MARILÓ MONTERO
Este disparate que deja fuera a la religión católica es una demostración más del bombardeo en su contra
Para erradicar un problema hay que poner en marcha la solución. En España seguimos manteniendo, dentro de nuestro sistema educativo, las clases de Religión en las escuelas. La religión católica, bien es cierto que es mayoritaria en nuestro país y, por tanto, seguimos asumiendo como un derecho constitucional ofrecer dicha materia a los niños. Para mantenerla al margen de polémicas deberíamos sacarla de la batería de asignaturas que conforman el plan de estudios. Mientras estén dentro de la oferta académica seguirá sometida a un violento debate sobre su permanencia y por lo tanto, su existencia. Acaba de llegarme, por Whatsapp, un documento que ya había sido noticia en la prensa nacional. Es de la Consejería de Educación, Juvenil y Deportes de la Región de Murcia. En ese papel se dinamita todo un valor institucional. La religión de la mayoría. La mayoría no implica que sea la dominante puesto que hemos de dar la bienvenida a otras culturas que han de ser recibidas con agrado, fundado en su justa aplicación, pero que a base de tensar la cuerda alguien va a terminar hiriéndose. Si Pablo Casado entró a la reunión con Pedro Sánchez dispuesto a proponer varios "acuerdos de Estado", espero que esté en esa carpeta incluida la reforma del sistema educativo en España. Es de extrema necesidad que se consiga este objetivo para que en las instituciones académicas pueda generarse una vida en paz y alejada de imposiciones ideologías cambiantes en función de quien gobierne. Podríamos ser capaces de vertebrar una columna de asignaturas innegociables y como aquellas que fomenten el valor de cada tierra. En ese papel de Murcia se refleja un vital problema. Ofrece la Opción de enseñanza religiosa con dos recuadros a rellenar que son: Religión islámica y, Valores sociales y cívicos. No hay ninguna otra opción. Añade en una posdata: "En caso que dicho alumno que solicite islámica no sea el suficiente, se entenderá que solicitan Valores sociales y Cívicos, salvo que se comunique al Centro expresamente su opción por Religión Católica". Este disparate que deja fuera a la religión católica es una demostración más del bombardeo en su contra. Por ello la solución es dejar la religión fuera de las aulas para protegerla como religión privada. Quien quiera estudiar, cualquier religión, que lo haga fuera de las horas lectivas. Mientras tanto seguiremos aumentando un problema de sencilla solución que mina la espiritualidad del ser que invoca amor al prójimo.
sábado, 11 de mayo de 2019
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