Helena López-Casares Pertusa
Periodista, escritora, coach experta en comunicación
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Foto: Getty Images. |
La habilidad de saber escuchar es más difícil de encontrar que la de ser un buen orador, pero quien la domina es más influyente. La ausencia de esta habilidad es una fuente generadora de conflictos en la pareja porque provoca la frustración que suscita el distanciamiento.
La habilidad de escuchar afecta a la calidad de las conversaciones y a nuestras relaciones. La tan nombrada escucha activa implica estar alerta a cuanta información nos viene del otro, más allá de sus palabras y dar muestras de comprensión acerca de cómo se siente la otra parte.
La escucha activa demanda tiempo, supone la creación de un clima en el que prime la confianza, significa no precipitarnos en nuestras conclusiones, ni poner en boca de terceras personas lo que no han dicho.
La toma de conciencia desde la reflexión es una de las prácticas más recomendables para salir de las reacciones automáticas que no nos permiten evolucionar. En nuestra vida de pareja solemos tender a repetir frases, conductas y reacciones por la sencilla razón de que ni siquiera se nos ocurre que podemos realizar un giro en nuestra actitud.
Estas son las ocho actitudes que favorecen la escucha, alrededor de las cuales te invito a que reflexiones:
Mantener una mirada tranquila y sosegada comunica acogida e influye confianza en el otro para que siga expresando su opinión.
La creación de espacios de silencio ayuda a reflexionar sobre lo que se ha dicho o escuchado y evita que salga nuestra parte defensiva o violenta con toda su carga de palabras, emociones y gestos negativos.
Recurrir a la pregunta abierta ayuda a ver las cosas de otro modo y a detectar soluciones donde antes sólo había conflicto. De este modo, podemos introducir en nuestra conversación de pareja preguntas que nos hagan salir de los círculos viciosos y de los bucles inacabables. Como ejemplo a seguir podrías hacer preguntas de este tipo: "¿cómo te sientes?" "¿Hasta qué punto crees que podemos evolucionar como pareja ante esta situación?" "¿Qué podemos cambiar?" Evidentemente deberás adaptar las preguntas a la circunstancia e introducirlas cuando sea conveniente.
La predisposición para eliminar los obstáculos que frenan la comunicación y niegan la escucha es fundamental para que el proceso de comunicación no se vea contaminado. Estos obstáculos suelen venir de la mano de acusaciones, exigencias, juicios de valor, prejuicios, generalizaciones o negatividades.
Abrir la mente para advertir qué hay detrás de las palabras te ayuda a tener centrado el foco en lo que realmente sucede.
Tener una actitud favorable a lo que significa tu vida en pareja te puede librar de la necesidad imperiosa de tener la razón.
Sentir respeto por la otra persona es una máxima en cualquier relación. Si éste se pierde, me temo que la relación ha entrado en una espiral descendente.
Asentir de vez en cuando comunica a la otra parte que estás presente en la conversación y que lo escuchas.
Merece la pena probar y comprobar las consecuencias positivas de ese dicho que establece que si quieres que las cosas cambien, comienza cambiando tú.
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