La dársena pesquera y la deportiva, que tendrá 250 amarres más, cambiarán de ubicación y estarán abiertas a los motrileños y visitantes junto con una zona comercial y de ocio
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LAURA UBAGO | MOTRIL.
El Puerto de Motril vivirá durante los próximos quince años una transformación radical. Sus dársenas se moverán como las piezas de un puzzle para ganar en espacio, en comodidad, para que todo tenga más sentido y nada estorbe. Esta reestructuración lo convertirá en un «puerto del futuro», según expresó el presidente de la Autoridad Portuaria, Ángel Díaz Sol que se muestra ilusionado ante la avalancha de cambios que se aproxima.
Toda esta reorganización se recoge en el plan director -el consejo de administración acaba de aprobar el inicio de su tramitación-, el documento que servirá de guía a la hora de transformar el actual en un puerto totalmente diferente, con la misma filosofía, pero con más visión de futuro, más adaptado al crecimiento en el que ya se ve inmerso. Hace algún tiempo era impensable la llegada de grandes cruceros o una línea regular con Melilla de pasajeros u otra de contenedores y la infraestructura portuaria tiene que hacer frente a los cambios con unas instalaciones adecuadas. El puerto pesquero abandonará su ubicación actual y en ella se ampliará la zona comercial con una plataforma de 50.000 metros cuadrados y más espacio para barcos más grandes y cargas más importantes que las que se manejan ahora. «Nuestro puerto está enfocado al tráfico rodado, aunque el plan tendrá en cuenta los apeaderos para un futuro ferrocarril. Queremos establecer líneas nuevas con Nador, ser el puerto de referencia, ser una puerta segura».
Entre las principales obras que prevé el plan director, destacan la construcción de una nueva dársena pesquera y otra deportiva en terrenos de dominio portuario situados a poniente. Esta última, con capacidad para 431 amarres -aumenta considerablemente el número de puntos de atraque ya que actualmente hay 180-, se extenderá sobre una superficie de 2,8 hectáreas (20.000 metros cuadrados) entre lámina de agua y zona terrestre. «De las alternativas planteadas se ha optado por la más respetuosa con la línea de costa, que en un ningún momento se verá afectada; muy al contrario, la playa de Poniente saldrá beneficiada», manifestó el presidente del Puerto, Ángel Díaz Sol, quien destacó «un doble objetivo» tras las ejecución de sendas actuaciones. Según explicó, así se facilitará la actividad comercial entre las dársenas interior y azucenas, y además se abre a la ciudad un espacio comercial y ocio, fuera de los estrictos controles aduaneros que ahora existen.
Así, los motrileños y los visitantes podrán disfrutar del puerto pesquero, deportivo y de una pequeña zona comercial y de ocio sin tener que pasar estrictos controles de seguridad y lejos de la zona de carga y descarga de materiales. Con la nueva ubicación del pesquero, se creará una lonja, «muy operativa, cuidada» y atractiva para los visitantes.
Para alejar la actividad comercial de los núcleos de población de Santa Adela y Varadero, el plan habilita los muelles de Costa y Poniente para el atraque de cruceros y ferries, mientras que en el actual puerto pesquero se creará una superficie de 9,9 hectáreas para mercancía general, que se unirá a la ya existente en las Azucenas donde, además se manipularán graneles sólidos. Para el desarrollo del plan director, previsto a lo largo de los próximos quince años, se destinarán más de 31,5 millones de euros.
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