchas de esas mujeres, durante años ha sufrido problemas intestinales y dolor intenso durante la menstruación o durante el sexo, y en ese periodo nunca le diagnosticaron adecuadamente.
En 1015, Lena Dunham publicó su libro Not That Kind of Girl: A Young Woman Tells You What She's 'Learned' (No soy ese tipo de chica: una mujer joven cuenta lo que ha 'aprendido').
"Leyendo su libro, me topé con un capítulo en el que habla de la endometriosis, cómo es convivir con esta enfermedad y su propia experiencia. Fue entonces cuando me di cuenta de que yo también tenía eso. Fue extraño, me dije a mí misma: 'Dios mío. Soy yo'. Por primera vez, alguien describía cómo me sentía. Les dije a mis médicos que pensaba que tenía endometriosis y me hicieron unas cuantas pruebas. Algunos meses después me sometí a una intervención por laparoscopia, un procedimiento mediante el que se extraen ciertas células que no deberían estar ahí".
La endometriosis es una enfermedad del aparato reproductor femenino que afecta a una de cada diez mujeres en todo el mundo, pero se tarda unos 10 años en diagnosticar, de acuerdo con la Fundación Estadounidense de Endometriosis. Por otro lado, los síntomas, como los que experimentó Vreeke varían enormemente según la persona.
Yo misma dejé de ir al médico durante una temporada porque sentía vergüenza, y me hacían sentir que debía tenerla
Vreeke fue diagnosticada con 23 años, pero ya había experimentado los síntomas muchos años antes. Ella cree que el hecho de que los síntomas sean tan diversos pueden ser el motivo por el que a menudo no se acierte con el diagnóstico.
"Yo misma dejé de ir al médico durante una temporada porque sentía vergüenza, y me hacían sentir que debía tenerla. Creo que es algo que ocurre muy a menudo cuando se habla sobre asuntos relacionados con la salud de la mujer y la regla, asuntos que son completamente naturales, pero que causan algo de incomodidad y vergüenza, es ridículo", comenta.
Ahora, Vreeke está empleando la comedia para luchar contra esta estigmatización. Actualmente se encuentra escribiendo una obra de teatrotitulada 2016: El año en el que mi vagina intentó matarme en el que habla de esta enfermedad, y esto último es algo que hace día a día. Su objetivo es concienciar a los demás y conseguir que los millones de mujeres que sufren a raíz de esta enfermedad no se sientan tan solas.
"A las mujeres les resulta incómodo hablar de eso, y lo que quiero es ayudarlas con mi comedia. Deberíamos poder hablar de esto sin tapujos y sin sentirnos incómodas, aunque solo sea con los médicos", señala.
Vreeke apunta que en la sociedad existe la tendencia de restarle importancia a las quejas sobre el dolor de la regla, diciendo que es algo "normal" o que se está exagerando, y que este es un motivo por el que las mujeres tienden a guardase el sufrimiento para sí mismas. Asegura que cuando era joven y sentía dolor intenso durante la regla, se limitaba a pensar que tenía menos resistencia al dolor que las demás. Y ese sentimiento duró muchos años, hasta que su enfermedad comenzó a afectar a su vida sexual.
"Me dolía muchísimo al mantener relaciones sexuales, lo que me hizo tener problemas con mi primer novio. Él era muy comprensivo, pero evidentemente es complicado cuando eres joven y estás enamorado y el sexo desempeña un papel importante", cuenta.
Al igual a que muchas jóvenes, le daba vergüenza hablar sobre sus problemas con su pareja, lo cual creó cierta tensión en su relación y le hizo pensar que quizá el sexo no estaba hecho para disfrutarlo.
"Nunca hablaba de eso y pensaba que nadie entendía lo que me pasaba. No fui sincera con mi novio. Además, cuando estás empezando a mantener relaciones sexuales, no hay nada con lo que puedas compararlo, por lo que me limité a pensar que funcionaba así", dice la comedianta.
En la universidad, Vreeke seguía sintiéndose incómoda con el sexo: "Era algo muy incómodo para mí, tenía que emborracharme mucho para poder hacerlo y no era saludable".
La endometriosis hace que el endometrio crezca fuera del útero. Así, el dolor durante el sexo varía según la parte del cuerpo en la que esté creciendo. "Si crece detrás de la vagina o en la parte inferior del útero y afecta los nervios uterinos o los ligamentos, es probable que el sexo sea más doloroso porque la penetración hace que se empuje y se tire de ese revestimiento", de acuerdo con Everyday Health.
A día de hoy, Vreeke está prometida con un hombre que conoció cuando fue diagnosticada. Él la ha acompañado durante todo el proceso de diagnóstico, cirugía y los intentos de Vreeke de ser capaz de lidiar con su dolor mediante la dieta y el ejercicio.
Para mí, abordar este tema en el escenario ha sido como una catarsis después de tantos años en los que me guardaba todo para mí y era incapaz de comprenderlo.
"Estoy encantada de haber conocido a alguien tan importante para mí y que también me permita disfrutar de otra parte de las relaciones. Obviamente sigue habiendo problemas a veces, pero ahora que conozco el motivo me cuesta mucho menos hablar abiertamente sobre ello y saber gestionarlo".
Vreeke cuenta al HuffPost que enfrentar la enfermedad con humor le ha ayudado a darse cuenta de que puede ayudar a los demás: "Para mí, abordar este tema en el escenario ha sido como una catarsis después de tantos años en los que me guardaba todo para mí y era incapaz de comprenderlo. Es realmente positivo poder hablar y ayudar a otras mujeres, ya sea haciendo que se rían o animándolas a hablar sobre ese tema de forma seria".
Respecto a aquellas persones que les resulte incómodo que alguien hable tan abierta y sinceramente de este tema, Amy señala: "Hay gente que dice 'A nadie le importa tu vagina'. Y yo no tengo ningún problema con eso, pero que vayan a ver a otro comediante".
Nosotros sí que estaremos pendientes de lo que está por venir. Puedes seguir a Vreeke en Twitter si a ti también te interesa.
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