Playa Granada, las Azucenas y el Pozuelo son objeto de las críticas de los activistas, que señalan otros 14 puntos delicados
R. G.
granada
Hoy se
estrena el verano y la atención se centra en el estado del litoral de
la provincia. A juicio de Ecologistas en Acción Playa Granada y la de
las Azucenas en Motril y la del Pozuelo en el término municipal de
Albuñol, son merecedoras de una bandera negra. Un 'mérito' que deja de
manifiesto no sólo la calidad de las aguas sino también las agresiones
urbanísticas -que provocan impactos ecológicos y paisajísticos
irreversibles- o los movimientos de tierras para la instalación de
invernaderos que "destrozan" el entorno y ocupan playas, "con la
posterior contaminación que provocan".
En lo que respecta a Playa Granada, la citada organización critica los "miles" de metros cúbicos de arena que se pierden año tras año por el temporal además de recibir "en plena arena" su colector de aguas residuales. Sobre la playa de las Azucenas destacan su "destrucción" ante la futura ampliación del dique del Puerto de Motril y el vertido de aguas fecales aunque éstos "cada vez son menos".
En la parte más oriental de la costa granadina, la playa del Pozuelo "siguen llenas de basura y la situación no mejorará hasta que no haya una efectiva gestión de los residuos agrícolas" que desprenden los invernaderos. A esa problemática hay que sumar las "olorosas" aguas podridas.
En el capítulo de puntos negros se suman un total de catorce. Dentro de los dominios del municipio de Sorvilán, las ramblas que mueren en las calas de Melicena han sido "destruidas" en su cabecera por las obras de la autovía del Mediterráneo o la proliferación de invernaderos. Esto genera un peligro potencial para la localidad en caso de tromba de agua.
Por otro lado, en los fondos marinos de Calahonda y Castell de Ferro todavía hay quien sigue pescando con artes ilegales, incluso deja los trasmallos.
Hay otras áreas que en lugar de reducirse como ocurre en las Azucenas crecen. Es el caso de la playa de Poniente también en Motril. Al hacer el Puerto de barrera artificial e impedir el tránsito de arenas, la zona árida aumenta año tras año. Esto deriva en que el amplio espacio que queda sea aprovechado por los usuarios para aparcar los vehículos privados. Cuestión que según destaca Ecologistas en Acción incumple la Ley de Costas.
Se podría decir que en una categoría intermedia a la bandera y el punto negro, están las playas de la Herradura y Cantarriján. Es usual que lleguen hasta estas aguas restos "indeseables" procedentes de Nerja, al no contar esta con depuradora todavía.
Mención a parte merece la playa de la Cagaílla en el término municipal de Salobreña que años atrás era "un paraíso de vida" y en la actualidad está casi desaparecida del mapa ante el empuje del mar y la merma de áridos aportados por el río Guadalfeo.
En lo que respecta a Playa Granada, la citada organización critica los "miles" de metros cúbicos de arena que se pierden año tras año por el temporal además de recibir "en plena arena" su colector de aguas residuales. Sobre la playa de las Azucenas destacan su "destrucción" ante la futura ampliación del dique del Puerto de Motril y el vertido de aguas fecales aunque éstos "cada vez son menos".
En la parte más oriental de la costa granadina, la playa del Pozuelo "siguen llenas de basura y la situación no mejorará hasta que no haya una efectiva gestión de los residuos agrícolas" que desprenden los invernaderos. A esa problemática hay que sumar las "olorosas" aguas podridas.
En el capítulo de puntos negros se suman un total de catorce. Dentro de los dominios del municipio de Sorvilán, las ramblas que mueren en las calas de Melicena han sido "destruidas" en su cabecera por las obras de la autovía del Mediterráneo o la proliferación de invernaderos. Esto genera un peligro potencial para la localidad en caso de tromba de agua.
Por otro lado, en los fondos marinos de Calahonda y Castell de Ferro todavía hay quien sigue pescando con artes ilegales, incluso deja los trasmallos.
Hay otras áreas que en lugar de reducirse como ocurre en las Azucenas crecen. Es el caso de la playa de Poniente también en Motril. Al hacer el Puerto de barrera artificial e impedir el tránsito de arenas, la zona árida aumenta año tras año. Esto deriva en que el amplio espacio que queda sea aprovechado por los usuarios para aparcar los vehículos privados. Cuestión que según destaca Ecologistas en Acción incumple la Ley de Costas.
Se podría decir que en una categoría intermedia a la bandera y el punto negro, están las playas de la Herradura y Cantarriján. Es usual que lleguen hasta estas aguas restos "indeseables" procedentes de Nerja, al no contar esta con depuradora todavía.
Mención a parte merece la playa de la Cagaílla en el término municipal de Salobreña que años atrás era "un paraíso de vida" y en la actualidad está casi desaparecida del mapa ante el empuje del mar y la merma de áridos aportados por el río Guadalfeo.
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