Cosmólogos británicos llegan a esta sorprendente
conclusión tras combinar las últimas observaciones del Cosmos con el
descubrimiento del bosón de Higgs
Cosmólogos británicos creen que el Universo, según los últimos hallazgos, no debería haber durado un segundo
Cosmólogos británicos creen que el Universo no debería haber durado más de un segundo.
Esta sorprendente conclusión es el resultado de la combinación de las
últimas observaciones del cielo que confirman la teoría de la inflación cósmica,
la idea de que el Cosmos se expandió de forma exponencial en menos de
un abrir y cerrar de ojos, con el reciente descubrimiento del bosón de Higgs.
El investigador Robert Hogan, del King College de Londres (KCL), ha
presentado la investigación en la Reunión Nacional de Astronomía de la
Real Sociedad Astronómica en Portsmouth.
Después de que el Universo surgiera del Big Bang,
se cree que pasó por un corto período de rapidísima expansión conocido
como inflación cósmica, extendiéndose hasta un punto que ni siquiera
los mejores telescopios actuales son capaces de ver. Aunque los detalles
de este proceso aún no se entienden completamente, los cosmólogos han
sido capaces de hacer predicciones de cómo esto afectaría el Universo
que vemos hoy.
En marzo de 2014, un equipo de investigadores, gracias a
las observaciones realizadas con el telescopio BICEP2, ubicado en al
Antártida, afirmó haber detectado alguno de estos efectos predichos. Se
trataba de las ondas gravitacionales,
unas pequeñas deformaciones en el tejido del espacio-tiempo que se
transmiten a la velocidad de la luz y recorren todo el Cosmos. Si es
cierto, estos resultados son un gran avance en nuestra comprensión de la
cosmología y una confirmación de la teoría de la inflación, pero han
resultado ser controvertidos y aún no están plenamente aceptados por los cosmólogos.
En la nueva investigación, los científicos de KCL han
investigado lo que significan las observaciones BICEP2 para la
estabilidad del Universo. Para ello, combinaron sus resultados con los
últimos avances de la física de partículas. La detección del bosón de
Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) se anunció en julio de
2012; desde entonces, se ha aprendido mucho acerca de sus propiedades.
Directo al Big Crunch
Las mediciones del bosón de Higgs han permitido a los
físicos de partículas mostrar que nuestro Universo se encuentra en un
valle del «campo de Higgs»,
que describe la forma en que otras partículas tienen masa. Sin embargo,
hay un valle diferente, que es mucho más profundo, pero nuestro
Universo evita caer en él por una gran barrera de energía.
El problema es que los resultados del BICEP2 predicen que
el Universo habría recibido un gran impulso durante la fase de la
inflación cósmica, empujándolo hacia el otro valle del campo de Higgs en
una fracción de segundo. Si eso hubiera ocurrido, el universo habría
colapsado rápidamente en un Big Crunch.
«Esta es una predicción de la teoría inaceptable porque si
esto hubiera ocurrido no estaríamos aquí discutiéndolo», apunta Hogan,
responsable del estudio.
A su juicio, tal vez los resultados BICEP2 contienen un error. Si no es así, tiene que haber algún otro proceso aún desconocido que impidió que el Universo se colapsara. «Si se demuestra que las observaciones del BICEP2 son correctas, tiene que haber nuevas e interesantes partículas físicas más allá del modelo estándar».
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