El programa comienza con un cuento medieval japonés y música contemporánea para niños de entre 5 y 7 años de toda la provincia
-
INÉS GALLASTEGUI | GRANADA.
OCG EDUCATIVA
Conciertos didácticos
La princesa de la Luna: Música de Takashi Matsuoka basada en un cuento popular japonés. Días 16, 17, 18 y 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre. Niños de 3º de educación infantil y 1º y 2º de educación primaria.
Papageno busca novia: Arias, dúos y marchas de ópera de Mozart. Días 18, 19, y 20 de enero de 2012. Alumnos de 1º y 2º de ESO.
Córporel: Música para percusión y expresión corporal. Días 14, 15, 16 de marzo y 15, 16, 17 y 18 de mayo 2012. Niños de 3º a 6º de primaria.
Conciertos familiares
La princesa de la Luna: Día 20 de noviembre.
Papageno busca novia: Día 22 de enero.
El pájaro de fuego: La Joven Academia de la OCG interpreta a Stravinski. Día 1 de abril.
Córporel: Día 20 de mayo.
Joven Academia
Intérpretes y estudiantes: Doscientos estudiantes de música colaboran en dos conciertos sinfónicos y un concierto familiar.
Formación del profesorado
Intérpretes y estudiantes: Unos 270 docentes participan en los cursos de formación que imparten la OCG y el CEP.
Ensayos abiertos
Aprendices: Unos 3.000 estudiantes de ESO, conservatorios y escuelas de música asisten a los ocho ensayos abiertos de la OCG.
Casi 1.700 niños de 5 años procedentes de 32 centros escolares dejaron pequeño el Auditorio Manuel de Falla ayer por la mañana. Acompañados por sus maestros, los pequeños estrenaron, en dos turnos, la temporada de conciertos didácticos de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG). 'La princesa de la Luna' es un cuento medieval japonés contado con música del siglo XX interpretada por el arpa y el fagot, teatro de sombras, un poco de magia y la narración y las canciones de Ana López.
Es solo el comienzo de la intensa actividad educativa de la OCG, de la que este curso disfrutarán 44.500 personas gracias a los conciertos didácticos (36.000 escolares), conciertos familiares (4.976 padres e hijos), ensayos abiertos (3.000 estudiantes), cursos de formación del profesorado (270 docentes) y la Joven Academia, que permite a 200 intérpretes en formación actuar junto a los profesionales.
Este año incluso se ha incrementado la oferta, al aumentar de 32 a 34 el número de sesiones de los tres programas didácticos: de esa manera, la lista de espera, en la que el curso pasado quedaron 7.000 niños, se ha reducido este año a 2.000.
En total, serán 36.000 los escolares de entre 5 y 14 años que a lo largo del curso disfrutarán de estas sesiones especialmente diseñadas para ellos. Proceden de 240 centros educativos, de ellos 90 de Granada capital, 139 del área metropolitana y otros puntos de la provincia y 11 de Málaga, Jaén y Almería.
El programa fue presentado ayer por los delegados de Educación y Cultura de la Junta, Ana Gámez y Pedro Benzal, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero, y el gerente de la OCG, José Luis Jiménez, que expresaron su satisfacción por este proyecto que, sumando los esfuerzos de instituciones y empresas privadas, siembra en los espectadores más jóvenes el amor por la música.
Nuevos lenguajes
Joaquín Osca, que toca el fagot y el contrafagot en 'La princesa de la Luna', destacó que el espectáculo está basado en la obra de Takashi Matsuoka 'El taketori' ('El cortador de bambú'), compuesta en 1986 e inspirada en un cuento medieval. «Hay mucha magia, mucha luz y mucha música. Es como un sueño -recalcó el intérprete tras la primera representación-. Hemos percibido que, aun siendo muy pequeños, han estado muy atentos. Ha sido un reto muy grande».
La arpista Isabel Maynés destacó la importancia de introducir a los niños pequeños en la música contemporánea, algo poco habitual en los conciertos didácticos, porque ellos serán el público del futuro. «En el aula normalmente se enseña música clásica del siglo XVII a principios del siglo XX, pero no la música contemporánea -resaltó-. Nos parece interesante ampliar el horizonte sonoro que permite que la música tradicional adquiera un sentido más rico y trascendente». La intérprete de la OCG recordó que la música contemporánea, «por su carácter abierto, nos permite desarrollar mucho más la creatividad y la imaginación, conocer otras sonoridades y tocar los instrumentos tradicionales de manera no ortodoxa».
No hay comentarios:
Publicar un comentario