- Una actuación dirigida a la apertura total del Castillo, a la espera de que la Junta apruebe las medidas para su conservación
Con más de 700.000 visitas en los últimos 16 años, que reportan a las arcas municipales 1.700.000 euros y unos objetivos de 50.000 visitas al año, el Castillo de Salobreña es un un reclamo turístico de primer orden, por lo que el equipo de gobierno es consciente que debe conservar y cuidar este elemento patrimonial único.
Su rehabilitación, que contó con fondos de la ITS (Iniciativa de Turismo Sostenible), se 'topó' con unos baños árabes de incalculabe valor. De ahí que la Consejería de Cultura haya requerido al Ayuntamiento de la Villa que garantice la seguridad de los baños árabes y que el monumento pueda estar abierto al completo.
En la actualidad, la fortaleza está abierta al público, si bien la zona de los baños árabes permanece cerrada a la espera de cumplir con el requisito de la administración autonómica para que se pueda visitar el conjunto monumental de manera íntegra. Si bien desde la administración local indican que se pueden programar visitas organizadas para grupos con acompañamiento de un técnico municipal.
La alcaldesa de la localidad, María Eugenia Rufino, no dudó cuando se descubrieron estos restos, similares a los de la Alhambra, en que debían ponerlos en valor para que se pudiera contemplar la arquitectura por lo que debían conseguir nuevos fondos.
Fuentes municipales informaron que se ha descartado la alternativa de contratar a un vigilante de una empresa de seguridad privado dado el alto coste y el equipo de gobierno local se plantea otras opciones, como la instalación de una verja, la cobertura con una mampara transparente que permita contemplar estos baños, incluso un sistema de videovigilancia.
Las obras de rehabilitación del castillo se iniciaron en 2014, aunque ha estado abierto en algunos periodos. Y ya, desde febrero de este año, con la instalación de una cubierta de protección de los baños árabes, se abrió de manera provisional.
Con una inversión de un 1 millón de euros, el proyecto se convirtió en una de las pretensiones más ambiciosas de la Iniciativa de Turismo Sostenible de la Costa Tropical, y el Consistorio tuvo que destinar 400.000 euros de su presupuesto municipal y hubo que destinar otros 127.000 euros para conservar y restaurar estos restos.
El proyecto de restauración fue redactado por los arquitectos del Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad (LAC), de la Escuela de Estudios Árabes (CSIC), Antonio Orihuela y Antonio Almagro que, como principales objetivos, perseguían "potenciar los valores históricos, arqueológicos y arquitectónicos característicos de las construcciones realizadas en los distintos periodos históricos".
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