La lluvia es, en muchas partes del mundo, muy bienvenida, pero cuando el agua cae con mucha fuerza o durante mucho tiempo, llega un momento en el que la tierra ni los canales de desagüe de pueblos y ciudades dejan de poder absorberla.
Y claro, siendo el agua un líquido y, por lo tanto, un elemento que se abre paso allá por donde va, a menos que las nubes se dispersen rápido no nos quedará otra que hablar de inundaciones. Pero, ¿qué son y qué las causa?
Las inundaciones son la ocupación por parte del agua de zonas que, habitualmente, están libres de esta. Son fenómenos naturales que llevan sucediéndose desde que hay agua en el planeta Tierra, dando forma a las costas, contribuyendo a la formación de las llanuras en los valles de los ríos y de las tierras fértiles.
¿Qué las causa?
Pueden estar causadas por diversos fenómenos, que son:
- Gota fría: se produce cuando la temperatura de la superficie de la tierra es más fría que la de los mares. Esta diferencia provoca el ascenso de una gran masa de aire caliente y húmedo hasta las capas medias y altas de la atmósfera, causando así lluvias torrenciales y, como consecuencia de ello, puede haber inundaciones.
En España es un fenómeno anual que se da a partir de otoño. - Monzón: el monzón es un viento estacional que se produce por el desplazamiento del cinturón ecuatorial. Está provocado por el enfriamiento de la tierra, que es más rápido que el del agua. Así, en verano la temperatura de la superficie de la tierra es más alta que la del océano, lo cual hace que el aire sobre la tierra suba rápidamente provocando una borrasca. El viento, como sopla desde anticiclones (áreas de alta presión) hacia los ciclones (áreas de baja presión) para equilibrar ambas presiones, un viento intenso sopla constantemente desde el océano. Como consecuencia de ello, las lluvias caen con intensidad, haciendo crecer el nivel de los ríos.
- Huracanes: los huracanes o tifones son fenómenos meteorológicos que, a parte de poder causar mucho daño, son unos de los que más agua dejan caer. Son sistemas tormentosos con circulación cerrada que va girando alrededor de un centro de baja presión mientras se alimentan del calor del océano, el cual está a una temperatura de 20 grados centígrados como mínimo.
- Deshielo: en las zonas donde nieva con mucha frecuencia y además lo hace de forma abundante, las subidas bruscas de la temperatura provocan crecidas en los ríos. También se puede dar si la nevada ha sido fuerte e inusual, como por ejemplo lo son las que rara vez ocurren en zonas de clima subárido o árido.
- Maremotos o tsunamis: estos fenómenos son otra de las posibles causas de una inundación. Las olas gigantes provocadas por sismos pueden arrasar las costas, causando muchos problemas tanto a los residentes como a la flora y fauna del lugar.
Ocurren sobretodo en el área del Pacífico y del Índico, que tienen una mayor actividad sísmica.
¿Qué defensas tenemos contra ellas?
Desde que la humanidad empezó a volverse cada más sedentaria, instalándose cerca de los ríos y valles, siempre ha tenido el mismo problema: ¿cómo evitar las inundaciones? En Egipto, durante la época de los faraones, el río Nilo podía causarles importantes pérdidas a los egipcios, por lo que pronto estudiaron la manera con la que podían proteger sus cosechas con canales que desviasen el agua y diques. Pero lamentablemente solían ser destruidos por el agua al cabo de unos pocos años.
Durante la Edad Media en España y el norte de Italia ya se construían motas y embalses que regulaban el cauce de los ríos. Pero no ha sido hasta ahora, en la época actual, que en los países llamados del Primer Mundo estamos pudiendo realmente evitar las inundaciones. Diques, barreras metálicas, embalses reguladores, mejora de la capacidad de desagüe de los cauces fluviales… Todo esto, sumado a una desarrollada predicción meteorológica han conseguido que podamos controlar mejor el agua.
Además, poco a poco se va prohibiendo construir en las costas, que son lugares muy vulnerables a las inundaciones. Y es que, si una zona natural se queda sin plantas, el agua tendrá muchas más facilidades para arrasarlo todo, llegando así a las viviendas; en cambio, si no se construye, o si poco a poco se va restaurando un entorno que ha sido muy castigado por el hombre con seres vegetales autóctonos, el riesgo de que una inundación acabe con todo es mínimo.
En países en desarrollo, en cambio, los sistemas como de prevención, alerta y posterior actuación están menos desarrollados como lamentablemente se ha podido ver en los huracanes que han ido asolando los países del sureste asiático. Sin embargo, la cooperación internacional está favoreciendo actuaciones para que la población que resida en las zonas de riesgo esté más segura.
Inundaciones en España
En España hemos tenido importantes problemas con las inundaciones. Las más graves de nuestra historia reciente fueron las siguientes:
Riada de 1907
El 24 de septiembre de 1907, 21 personas perdieron la vida en Málaga como consecuencia de las intensas lluvias. La cuenca del Guadalmedina se desbordó, llevando una gran avalancha de agua y barro que llegó a alcanzar los 5 metros de altura.
Gran riada de Valencia
El 14 de octubre de 1957, 81 personas perdieron la vida como consecuencia del desbordamiento del río Turia. Hubieron dos riadas: la primera sorprendió a todos, puesto que en Valencia apenas habías llovido; la segunda llegó al mediodía hasta la comarca del Camp del Turia. En esta última se acumularon 125l/m2, 90 de ellos en 40 minutos. El río llevaba un caudal de unos 4200 m3/s. En Begis (Castellón) se acumularon 361l/m2.
Riada de 1973
El 19 de octubre de 1973, se acumularon 600l/m2 en Zúrgena (Almería) y en al Albuñol (Granada). Hubo numerosas víctimas mortales; además, los municipios de La Rábita (Granada) y Puerto Lumbreras (Murcia) quedaron totalmente arrasados.
Riada de Tenerife
El 31 de marzo de 2002 se llegaron a acumular 232.6l/m2, con una intensidad de 162.6l/m2 en una hora, lo cual causó la muerte de ocho personas.
Inundaciones en el Levante
Entre el 16 y el 19 de diciembre del 2016 el temporal de Levante que afectó a la Comunidad Valenciana, Murcia, Almería y Baleares causó la muerte a 5 personas. En muchos puntos se acumularon más de 600l/m2.
Inundaciones en Málaga
El 3 de marzo del 2018 una tormenta descargó hasta 100 litros en puntos de la provincia de Málaga, como el puerto de Málaga, la Costa del Sol Occidental y del Interior, la Serranía y el Valle del Genal. Afortunadamente, no hubo que lamentar pérdidas humanas, pero los servicios de emergencias atendieron más de 150 incidencias como consecuencia de caída de árboles y otros objetos, y deslizamientos de tierra.
No es la primera vez que ocurre algo así. De hecho, estos sucesos son, lamentablemente, demasiado habituales. Por ejemplo, el 20 de febrero del 2017 se acumularon 140 litros de agua por metro cuadrado en una noche. Emergencias atendió 203 incidencias por inundaciones de plantas bajas, caída de objetos y vehículos atascados en la calzada.
El problema está en que la provincia está rodeada de montañas. Cuando llueve, toda el agua va a ella. Los malagueños llevan mucho tiempo pidiendo que se tomen medidas para evitarlo.
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