LORCA fue recordado el lunes pasado en la Facultad de Filosofía y Letras al hilo de la campaña electoral, es decir, en apoyo de la candidatura de Izquierda Unida al Congreso de los Diputados por Granada. Poemas de Lorca se leyeron en el aula García Lorca, precisamente, con Luis García Montero de excepcional comentarista, ejerciendo de nuevo como profesor en su facultad, después de que por ciertas miserias de la vida (digámoslo así) decidiera abandonarla, no sé si temporal o definitivamente. Miguel Ríos y Juan Diego Botto leyeron los poemas de Lorca, del Lorca de Poeta en Nueva York. Hay mucho realismo en el surrealista Lorca de La aurora de Nueva York o Ciudad sin sueño o Grito hacia Roma. Tanto realismo que oímos hoy esos poemas, escritos en aquella época convulsa del llamado "crack del 29", como si nos hablaran a nosotros, inmersos como estamos en esta otra gran crisis, más bestial si cabe, por la enorme prepotencia de este capitalismo global que nos destruye día a día, que se ha apoderado además de la política y amenaza con arrancarnos hasta la última gota de sangre: "Debajo de las multiplicaciones / hay una gota de sangre de pato /... Debajo de las sumas, un río de sangre tierna", decía Federico en su poema Nueva York (oficina y denuncia).
Raúl García es el primero de la lista de Izquierda Unida por Granada, y el único con posibilidades ciertas de llegar al Congreso. A pesar de nuestra injusta ley electoral, planeada para que el bipartidismo funcione a tope, aunque realmente -y en otro sentido- no esté funcionando de la manera que España necesitaría. Deplorable ha sido la oposición del PP en esta última legislatura y deplorable es el desprecio que ambos partidos han demostrado tener sobre las minorías al no acceder a una revisión de la ley electoral que les favorece. La soberbia de su situación dominante les hace ignorar a gran parte del electorado, perdiéndose opciones y matices necesarios en la política de un país democrático.
Raúl García es un político joven que merece la confianza y el voto de la izquierda granadina por su preparación, capacidad de lucha, convicción... Tiene una mirada limpia y honesta que no debemos desperdiciar la gente que pese a todo queremos impulsar la democracia, la política y la izquierda. "Corren tiempos oscuros", diría Bertolt Brecht, pero precisamente por eso no hay que tirar la toalla, sino llevar nuestra voz allí donde hace falta que se oiga. Hemos de construir, contra viento y marea, ese lugar sin nombre que llamamos futuro
viernes, 18 de noviembre de 2011
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