Tienen que invertir una media
de 350 euros mensuales en terapias y tratamientos específicos En la
provincia hay 96.800 personas con alguna minusvalía, lo que supone el
12% de la población
A. G. V.
granada
Llegar
a fin de mes encorsetado en el exiguo sueldo (cuando no salario social)
que perciben las familias hoy en día se ha convertido en una tarea más
que complicada. Si a esta situación se une la presencia de un familiar
con discapacidad en casa, las dificultades se multiplican
exponencialmente. Tanto, que el 80% de las familias de Granada que
tienen a su cargo a un familiar con alguna minusvalía reconocen que
tienen serias dificultades para llegar a fin de mes, frente al 73,5% del
resto de las familias andaluzas que no tienen a su cargo a personas de
este tipo.
Los datos, recogidos en el Informe sobre Discapacidad y Familia de la Fundación Adecco, cifran en 350 euros la cuantía mensual que tienen que invertir estas familias en terapias y tratamientos específicos.
Atendiendo a estas cifras, una familia debería invertir al año 4.200 euros en estas prestaciones. Para el 31% de los encuestados esta cantidad representa entre el 20 y el 30% del presupuesto familiar. Para el 24%, la cuantía supone entre el 30 y el 40% del total de ingresos familiares.
Desde la Fundación Adecco reconocen que existen numerosas ayudas sociales para las familias con miembros con discapacidad, "pero siempre hay un punto a partir del cual la Seguridad Social no llega". De ahí que la Fundación se haya propuesto impulsar el Plan Familia de la mano de varias empresas colaboradoras con la intención de apoyar en el plano económico a este tipo de núcleos familiares, además de prestarles asesoramiento.
En la provincia de Granada existen actualmente unas 96.800 personas con discapacidad, lo que supone un 12% de la población granadina. Es el porcentaje más alto de todas las provincias andaluzas. De todas estas personas existen 2.460 que están en edad laboral y desempleadas, según el Ministerio de Empleo.
Prácticamente todos los encuestados (97%) demanda más apoyos para facilitar la vida de las familias que tienen miembros en estas circunstancias. Claro que por encima del aspecto económico destacan el social: un 66% considera que hace falta más sensibilización en la sociedad y en los entornos educativos y laborales para hacerlos más inclusivos.
"El 90% de las personas a las que le preguntamos asegura que tener un hijo con discapacidad les ha aportado valores hasta entonces desconocidos. Los más repetidos: aprender a priorizar, fuerza de voluntad, tolerancia, amplitud de miras o empatía", argumentan desde la Fundación Adecco.
Pese a que estos sentimientos positivos dominan a la mayoría de padres, el 58% cree que su hijo no podrá trabajar nunca, principalmente debido a prejuicios en la sociedad y en la empresa. La sobreprotección tampoco ayuda: un 45% de los encuestados opta por pautar y supervisar a su hijo en lugar de fomentar que desarrolle por sí mismo sus tareas.
Según el profesor de Didáctica José Marcos Gómez, "los miedos de las madres resultan especialmente intensos y condicionan el desarrollo del potencial de su hijo mediante la sobreprotección". Para favorecer la inclusión laboral de las personas con discapacidad, el experto propone una serie de actitudes prácticas como involucrar al propio interesado en la toma de decisiones "permitiendo incluso que se equivoque" o "realizar una orientación profesional desde la escuela".
Entre las reflexiones que realizan las familias durante la encuesta, ésta: "La mejor ayuda para una persona con discapacidad es conseguir un empleo, Sentirse integrado. Que realmente se les vea como personas, no como problemas o cargas para la sociedad, y que se prioricen recursos para la atención de las necesidades que presentan".
Los datos, recogidos en el Informe sobre Discapacidad y Familia de la Fundación Adecco, cifran en 350 euros la cuantía mensual que tienen que invertir estas familias en terapias y tratamientos específicos.
Atendiendo a estas cifras, una familia debería invertir al año 4.200 euros en estas prestaciones. Para el 31% de los encuestados esta cantidad representa entre el 20 y el 30% del presupuesto familiar. Para el 24%, la cuantía supone entre el 30 y el 40% del total de ingresos familiares.
Desde la Fundación Adecco reconocen que existen numerosas ayudas sociales para las familias con miembros con discapacidad, "pero siempre hay un punto a partir del cual la Seguridad Social no llega". De ahí que la Fundación se haya propuesto impulsar el Plan Familia de la mano de varias empresas colaboradoras con la intención de apoyar en el plano económico a este tipo de núcleos familiares, además de prestarles asesoramiento.
En la provincia de Granada existen actualmente unas 96.800 personas con discapacidad, lo que supone un 12% de la población granadina. Es el porcentaje más alto de todas las provincias andaluzas. De todas estas personas existen 2.460 que están en edad laboral y desempleadas, según el Ministerio de Empleo.
Prácticamente todos los encuestados (97%) demanda más apoyos para facilitar la vida de las familias que tienen miembros en estas circunstancias. Claro que por encima del aspecto económico destacan el social: un 66% considera que hace falta más sensibilización en la sociedad y en los entornos educativos y laborales para hacerlos más inclusivos.
"El 90% de las personas a las que le preguntamos asegura que tener un hijo con discapacidad les ha aportado valores hasta entonces desconocidos. Los más repetidos: aprender a priorizar, fuerza de voluntad, tolerancia, amplitud de miras o empatía", argumentan desde la Fundación Adecco.
Pese a que estos sentimientos positivos dominan a la mayoría de padres, el 58% cree que su hijo no podrá trabajar nunca, principalmente debido a prejuicios en la sociedad y en la empresa. La sobreprotección tampoco ayuda: un 45% de los encuestados opta por pautar y supervisar a su hijo en lugar de fomentar que desarrolle por sí mismo sus tareas.
Según el profesor de Didáctica José Marcos Gómez, "los miedos de las madres resultan especialmente intensos y condicionan el desarrollo del potencial de su hijo mediante la sobreprotección". Para favorecer la inclusión laboral de las personas con discapacidad, el experto propone una serie de actitudes prácticas como involucrar al propio interesado en la toma de decisiones "permitiendo incluso que se equivoque" o "realizar una orientación profesional desde la escuela".
Entre las reflexiones que realizan las familias durante la encuesta, ésta: "La mejor ayuda para una persona con discapacidad es conseguir un empleo, Sentirse integrado. Que realmente se les vea como personas, no como problemas o cargas para la sociedad, y que se prioricen recursos para la atención de las necesidades que presentan".
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