Tú no eres tú. Eres el resultado del entorno en el que te has criado.
Llega un momento de la vida en el que muchos nos planteamos que no estamos donde querríamos estar, que no sabemos lo que en realidad queremos pero sí tenemos la certeza de que no es aquello que en el presente vivimos.
Una sensación de vacío cada vez más grande te inunda y, según van pasando los días y los meses, sientes como una soga al cuello que poco a poco se va apretando y quitándote las ilusiones, las fuerzas y las ganas. Empiezas a sentirte perdido, a creer que solo te pasa a ti, puesto que poca gente habla de ello, a desesperarte…
¿Qué hacer cuando te sientes así y no sabes qué hacer?
Lo primero, aunque pueda parecerte extraño, alegrarte por ser consciente y querer mejorar. Como decía Ortega y Gasset, “aunque la mayoría de las personas no van hacia ninguna parte, es un milagro encontrarse con una que reconozca estar perdida”. Así que, ¡enhorabuena por darte cuenta y aceptarlo!
No eres ningún bicho raro, nos ocurre a la mayoría. Otra cosa es que por lo general nos pongamos una máscara y tiremos “pa’lante” con lo que toca y nos han dicho que teníamos que hacer en esta vida.
Todo esto sucede por dos motivos que marcan totalmente nuestra vida: las creencias y el miedo.
A fin de cuentas nos han condicionado a cada uno de nosotros para la vida que llevamos. Tú no eres tú. Eres el resultado del entorno en el que te has criado. Al final te has pasado toda la vida siendo alguien que en realidad no eres, una mezcla de todas esas personas que más han influido en tu vida, y llega un momento en el que te asalta una crisis existencial y te planteas todo esto.
Quizá no te consuele de primeras, pero hay que tener mucha valentía y humildad para reconocer estar perdido y querer afrontarlo.
Y puesto que consiste en ir paso a paso saliendo de esa situación te propongo 3 acciones que van a ayudarte a estar en un punto muy diferente a partir de hoy.
Aprende
“Si no estás obteniendo lo que deseas es que te falta algo por aprender”.
Si lo que te ha llevado a esta situación han sido las creencias que tienes es lógico pensar que lo que piensas no es lo más adecuado y que sería buena idea mejorar la mentalidad actual, ¿no crees?
Es inevitable que sigas aprendiendo hasta el día en que mueras si quieres seguir avanzando en la vida. Pero tú puedes elegir qué aprender y que mentalidad tener. Si la que tienes te ha traído hasta este punto y no estás donde quieres, ¿por qué no probar algo nuevo?
Te invito a que lleves a cabo tres acciones revolucionarias:
- Apagar la televisión y la radio. Lo ideal es que vigiles lo que lees, ves y escuchas, pues eso es lo que nos condiciona a sentir, pensar y actuar de una determinada manera. Por ello, es fundamental que cuides el entorno en el que te mueves y relacionas. Y dentro de ese entorno están la televisión y la radio que te “dicen” lo que tienes que ver y escuchar y en qué momento. Sé tú quien decida lo que ve y escucha.
- Cuida tus hábitos. La mayoría de las acciones que llevamos al cabo del día son hábitos que realizamos automáticamente. Por ello has de poner especial atención a qué tipo de hábitos tienes porque éstos determinarán tu vida.
- Mejora tu educación. La mayoría de las cosas que hemos aprendido en el colegio no nos sirven para la vida diaria. Sin embargo, todos los días tenemos que gestionar dinero, nuestras propias emociones... Por ello, es preciso que empieces a mejorar tu educación financiera, emocional, espiritual…
- Explora, prueba, inspírate…
Muchas veces no sabemos lo que nos gusta o lo que queremos por un motivo tan sencillo como el que no lo hemos probado o lo desconocemos.
Desde hoy mismo puedes poner en acción otras dos opciones para disfrutar y descubrir:
- Haz pruebas y encuentra oportunidades. Cuando estás hundido y sin ganas es cuando menos te apetece esforzarte, pero seguro que hay cosas que te llaman la atención y nunca te has atrevido a probar. No tengas miedo a experimentar y de esa manera verás no solo qué cosas te gustan que quizá desconocías sino que también descubrirás habilidades que tal vez tenías olvidadas.
- Viaja. Si tienes opción, por supuesto, conoce nueva gente, diferentes sitios y culturas, otras formas de afrontar la vida… Eso te dará una visión diferente e incluso te ayudará a romper creencias limitantes en función de lo grande de la experiencia.
Hazte preguntas
Hay un dicho que afirma, “la calidad de tu vida depende de la calidad de las preguntas que te haces”. Si quieres obtener buenas respuestas has de hacerte buenas preguntas.
Y para definir la vida que quieres y dejar de sentir ese “no sé qué hacer con mi vida” es imprescindible.
Existe un ejercicio que si te tomas en serio y lo haces exhaustivamente te dará muy buenas respuestas. Se trata del ejercicio “mi vida ideal” donde has de contestar preguntas del tipo:
- ¿Dónde vivirías? ¿Con quién?¿Cómo sería tu casa (vivienda unifamiliar, piso, chalet…)
- ¿Con qué tipo de personas te relacionarías? ¿Tendrías pareja?
- ¿A qué hora te levantarías? ¿Qué alimentación tendrías? ¿Cómo te vestirías? ¿Qué música escucharías? ¿Dónde trabajarías y en qué? ¿Harías deporte?
- ¿Si supieses que no puedes fracasar, qué harías de fijo?
- ¿Viajarías? ¿Dónde te irías de vacaciones? ¿Con quién?
- ¿Qué quieres aprender? ¿Qué quieres saber? ¿Qué quieres ser?
Cuanto más te explayes y contestes sinceramente más claridad obtendrás.
Solo llevando a cabo esas tres acciones (aprender, probar y preguntar) tu vida empezará a dar un giro de 180 grados. Empezarás a conocerte mejor, a saber qué te gusta, que quieres en tu vida, creencias que te están limitando…
Es solo el principio del comienzo de tu nueva vida.
Y si quieres saber más en relación a todo esto, en el podcast Emprendimiento & Éxito tienes un episodio dedicado en mayor profundidad a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario