DAVID CRUZ GARCÍA
La Universidad de Granada sigue siendo una de las pioneras en materia de investigación, y la rama de la salud lo ha vuelto a dejar claro gracias a un estudio que demuestra cómo realizar tareas en casa puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular de los hombres que tengan obesidad.
El sedentarismo no ayuda, como ya se sabe, a controlar las diferentes enfermedades cardiovasculares que pueden tener los seres humanos. En cambio, las mujeres suelen tener en la sociedad un papel más activo que los hombres en materia de tareas de casa: la limpieza, el orden... El hombre, en cambio, queda relegado en un segundo plano -sin generalizar- sin obtener rendimiento de estas actividades físicas.
El estudio, realizado por la UGR en colaboración con algunos científicos del Sistema Extremeño de Salud, destaca que con esas actividades, aquellos hombres que parezcan obesidad y síntimas claros de sedentarismo mejorarían su salud gracias al alcance de niveles de actividad física deseable.
Para el alcance de esta investigación se ha analizado a una muestra de casi 2.700 participantes -tanto hombres como mujeres- de edades que oscilan entre los 25 y los 79 años. Aunque el estudio ha sido realizado en Badajoz, la Universidad de Granada ha tenido un papel importante.
El concepto del que se partió a la hora de enfocar el trabajo fue un término que ha aparecido recientemente en el mundo de la ciencia: el obeso metabólicamente sano; dividieron a la muestra en cuatro grupos: obesos o no, y con anormalidades metabólicas o no, y compararon sus resultados con los obtenidos gracias al perfil de las mujeres.
No son muchos los que caen en que realizar actividades como barrer el suelo, limpiar los platos, o quitar el polvo de los muebles, también requieren un esfuerzo muscular importante, y el resultado del estudio es esclarecedor: si un hombre obeso realiza estas actividades, la salud cardiovascular se vería mejorada. Una de las autoras principales del estudio, Virginia Ariadna Aparicio, ha explicado que en el estudio realizado "al incluir la actividad física doméstica los niveles totales de actividad del grupo obeso metabólicamente sano son mayores que otros perfiles". Esto haría indicar que, como ya se ha demostrado en otros estudios, los obesos metabólicamente sanos (OMS) tienen a ser menos sedentarios y realizan mayor cantidad de actividad física ligera.
El estudio también demuestra que en el caso de las mujeres, las que pertenecen al grupo OMS son, en mayor proporción, aquellas que realizan actividad física doméstica. Por ello, hay mayor número de mujeres obesas metabólicamente sanas que hombres en el mismo caso. Como consecuencia, su riesgo de enfermedad cardiovascular podría ser bastante inferior al que presenta los hombres.
Una de las ventajas de la actividad física en el hogar es que, a pesar de ser intensidad ligera, rompe largo periodos en lo que la persona está sentada en el sofá viendo la televisión, leyendo un libro o mirando el teléfono móvil.
El estudio quizás incentiva a que haya una mayor igualdad a la hora de realizar tareas del hogar en la casa, al tiempo que promociona la necesidad de realizar cualquier tipo de actividad física para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares haya o no obesidad.
Quién iba a decir que algo tan sencillo como fregar el suelo podría ser tan beneficioso para nuestro organismo. Hay que recordar que tener síntomas de obesidad no es siempre una muestra de mala salud.
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