La ministra Ana Pastor inaugura hoy el Guadalfeo-Lobres y el Lobres-Taramay Aún restan tres tramos en el litoral oriental para concluir al completo las obras de la autovía a su paso por la provincia
V. GOMARIZ BELDA GRANADA0
La Costa Tropical está de enhorabuena. Más bien la vertiente occidental de la misma. A partir de hoy se podrá viajar desde Motril a Málaga por autovía. La ministra de Fomento, Ana Pastor, será la encargada de cortar la cinta para poner en marcha dos nuevos tramos de la A-7 (Taramay-Lobres y Lobres Guadalfeo). Una operación tan dilatada en el tiempo que ha visto cómo por el principal despacho de Nuevos Ministerios -sede del Ministerio en Madrid- han pasado hasta seis ministros desde 1996, tres 'populares' (Rafael Arias-Salgado, Francisco Álvarez-Cascos y la actual) y dos socialistas (Magdalena Álvarez y José Blanco).
La responsable de Fomento abrirá por la tarde al tráfico un total de 10,05 kilómetros que se dividen en los 7,7 del Taramay-Lobres y 2,35 del Lobres-Guadalfeo. De esta forma se cumplen los plazos dados por el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, quien anunció el pasado mes de enero que a principios de verano el citado itinerario quedaría inaugurado.
Tal y como prometió el subdelegado así será. Ayer los operarios se afanaban por concluir las últimas tareas pendientes. Uno de los puntos clave estos días atrás ha sido el kilómetro 314 de la autovía, coincidiendo con los accesos a Almuñécar y cerca del viaducto de Taramay, que une este municipio con Ítrabo.
Entre los trabajos llevados a cabo cabe destacar la señalización horizontal y vertical así como los trabajos de acondicionamiento de cunetas. A estos hay que añadirle la instalación de vallas de seguridad, junto con los acondicionamientos de las áreas que delimitan la nueva vía en servicio.
En lo que a números se refiere, el Gobierno central ha tenido que destinar a lo largo de la legislatura actual financiación extra en relación a modificados y complementarios de la autovía del Mediterráneo. Por ejemplo, el tramo Taramay-Lobres ha recibido un modificado de 15 millones de euros y un complementario de 25 mientras que el Lobres-Guadalfeo ha precisado de 1,6 millones por este último concepto.
La segunda visita de Ana Pastor en lo que va de año deparará la buena nueva que ciudadanos de a pie y empresarios esperan con el fin de mejorar las comunicaciones y fomentar el desarrollo del litoral granadino, respectivamente.
Con la inauguración del ramal de la A-7 hacia Almuñécar desde la A-44 está previsto que los sempiternos atascos en la nacional 340 durante los fines de semana a su paso por Motril, Salobreña y el segundo núcleo urbano de la Costa desaparezcan. Por otro lado, la provincia se abre así al occidente andaluz con un enlace de altas prestaciones.
De este modo, aquellos que opten por tomar la A-44 desde la capital para descender los 738 metros de altitud sobre el nivel del mar no sólo podrán llegar hasta a Almuñécar si no también tendrán la posibilidad de adentrarse en los municipios malagueños más cercanos como Nerja, Torrox o Torre del Mar (Vélez Málaga).
Hasta ayer mismo eso no era posible sin rodar previamente sobre la N-340. A partir de ahora una larga alfombra de asfalto con más de 33 kilómetros -distancia que separa el enlace de la autovía del Mediterráneo con la A-44 y La Herradura- articulará el tráfico bordeando la vega motrileña.
Para ver el progreso en el lado opuesto habrá que esperar al año que viene. 9,2 kilómetros en obras, correspondientes al tramo La Gorgoracha-Puntalón, separan la unión entre la carretera Bailén-Motril y el Puntalón-Carchuna (inaugurado el pasado mes de marzo). El Ejecutivo de Mariano Rajoy confía en abrirlo antes de que acabe su mandato. Eso mismo ocurrirá con los 10,1 kilómetros del Carchuna-Castell de Ferro. Antes, para el próximo mes de diciembre, los 14,84 kilómetros del Polopos-Albuñol serán una realidad.
Las obras de la A-7 dan un paso más al frente. La conclusión total dentro de los límites de la provincia granadina quedan a expensas de tres tramos. Mientras tanto en el litoral occidental celebran el hito que hoy tendrá lugar. En cambio, en la zona oriental penan por ver alcanzadas sus viejas aspiraciones. La ministra Pastor va camino de ser recordada como la responsable de Fomento que puso en marcha la autovía al completo.
La responsable de Fomento abrirá por la tarde al tráfico un total de 10,05 kilómetros que se dividen en los 7,7 del Taramay-Lobres y 2,35 del Lobres-Guadalfeo. De esta forma se cumplen los plazos dados por el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, quien anunció el pasado mes de enero que a principios de verano el citado itinerario quedaría inaugurado.
Tal y como prometió el subdelegado así será. Ayer los operarios se afanaban por concluir las últimas tareas pendientes. Uno de los puntos clave estos días atrás ha sido el kilómetro 314 de la autovía, coincidiendo con los accesos a Almuñécar y cerca del viaducto de Taramay, que une este municipio con Ítrabo.
Entre los trabajos llevados a cabo cabe destacar la señalización horizontal y vertical así como los trabajos de acondicionamiento de cunetas. A estos hay que añadirle la instalación de vallas de seguridad, junto con los acondicionamientos de las áreas que delimitan la nueva vía en servicio.
En lo que a números se refiere, el Gobierno central ha tenido que destinar a lo largo de la legislatura actual financiación extra en relación a modificados y complementarios de la autovía del Mediterráneo. Por ejemplo, el tramo Taramay-Lobres ha recibido un modificado de 15 millones de euros y un complementario de 25 mientras que el Lobres-Guadalfeo ha precisado de 1,6 millones por este último concepto.
La segunda visita de Ana Pastor en lo que va de año deparará la buena nueva que ciudadanos de a pie y empresarios esperan con el fin de mejorar las comunicaciones y fomentar el desarrollo del litoral granadino, respectivamente.
Con la inauguración del ramal de la A-7 hacia Almuñécar desde la A-44 está previsto que los sempiternos atascos en la nacional 340 durante los fines de semana a su paso por Motril, Salobreña y el segundo núcleo urbano de la Costa desaparezcan. Por otro lado, la provincia se abre así al occidente andaluz con un enlace de altas prestaciones.
De este modo, aquellos que opten por tomar la A-44 desde la capital para descender los 738 metros de altitud sobre el nivel del mar no sólo podrán llegar hasta a Almuñécar si no también tendrán la posibilidad de adentrarse en los municipios malagueños más cercanos como Nerja, Torrox o Torre del Mar (Vélez Málaga).
Hasta ayer mismo eso no era posible sin rodar previamente sobre la N-340. A partir de ahora una larga alfombra de asfalto con más de 33 kilómetros -distancia que separa el enlace de la autovía del Mediterráneo con la A-44 y La Herradura- articulará el tráfico bordeando la vega motrileña.
Para ver el progreso en el lado opuesto habrá que esperar al año que viene. 9,2 kilómetros en obras, correspondientes al tramo La Gorgoracha-Puntalón, separan la unión entre la carretera Bailén-Motril y el Puntalón-Carchuna (inaugurado el pasado mes de marzo). El Ejecutivo de Mariano Rajoy confía en abrirlo antes de que acabe su mandato. Eso mismo ocurrirá con los 10,1 kilómetros del Carchuna-Castell de Ferro. Antes, para el próximo mes de diciembre, los 14,84 kilómetros del Polopos-Albuñol serán una realidad.
Las obras de la A-7 dan un paso más al frente. La conclusión total dentro de los límites de la provincia granadina quedan a expensas de tres tramos. Mientras tanto en el litoral occidental celebran el hito que hoy tendrá lugar. En cambio, en la zona oriental penan por ver alcanzadas sus viejas aspiraciones. La ministra Pastor va camino de ser recordada como la responsable de Fomento que puso en marcha la autovía al completo.
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